Según un informe [hu] en la página de Facebook “La Constitución no es un juguete”, alrededor de 100 manifestantes han ocupado las oficinas principales del partido de gobierno húngaro; también se presentó en el lugar una masa de personas favorables al gobierno. Los manifestantes mostraron su oposición a la nueva enmienda de la Constitución húngara, una ley orgánica promulgada en el 2011 [en], luego de que el partido Fidesz ganara con dos tercios de mayoría en el 2010, y que ha sido desde entonces el centro de acalorados debates dentro y fuera del país. La última revisión de la enmienda por el profesor Kim Lane Scheppele, de la Universidad de Princeton fue publicada aquí [en].