Marruecos: El ayuno versus libertades individuales

Para los musulmanes, el sagrado mes de Ramadán es un periodo de reflexión, comunidad y, por supuesto, ayuno. Pero para los no creyentes en países donde el ayuno es la norma –o incluso un requisito– el Ramadán puede ser una carga difícil de llevar. El año pasado, Global Voices informó sobre un grupo de activistas marroquíes, el Movimiento Alternativo para las Libertades Individuales (cuyas siglas en francés -y en castellano- MALI, también significan «¿qué hay de mí?» en darija). El grupo ha intentado protestar en contra de la ley marroquí, que exige que los musulmanes ayunen, comiendo públicamente un sandwich al mediodía.

Este año, como informa The Economist, la lucha continúa. Según el artículo, aunque este año los que protestaban no pretenden realizar una manifestación pública, siguen con sus esfuerzos en línea, con un grupo en Facebook y también fuera de línea.

Jeune Afrique publicó una entrevista con la lideresa del grupo, Ibtissame «Betty» Lachgar, y Morocco Board la tradujo al inglés. Cuando se le preguntó si se arrepiente de la protestas del año pasado, Lachgar respondió:

Para nada. Nuestra misión fue un éxito, y muchas personas han expresado su apoyo. Abrió el debate sobre el artículo 222 del Código Penal, que prescribe una sanción de prisión para aquellos que incumplan abiertamente en público con el ayuno durante el mes de Ramadán. No estamos en contra del Islam, estamos a favor de la libertad de conciencia. Pues todo marroquí, ya sea ateo, cristiano o musulmán, debe ser tratado con igualdad.

En la sección de comentarios, el lector «MoroccoGurl» es uno de los pocos que expresa apoyo a Lachgar:

Invito a mis amigos marroquíes en este sitio web a que abran su mente sobre este tema. Asumo que la mayoría de los lectores viven en EE.UU. o en otro país occidental. Queremos trato igualitario para los musulmanes y debemos luchar por un trato igualitario hacia los que no son musulmanes o no religiosos en nuestros países de origen. Podemos alegar acerca de las razones detrás de este movimiento y cómo simplemente es más cortés evitar comer delante de una multitud que ayuna, pero hay un hecho que permanece, que hay una ley real que obliga a la gente a esconder el hecho de que no ayunan en Ramadán. Si uno está contenta con practicar su religión no hay razón para ofenderse si otros no la practican.

Aun así, es claro por los comentarios alrededor de la blogósfera que Lachgar y sus simpatizantes tienen una larga lucha por delante. Tanto en el post en Morocco Board y en el post de The Economist, en numerosos comentarios se expresa burla a la campaña de MALI.

Otro comentario en el segundo de los mencionados alegó que las cosas no eran tan malas:

Durante décadas, además de judíos, cristianos y toda otra religión que no está obligada a ayunar, también hay marroquíes que no ayunan pero nunca se ha sancionado a nadie. Lo que se debe respetar son los sentimientos de esta mayoría de musulmanes. No estamos en contra de la idea de no ayunar, y todos son libres de hacer aquello en lo que crean, pero se debería tener en consideración la libertad de los demás. Y cuando comemos en público, mientras la mayoría ayuna, esto es un poquito raro y choca con la libertad de esa mayoría. Hay muchos restaurantes abiertos para los que no ayunan, extranjeros y marroquíes que no ayunan, y pueden ir ahí y practicar su libertad completa sin que los ataquen. Nunca se ha sabido de nadie que sea atacado en su casa porque comió durante Ramadán, aunque hay muchos marroquíes cuyos vecinos saben que no ayunan, pero como los respetan comiendo en sus casas, nadie los ataca.

No obstante, un reciente post del blogger marroquí Kacem El Ghazzali dice otra cosa. El Ghazzali, que se describe a sí mismo como ateo, escribe:

Durante los últimos años de mi adolescencia, cada año durante el Ramadán, el estado y la sociedad declaran el inici0 del mes ayuno, y como no soy religioso esos mandamientos no me conciernen, que es la razón por la que me veo obligado a comer en secreto, rodeado de cuatro paredes, apenas separado por la distancia entre mis rodillas y mi espalda (estando sentado): las paredes del baño que uso para evacuar mis asquerosas heces. Tengo que pasar más o menos una hora en ese baño y nutrirme con las sobras de s’hour (la comida que se toma antes del amanecer durante el Ramadán); es una posición difícil, pero es mucho mejor que pasar todo el día en una lucha llamada “la batalla del estómago vacío”.
No puedo comer en público, y no pueden imaginar lo que me pasaría si alguna vez lo hiciera.

El blogger Youssef Debbagh anota la discrepancia con la Generación Y de Marruecos que, escribe Debbagh, «prefieren el diálogo, el liderazgo y una decisión sobre un modelo en redes regulatoria e influencia». El blogger continúa:

Los marroquíes Y no dudan en aumentar cada vez más su campo de libertades individuales, aun a costa de ofender o alterar el equilibrio socio-cultural del Reino. El mejor ejemplo de esto es la iniciativa del movimiento alternativo de las libertades individuales (MALI) que, usando Facebook, ha decidido desafiar a la autoridad y al estado rompiendo el ayuno en público durante el mes de Ramadán.

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