[D]ar a los mendigos es una oportunidad clara de practicar la generosidad en mi vida diaria. ¿Porqué la resistencia a dar? En el momento en que mi amigo me señaló que quizás había sido identificada me sentí avergonzada y traté de defenderme. Argumenté que prefiero el riesgo de ser engañada por 99 más bien que perder la oportunidad de ayudar a una persona que necesita.
Mary Ann O'Donnell escribe sobre [en] su experiencia con un mendigo en el tren subterráneo en la ciudad de Shenzhen y reflexiona sobre las reacciones de un amigo chino a su acto de caridad.