Kenia prohibe moneda complementaria y arresta a líderes del proyecto

Las autoridades de Kenia han cerrado un proyecto de moneda social complementaria que tenía como objetivo reforzar la economía local en el país, y han arrestado a seis líderes del proyecto bajo el pretexto de falsificación.

El proyecto Bangla-Pesa fue concebido en mayo del 2011 y puesto en marcha oficialmente el 11 de mayo del 2013 [en] a través de la ONG local Koru-Kenya [en], liderada por el ex voluntario del Cuerpo de Paz Will Ruddick. Pero Bangla-Pesa no tuvo la oportunidad de estar activo más de tres semanas antes de que las autoridades le pusieran fin. El 29 de mayo de 2013, seis miembros del proyecto fueron arrestados [en], y se enfrentan a siete años de prisión.

Según informes de prensa, el Banco Central de Kenia reclama que la moneda podría desestabilizar la economía, y la policía se queja de que la ONG no estaba registrada. El equipo detrás del proyecto Bangla-Pesa fue acusado incluso de estar vinculado con el grupo de terrorismo nacional MRC [en]. La policía reconoció más tarde que estas fueron acusaciones infundadas.

Bangla Vouchers. © Koru-Kenya

Bono de Bangla. © Koru-Kenya con permiso.

De Bristol a Tailandia, las monedas complementarias han ganado impulso y reconocimiento desde las sociedades civiles y las instituciones públicas alrededor del mundo. Existen más de 5.000 monedas complementarias en todo el mundo [en], con un objetivo común, el de posibilitar a los ciudadanos volver a ganar el control de sus formas de intercambio [en].

Algunas de ellas, como la libra de Bristol [en], están orientadas a reforzar la economía local, otras pretenden fomentar conductas en favor del cuidado del medio ambiente [en] o reconocer la economía informal, o simplemente dar acceso a una herramienta monetaria de la que algunas áreas han sido privadas.

El sitio web del proyecto explica como funciona el Bangla-Pesa:

Esta moneda forma un tapón que frena las fluctuaciones en el suministro del dinero debido a las remesas, el tiempo, las vacaciones, el envío de niños al colegio, la agitación política, etcétera. El conductor fundamental de esta estabilidad económica y este aumento en el comercio se debe a la habilidad de los miembros del BBN para comerciar su exceso de capacidad. Por ejemplo, un operador de bicicletas puede tener capacidad para 20 clientes, pero en general tiene solo 10. Ahora puede transportar a negociantes a cambio de bienes y servicios que posean en exceso, como por ejemplo una mujer que tiene tomates de más para vender. Esto aumenta la eficiencia global del mercado y ayuda en los períodos económicos más bajos de la comunidad.

La nueva moneda local llamó la atención de la gente [en] muy pronto, como la de Ritchie King que escribió para la web Quartz:

El objetivo es crear un sistema gratuito de intereses de micro finanzas que no dependa de un banco o un financiador externo, sino que permita a los comerciantes comenzar comprando bienes y servicios locales mediante crédito. ¿Funcionará? Es difícil preverlo, pero Koru planea sacar un informe a finales de año.

El crimen de mitigar la pobreza

Después de los arrestos, emergió una ola de protestas en apoyo al proyecto denunciando la inconsistencia de las acusaciones hechas en contra de Ruddick y su equipo.

En su blog Web of Debt, Ellen Brown se posicionó de lado del Bangla-Pesa y describió el pretexto para los arrestos como «el crimen de mitigar la pobreza» [en]. Explicó:

En este caso, el bono físico Bangla-Pesa no se parece nada a la moneda nacional, como tendría la necesidad de hacerlo para sostener un cargo de falsificación. La intención de las monedas complementarias, como su nombre indica, no es imitar o competir con la moneda nacional sino complementarla, permitiendo un aumento en las ventas de bienes y servicios dentro de la comunidad local que de otra forma se quedarían sin salida. Hoy, el mismo Banco de Inglaterra reconoce [en] el papel de estas monedas complementarias.

Junto con Elleb Brown, un número de individuos y organizaciones han ofrecido su apoyo. Badi Twalib, un miembro del parlamento de Kenia, también expresó su apoyo [en]: «El gobierno debería apoyar la iniciativa en vez de arrestar a las personas», dijo.

Las Naciones Unidas también escribieron una carta de apoyo [en, PDF], la cual expone de forma clara la incoherencia enfatizando la gran utilidad del Bangla-Pesa:

Los sistemas de trueque local, como los bonos del Bangla-Pesa, pueden ser muy útiles dónde las capacidades de productividad locales están infrautilizadas debido a la escasez de la moneda nacional en circulación dentro del territorio local. Los bonos permiten que tenga lugar el intercambio entre productores y consumidores locales, que de otra forma no ocurriría.

En la web de Next City, el escritor Jason Patinkin ilustró los resultados [en] de la moneda social en sus primeros pasos en el vecindario de Bangladesh, cerca de Nairobi:

Fatuma, quien dijo que su mayor ingreso cada día rondaba los 2.000 shillings, dijo que probablemente tiraba más de 200 shillings al día en existencias estropeadas. Ella, sin embargo vendió algunas de estas existencias extra por alrededor de 50 Bangla-Pesa cada día, reduciendo así su pérdida al menos en un 25% y obteniendo «efectivo» extra para comprar cosas como maíz y sopa. El poder adquisitivo extra fue crucial en los días de poco negocio, incluyendo la tarde que hable con ella. «Para mujeres como yo, que no tenemos marido y tenemos niños, en días como estos en los que no has vendido nada, es mejor tener algunos Bangla-Pesa para ir a adquirir algo de comida», dijo.

De acuerdo con un estudio realizado por la ONG [en] que administra la moneda, los resultados después de una semana fueron muy positivos, con un aumento del más del 20% en los comercios. Desafortunadamente, los nuevos datos fueron confiscados por la policía, haciendo imposible analizar las semanas posteriores.

En Facebook, en la página «Kenyans Must Know» señalaron la ironía [en] de la historia:

Prohibir el Bangla Pesa mientras se permite Mpesa, tarjetas de crédito y similares para realizar transacciones legalmente es discriminatorio. Mpsesa y el dinero relacionado no son nada más que pagarés en sms generados en las redes de telefonía móvil; Bangla, por otro lado, son pagarés en piezas de papel que circulan entre una pequeña red de ciudadanos en barrios pobres de Bangladesh en Mombasa. Por lo tanto, no hay otra razón que el hecho que los que poseen Bangla Pesa son mugrientos y pobres, mientras aquellos que poseen los de Mpesa son apestosamente ricos. Esto es discriminatorio y debería ser cortado de raíz.

M-Pesa es un sistema de moneda de pagos por móvil [en] muy popular y completamente legal en Kenia y que en la actualidad monopoliza más del 20% del PIB de Kenia [en]. Pero al contrario que Bangla-Pesa, M-Pesa es dirigido por Safaricom, una compañía privada que está obteniendo altos beneficios [en], a expensas del gobierno de Kenia que pierde los ingresos procedentes del señoreaje al tiempo que más gente utiliza M-Pesa, explicó Izabella Kaminska en FT Alphaville [en] a principios de año.

«Momento de ponerse serios»

Para defender el caso en las cortes, la ONG ha lanzado una petición en su página web [en], y una campaña crowdfunding (financiación colaborativa) para cubrir el coste de su defensa y llevar a cabo los próximos pasos para el Bangla-Pesa: una aplicación para móviles que permita los negocios sin la necesidad de bonos físicos, tal como M-Pesa funciona. La ONG pide 47.000 euros [en] para conseguirlo.

La próxima sesión en los tribunales estaba programada para el 17 de Julio. Los seis miembros del proyecto se enfrentan a siete años de prisión.

En su blog, Matthew P Slater escribió una nota titulada «Momento de ponerse serios» [en]. Explicó por qué él cree que el asunto es importante y pide más apoyo.

Bangla Pesa es un caso de prueba, y se sitúa en la primera línea del movimiento en el siglo 21. Si no puedes dar mucho dinero [en], ¿qué más puedes hacer?

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