«Una unidad de la élite militar guatemalteca entró a la comunidad de Dos Erres en el norte de la región de Petén el 5 de diciembre de 1982 y torturó y mató alrededor de 250 hombres, mujeres y niños en el transcurso de tres días, antes de arrasar con la aldea»: explica Amnistía Internacional. Cuatro antiguos militares involucrados en esta masacre fueron sentenciados a 6,060 años en prisión.