Día mundial contra la falsificación: ¿qué pasa con los medicamentos?

El día mundial contra la falsificación se celebrará el 28 de mayo. Es el momento de interesarse por los diferentes ámbitos perjudicados por esta lacra moderna, desde el arte hasta la marroquinería pasando por los perfumes, el textil, los productos para el cuidado personal e incluso los auriculares. Si la falsificación implica consecuencias negativas en términos de seguridad, medioambientales, de derecho social o hasta económicos en la mayor parte de los sectores afectados, existe un ámbito en que las falsificaciones causan estragos aún más nefastos: el sector farmacéutico. Una actividad que está lejos de ser marginal, y en la que la Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que hay un 10% de falsificaciones entre los medicamentos fabricados.

Número de incidentes causados por medicamentos falsificados al año. Gráfica de PSI (dominio público).

Número de incidentes causados por medicamentos falsificados al año. Gráfica de PSI (dominio público).

Un gigantesco mercado subterráneo

La falsificación de medicamentos afecta a todos los países sin excepción, ya sean más o menos desarrollados. En ocasiones alcanza enormes proporciones, como en el caso del tratamiento del paludismo, falso una vez de cada dos. En Europa, representa el 24% de de la confiscación aduanera, aún por encima de los cigarrillos. En 2010, generó 75.000 millones de dólares de beneficios. Más incluso que el mercado de la droga. Una situación grave en el plano de la salud pública, que está siendo combatida con gran esfuerzo por medidas más o menos idóneas y más o menos eficaces.

Medidas normalmente eficaces, pero todavía insuficientes 

El principal combatiente en Francia es el Leem (las empresas de medicamentos) que en 2003 creó un comité anti-falsificaciones. Asegura un enlace continuo y directo entre las industrias y las autoridades públicas (servicio de aduanas, justicia…). Este comité, vigía más que fuerza de acción, permanece no obstante en primera línea en el proceso de modernización de las técnicas anti-falsificación. Hay todo tipo de innovaciones: cajas selladas, códigos de barras, hologramas en los embalajes…

Pero la lucha contra la falsificación pasa también por una cooperación mayor entre las industrias y las fuerzas del orden. Por ello, una treintena de grandes grupos farmacéuticos trabajan codo con codo con Interpol para mejorar la detección de los medicamentos falsos. Hacen falta numerosas medidas, pero todavía son insificientes para erradicar a un enemigo versátil, que tan a menudo se instala en el mundo de lo virtual.

Internet en el banco de los acusados

No es ningún secreto, Internet está en la primera línea de las razones que hacen que la falsificación de medicamentos se haya expandido tanto. En un artículo de Le Point, Christian Peugeot, presidente de la Unifab, asociación que reúne a las sociedades francesas inscritas en la lucha contra la falsificación, incrimina a estas «webs hongo», rápidamente creadas, rápidamente eliminadas, que logran «confundir a los consumidores».

Una vez más, la colaboración internacional da sus frutos. En el septiembre y el octubre pasados, una redada a gran escala en Internet, coordinada por Interpol, la Organización Mundial de Aduanas (OMA) e incluso el Forum Permanente sobre la Criminalidad Farmacéutica Internacional (PFIPC, por sus siglas en inglés), se saldó con una incautación récord. En Francia, más de 427.000 medicamentos han sido interceptados y 236 webs ilegales han tenido que cerrar. Buenos resultados. Sin embargo, entre dos operaciones relámpago, los medicamentos falsificados vuelven a pulular por la red. Su producción no cesará hasta que haya un control sistemático llevado a cabo por Interpol de estos sitios fraudulentos. Costoso sí, pero, ¿acaso la salud de los ciudadanos tiene un precio?

Inicia la conversación

Autores, por favor Conectarse »

Guías

  • Por favor, trata a los demás con respeto. No se aprobarán los comentarios que contengan ofensas, groserías y ataque personales.