El poeta estadounidense Walt Whitman dijo: «Cuando has aprendido todo sobre los negocios, la política, las fiestas de sociedad, etc. y encuentras que nada de esto satisface en última instancia, ni dura eternamente, ¿qué es lo que queda? Queda la naturaleza». Este artículo trata de dos mujeres que aman la naturaleza: una monja que ha encontrado su hogar en el jardín del convento, y una madre que ha recreado sus sueños de un jardín en el pueblo en el balcón de su apartamento en la ciudad.
Ruba Anabtawi ha entrevistado a la hermana Angela, una monja con un amor especial por las plantas. Nació en Líbano pero ahora está con las Hermanas del Rosario en Beit Hanina al norte de Jerusalén:
أنجيلا نهرا، أو نجلة كما كان اسمها قبل الترهبن، قاومت رفض العائلة لفكرة ان تصبح راهبة بأن أصرت على موقفها ورتبت أمر ترهبنها بدايةً في لبنان، حتى جاءتها الموافقة ودعيت من قبل الفاتيكان لابتداء مسيرة الترهبن في القدس، وكان ذلك أوائل التسعينيات. […] أنجيلا التي ترعرعت في قرية طرزا الخضراء والمحاطة بالحقول، لم تطور آنذاك روابطاً واضحة مع النباتات، ولكن حين وجدت نفسها في دير الرئاسة، حيث ستكرس معظم وقتها في هذا المكان، وعلى الرغم من صعوبات البداية والبعد عن الأهل، إلا أنها وجدت في النباتات إحدى الغايات إضافة إلى تكريس وقتها لخدمة الدير عبر الإشراف على الراهبات المسنات وإدارة جزء من شؤون البيت.
“النباتات بهاء الأرض، والدين معنى الحياة”، هكذا تربط أنجيلا بين النباتات والرهبنة.
Así pues, ¿cómo se desarrolló esta conexión con las plantas?
En Akka, Rasha Helwa escribe sobre el jardín de su madre:
والدتي شادية (أم اسكندر) لاجئة من قرية إقرث (قضاء صفد)، لكنها من مواليد قرية الرامة الجليلية.
تعمل ممرضة منذ أكثر من عشرين عامًا في قرية ساجور، المحادية لقرية الرامة.
منذ أن تزوجا والدتي ووالدي عام 1982 واختارا أن تكون عكّا بيتًا لهما (مسقط رأس والدي وحبّه الأول-بالإذن من أمي)، كانت أمي تحلم، ولا تزال، ببيت صغير في قرية جبلية وحديقة تزرع في أرضها ما تشاء من النباتات، الخضروات، الفاكهة والأزهار.
أمي، بالرغم من حُبها المكتسب لعكّا، لا زالت تحتفظ بذاك الشوق للجبل والقرية ولحديقة تفرش عليها أحلام فلاحة صغيرة – ما لي ومال المُدن؟-، أحلام ستثمر كي تؤنسها فيما بعد في غيابنا، نحن بناتها وأبنائها، عندما سنكبر ونترك المدينة الصغيرة بحثًا عن ميناء آخر.
Mi madre Shadia (Um Iskander) es una refugiada del pueblo de Iqrith en el distrito de Safed, pero nació en el pueblo de Rameh en Galilea.
Ha trabajado como enfermera más de veinte años en el pueblo de Sajur, que es vecino de Rameh.
Mis padres se casaron en 1982 y se fueron a vivir a Akka (el pueblo natal de mi padre y su primer amor, con permiso de mi madre). Desde entonces mi madre ha soñado, y aún lo hace, con tener una casita en un pueblo de la sierra con un jardín donde poder tener plantas, una huerta, frutales y flores.
A pesar del amor que siente por Akka, mi madre aún conserva el anhelo de vivir en la montaña y tener un jardín alfombrado con los sueños de una joven campesina. Después de todo, ¿qué tiene que ver ella con las ciudades? Estos sueños darán frutos que la acompañarán durante nuestras ausencias, cuando sus hijas e hijos nos hagamos mayores y dejemos la pequeña ciudad buscando un nuevo puerto.
قبل عام تقريبًا، أحضر والدي لوالدتي ثلاثة أصص بلون الخشب وضعهم على الشباك المركزي للبيت المُطّل بجانبه على البحر.
لم تزرع والدتي في الأصص الأزهار الملونة؛ زرعت النعنع، الميرامية، الفلفل الأحمر، الروزماري..
والدتي، بعد سبعة وعشرين عامًا في عكّا، وجدت لها معادلة بسيطة نجحت من خلالها أن تُحضر الرامة وإقرث إلى بيتها في الطابق الثالث من بناية قديمة في مدينة يحيطها البحر، وأن تتوقف عن شراء النعنع من السوق.
Hace aproximadamente un año, mi padre le regaló a mi madre tres macetas de color madera y las puso en el [alféizar de la] ventana principal del apartamento con vistas a la costa.
Mi madre no plantó flores de colores en las macetas; plantó hierbabuena, salvia, pimiento rojo, romero…
Después de veintisiete años en Akka, mi madre ha encontrado una ecuación simple que la ha ayudado a traer Rameh e Iquith a su hogar en el tercer piso de un viejo edificio de la ciudad rodeada por el mar, y también a no tener que comprar hierbabuena en el mercado.