Brasil: Vidas en tránsito en medio de las obras en Rio Madeira

El reportaje de Ana Aranha en Vidas em Trânsito [pt], sobre el impacto de las grandes obras en la región amazónica de Rio Madeira, Rondonia, es parte de la cobertura especial #AmazôniaPública [pt] de la Agencia Pública, que será publicada en una serie de cinco artículos en Global Voices Online.

En medio de las obras de Rondonia, millares de hombres y mujeres se encuentran y desencuentran, y el dinero desaparece con la misma velocidad que surge en medio del sexo, violencia y ausencia de los organismos públicos.

Micheli (nombre fictício) tiene 20 años. Hace cuatro meses dejó su ciudad natal en Pará y desembarcó en la villa de Jaci Paraná, distrito de Puerto Viejo, Rondonia. Encontró trabajo y alojamiento en una ‘brega’, nombre local para prostíbulo, donde comenzó ayudando en la limpieza. Dos semanas después se estaba prostituyendo como «casi todas las jóvenes».

Quando cheguei aqui, achei triste, chorava toda noite. Essa poeira, as ruas sem asfalto. Eu trabalhava lavando louça, não lembro como fui pela primeira vez. Ele era estranho, levou pó pra cheirar no quarto, queria beijar na boca, transar de novo. Depois chorei. Se fosse na minha cidade, ia ter vergonha, nojo. Aqui é normal, quase todas as meninas fazem. Eu mudei, não sou a mesma mulher.

Cuando llegué aquí estaba triste, lloraba toda la noche. El polvo, Las calles sin asfalto. Trabajaba lavando platos, no recuerdo bien cómo fue la primera vez. Él era extraño, llevó pólvora para aspirar en el cuarto, me quería besar en la boca, tener sexo de nuevo. Después lloré. Si fuese en mi ciudad tendría vergüenza, disgusto. Aquí es normal, casi todas las mujeres lo hacen. Cambié, ya no soy la misma mujer.

Prostituta em salão de beleza em Jaci Paraná, a vila mais próxima da usina de Jirau  Foto: Marcelo Min

Prostituta en un salón de belleza en Jaci Paraná, la villa más próxima de la hidroeléctrica de Jirau. Foto: Marcelo Min

Es imposible andar por las calles de Jaci sin encontrar un prostíbulo. Hay bares abiertos algunas veces con mesas de plástico afuera, distribuidas en la calzada. En la noche la música toca a todo volumen. Durante el día las mujeres que los frecuentan andan por la villa con pantalones cortos y el torso desnudo.

Ellas están en Jaci para prestar servicio a los millares de hombres que entran y salen de la villa en turnos de las 7 a las 17h. Son los horarios de entrada y salida de la construcción de la central hidroeléctrica de Jirau [en], una de las obras mas grandes del Programa del aceleración del crecimiento [en] (PAC) en curso en el país. La central crece en torno a la represa del rio Madeira en medio de la selva amazónica. La villa de Jaci es el núcleo urbano mas cercano a 20 km. de la represa.

La obra llegó a tener 25 mil trabajadores en el momento de su apogeo lo que era el doble de lo previsto en el plan inicial. Algunos se instalaron en la villa, otros pasan sus días libres allí. El Ministerio Público de Rondonia estima que la villa pasó de 4 a 16 mil habitantes desde el 2009 cuando la represa de Jirau comenzó a ser construida. Los trabajadores tienen acentos del Norte, Nordeste, Sur y Centro-Oeste de Brasil, algunos no dominan el portugués como es el caso de haitianos y bolivianos.

La mayor parte de los trabajadores viajó solo, permanecen entre tres meses y un año sin volver a casa. “Algunos solo quieren divertirse, otros están tristes. Dicen que engañan a la esposa porque lo necesitan pero no les gusta, dice Michele».

É trabalho pesado. Quando acaba, eles querem se divertir, beber

El trabajo es pesado. Cuando acaban solo quieren divertirse, beber.

Por eso hay 68 lugares de prostitución en Jaci. Para ella, los peores momentos de su trabajo es cuando los clientes se ponen agresivos después de tomar mucho alcohol o cocaína, los que circulan en abundancia en los prostíbulos. O cuando piden quedarse toda la noche. “Dios me libre de dormir abrazada como si fuéramos marido y mujer”.

Quartos onde mulheres se prostituem no fundo de um brega, nome local para bordel Foto: Marcelo Min

Cuartos donde las mujeres se prostituyen en el fondo de una ‘brega’, nombre local de un prostíbulo. Foto: Marcelo Min

La villa de pescadores se convirtió en un lugar de paso. Las personas están allí en búsqueda de dinero, no de vínculos. Hay una tensión constante en el aire. La sexualidad potenciada por la ropa corta que a veces exponen las partes íntimas de las mujeres a la luz del día. Son comunes las historias de peleas dentro de los prostíbulos. Suceden entre los trabajadores o entre las prostitutas – hay una tensión creciente entre las brasileras y la oleada de bolivianas. Muchas terminan en apuñalamientos, otras en muertes.

La ruta del dinero: la fábrica de crimen

En época de pago de la represa, Jaci Paraná hierve con el dinero de los trabajadores.

Comenzando por los prostíbulos. Además de las prostitutas locales, vienen mujeres de otros estados en la semana de pago. Según Michele algunas aprovechan el puente aéreo con Belo Monte [pt], represa hidroeléctrica en construcción en Pará. Ellas se desplazan de acuerdo al día de pago de cada represa.

En esas semanas el valor del servicio crece significativamente. Las más experimentadas llegan a negociar un cobro de R$ 400 (aprox. $US 200) por media hora con un empleado de alto rango. Como Michele tiene restricciones (ella no hace sexo anal o en grupo), el máximo que ha conseguido obtener por media hora fue R$ 130. En semanas normales ella cobra R$ 80, de los cuales R$ 20 son para la dueña del prostíbulo por el uso de la habitación.

Shirley, una de las muchas peluqueras que fueron a vivir a Jaci para atender a esas mujeres, dice:

Quem ganha mesmo são elas, as donas dos bregas, sempre prostitutas muito experientes,

Quienes ganan son ellas, las dueñas de los prostíbulos, son siempre prostitutas con mucha experiencia.

Ella no quiere ser identificada. Shirley cuenta que las dueñas ganan con el alquiler del cuarto, con las bebidas consumidas por los trabajadores y haciendo préstamos a las prostitutas.

Como la competencia es dura ellas ofrecen ayuda para que las mujeres “inviertan en belleza”. Michele fue convencida por la dueña del prostíbulo para cambiar sus rizos por pelo liso y largo. Para eso se compró unas extensiones de cabello que le costaron R$ 1.150 (unos 575 $US). Ahora está endeudada con la dueña del prostíbulo por comprar las extensiones de cabello y con la peluquera por aplicárselas. Desde entonces todos las ganancias de Michele son para la dueña del prostíbulo, pero la deuda no disminuye al ritmo que debiera.

É assim mesmo, elas mandam as meninas aqui e depois não passam o dinheiro do trabalho delas.

Así funciona, mandan a las chicas aquí y después no pasan el dinero de su trabajo.

Después de los prostíbulos los salones de belleza son la segunda actividad comercial para beneficiarse del movimiento de los salarios de la represa. La villa tiene un salón en cada esquina. Desde que comenzó a aplicar extensiones Shirley gana más que su marido, que es el encargado de la construcción de las turbinas en Jirau.

Jaci Paraná tem 68 pontos de prostituição e um salão de beleza em cada esquina Foto: Marcelo Min

Jaci Paraná tiene 68 lugares de prostitución y un salón de belleza en cada esquina. Foto: Marcelo Min

Sin embargo acumular bienes es peligroso en Jaci. La mínima infraestructura de seguridad pública es impotente frente a la fuerza del dinero que circula en la villa. Dos semanas antes de la entrevista, a Shirley le asaltaron su casa y su marido fue tomado como rehén. El robo fue de más de R$ 20 mil en dinero y equipos electrónicos, pero ella no hará una denuncia pues todos saben quienes son los asaltantes y lo que hacen. A pesar de ello no sucede nada.

La policía no se ha dado cuenta de la fuerza adquirida por el crimen local. Los comerciantes pagan a una empresa particular que dispone de vehículos y motos bien identificados para circular por las tres principales calles de la villa. En septiembre del año 2012 el comandante de la Policía Militar de Jaci fue asesinado dentro del puesto policial. El mismo grupo hizo rendirse a otros policías que fueron obligados a permanecer con la cara sobre el suelo mientras los asaltantes hacían explotar los cajeros de la pequeña agencia de Bradesco (NdT: importante banco privado de Brasil).

El projecto Amazônia Pública [pt] llevó tres equipos de reporteros de la Agencia Pública de reportaje y periodismo de investigación a recorrer tres regiones amazónicas entre julio y octubre del 2012 entre los cuales visitaron las hidroeléctricas de rio Madeira en Rondonia. Todas los reportajes buscan explorar las complejidades de las inversiones actuales en la amazonia, incluyendo las negociaciones y articulaciones políticas, y oir a todos los actores implicados – gobiernos, empresas, sociedad civil – para delinear el contexto en que esos proyectos han sido desarrollados. El objetivo esencial de estos reportajes, así como de toda la producción de Pública, es siempre el interés del público: cómo las acciones y negociaciones políticas y económicas han tenido impacto, en la práctica, en la vida de la población.

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