Israel: ¿Están siendo silenciadas las activistas de paz acosadas por hombres palestinos?

Activistas israelíes de derechos humanos, que regularmente participan en manifestaciones palestinas en Bil'iin y Sheikh Jarrah, han sido recientemente acusados de ignorar e incluso callar un fenómeno común de acoso sexual de mujeres activistas por parte de sus compañeros manifestantes palestinos.

A principio de agosto de 2010, en Haaretz la columnista de género Tsafi Saar levantó un debate de bloggers feministas sobre una solicitud problemática planteada por los organizadores de la manifestación de Sheikh Jarrah, pidiendole a las mujeres israelíes vestir modestamente para las manifestaciones en el Este de Jerusalén. Saar escribe:

«…Se levantó el viejo argumento escandaloso que las feministas deben cuidarse y renunciar a algunas cosas para la causa mayor y más importante, la lucha contra la ocupación. Los organizadores enfatizan que la solicitud provino de mujeres palestinas que se sentían incómodas en presencia de compañeras con los hombros desnudos. Las activistas que se resistieron a esta solicitud plantean el problema de la condición de la mujer palestina en su sociedad, y señalaron que esta petición es opresiva por naturaleza».

Una semana más tarde, la activista y blogger feminista Hannah Beit-Halachmi, reveló la existencia de un seminario «secreto» de bajo perfil que ofrece a mujeres y transgéneros activistas hacer frente al acoso sexual en las manifestaciones por los derechos humanos. Beit-Halachmi tomó una captura de pantalla de los detalles del seminario que fue retirado rápidamente del sitio web de Israeli Indymedia, el cual dice:

«Israelíes hombres, mujeres y transgeneros protestan semanalmente en persona contra la ocupación. Dentro de este campo de solidaridad y situaciones de riesgo común, se encuentra un fenómeno de acoso sexual a las activistas y transgeneros… en el campo de acción directa contra la ocupación hay un cambio de roles en las relaciones de poder entre los ocupantes (en hebreo es femenino – C.V) y ocupados, dominantes y dominados (en hebreo es femenino – C.V).»

Beit Halachmi reacciona:

«La existencia de este  seminario muestra que el acoso sexual es un fenómeno común en las manifestaciones de la izquierda. Los manifestantes contra la ocupación aceptan esta ocupación invertida porque en realidad no les concierne – las víctimas son mujeres. Los hombros de estas mujeres podrían cubrirse por lo que los manifestantes pueden seguir alimentando su ego supuestamente liberal y seguir llevando en alto la antorcha de la lucha por la igualdad social. Recomiendo a estas mujeres que condicionen su participación en estas manifestaciones hasta el punto de detenerla completamente cuando ocurra un acoso sexual. Los manifestantes no deberían continuar a menos que lleguen a un acuerdo con sus homólogos palestinos que habrá cero tolerancia para este fenómeno y quien acosa debería ser avergonzado públicamente y prohibirle participar en manifestaciones futuras. Lamento que aparentemente no hay una izquierda real en Israel y que las mujeres izquierdistas esten cooperando con este fenómeno».

Hace dos semanas el tema volvió a plantearse por la abogada y publicista Roni Aloni-Sadovnik en una columna que escribió para el sitio web News First Class titulada «La izquierda traiciona a sus activistas violadas«. Sadovnik menciona un caso cubierto anteriormente por Haaretz de un intento de violación de una activista estadounidense en Beit Lejem. Según Haaretz, las autoridades palestinas han presionado a la activista a no presentar cargos, a fin de no perjudicar el apoyo público de la lucha contra la ocupación.

En su provocativa columna, Sadovnik habla de otro intento de violación en una activista israelí, que también fue presionada para dejarla de lado por el objetivo principal, y se refiere a ambas como violación. Ella escribe:

«Cuando los movimientos pacifistas necesitan dar prioridad a sus programas, está claro que el fin de la ocupación viene antes que proteger a las mujeres. ¿Estamos finalmente frente a la verdad desnuda que estos movimientos son en realidad pro-islámicos disfrazados de humanitarios? Como feminista, siento la hipocresía y la pérdida de la conciencia moral en la galopante acción de la izquierda para poner fin a la ocupación, mientras están atónitos frente a este acontecimiento, lo fomentan y tratan de ocultarlo».

En respuesta a estas acusaciones, los organizadores de la manifestación  Sheikh Jarrah escribieron una nota en su página de Facebook negándolo:

«Tomamos todos los casos de acoso en serio y nos mantenemos en su contra así como estamos en contra de cualquier violación de los derechos humanos. El primer intento de violación se hizo público gracias a la ayuda de activistas israelíes que ayudaron a reportarlo. No tenemos conocimiento de otro caso y la acusación en contra de nosotros como cómplices callándolo es una calumnia. Respetamos la reputación de Sadovnik de activista feminista pero advertimos a News First Class que si no elimina esta columna consideraremos presentar cargos por responsabilidad.»

Muchos de los comentarios de apoyo en esta nota en Facebook expresan que estas acusaciones son un intento sofisticado para sabotear la lucha contra la ocupación, planeado por elementos de la derecha.

Los enlaces de arriba fueron compartidos por muchos usuarios israelíes de facebook en días recientes, comenzando debates similares entre los activistas que dicen que es imposible en base a su experiencia personal, y las mujeres que resaltan que el acoso sexual es un fenómeno cotidiano que se puede encontrar en cualquier lugar y contexto y no es de extrañar que se encuentre entre los activistas de derechos humanos. (los enlaces a muchos de estos debates adicionales no se pueden proporcionar debido a la configuración de privacidad de los usuarios de Facebook).

Algunos vincularon este debate con un asunto anterior que agitó la blogosfera en febrero de 2010, cuando la blogger Eshkar Eldan Hacohen confesó en un testimonio personal haber sido violada hace 20 años por un conocido humanista.

Como otras mujeres que identificaron al atacante agregaron sus propios testimonios, la prensa recogió la historia y puso de manifiesto al presunto violador y acosador en serie que no es otro que el famoso publicista, poeta y activista por la paz Itzhak Laor. Este asunto ha generado un discurso similar en la blogosfera sobre la desconexión entre los derechos humanos y los derechos de la mujer.

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