Brasil: Nuevo Código Forestal = ¿Derecho a la deforestación?

En una elección especial, el Comité Especial del Congreso para cambios en la Ley Forestal aprobó algunos cambios propuestos al Código Forestal de Brasil –una legislación progresista medioambiental que ayuda a proteger los bosques nativos brasileños, incluido el Amazonas–, que han provocado la furia entre científicos y ONG medioambientales y han hecho de este tema uno de los más importantes en discusión para los brasileños. El asunto se centra en si las áreas preservadas obstaculizan o no el desarrollo agrícola, mientras los especialistas advierten que habrá una catástrofe ecológica si se pone en riesgo el ecosistema.

El texto base de la reforma tiene muchos puntos controvertidos como la disminución del tamaño de las áreas protegidas, llamadas Áreas de Preservación Permanente (APP). Se ha demostrado que esto tiene vínculos directos con tragedias urbanas, como señala en su blog [pt] Raquel Rolnik, urbanista y relatora de las Naciones Unidas para los derechos de una vivienda adecuada,

Otra modificación fue la reducción a 15m –y no 7,5m como estaba previsto [en el proyecto de ley]– de las áreas forestales ribereñas adyacentes a los ríos que tienen menos de 5 metros de ancho. El código actual fija las áreas protegidas en 30 metros.
En áreas urbanas, los desastres que vimos en abril de este año en Río de Janeiro, y más recientemente en Pernambuco y Alagoas, seguirán ocurriendo si los bosques de las Áreas de Preservación Permanente no son consideradas como una manera de mantener la calidad y volumen de los manantiales, para evitar inundaciones y evitar el riesgo en la vidas de las personas. Además, como ya dije acá, las Áreas de Preservación Permanente tienen que ser consideradas en términos de sus muchos roles y contextos rurales y urbanos.

La falta de bosques ribereños puede causar deslizamientos de tierra como los ocurridos en Río de Janeiro. Ver el video de arriba del usuario de YouTube user 3333marcio1.

Las ONG e instituciones medioambientales han unido sus fuerzas para iniciar el sitio web SOS Florestas [pt] para llamar a un debate acerca del nuevo código forestal. En sociedad con Avaaz, también han iniciado una petición en línea exhortando a los parlamentarios brasileños a rechazar cualquier intento de alterar o debilitar el código, que “reduciría dramáticamente el tamaño del terreno protegido y daría amnistía completa a los delitos medioambientales”. El objetivo son 200,000 firmas, y ya hay cerca de 146,000.

Están discutiendo en contra de un punto clave en el nuevo proyecto del código forestal: según el nuevo código, las áreas conocidas como reservas legales –un porcentaje de áreas nativas que las empresas privadas deben dejar– se reducirán de 80% a 50% del área total de propiedades en la selva amazónica. En la selva atlántica la cifra ya es del 20%. Como escribe CooperadaMente [pt], todo ecosistema tiene sus propias necesidades:

El rol de la reserva legal es conservar –dentro de cada propiedad individual– un porcentaje mínimo de vegetación originaria, que juega un importante rol ecológico como hábitat para la biodiversidad, así como para brindar varios servicios medioambientales, como mantener el abastecimiento de productos forestales, brindar control de pestes e incendios, mejorar la producción de agua, proteger la tierra y el agua para evitar la erosión y la sedimentación y obtener carbono de la atmósfera […].
La gran mayoría de granjas brasileñas no tienen áreas de preservación permanente (PPA) y reservas legales (RL) como lo determina el código forestal. El proyecto no. 6424 es un intento de exhortar a los terratenientes a poner su situación acorde con el código forestal. En algunos casos, la actual legislación brasileña ya permite una especie de compensación donde el propietario compensa el daño medioambiental a su propiedad comprando una nueve área con vegetación nativa en un área adyacente a su propiedad o comprando porciones de reserva forestal.

De otro lado, hay personas que discrepan con el argumento según el cual le empresa privada debería mantener algunas áreas para la preservación. A pesar de estar de acuerdo con la necesidad de áreas de preservación permanente, el agrónomo Ciro Siqueira [pt] rechaza la necesidad de los granjeros de mantener reservas legales:

El propósito de la propiedad rural [en la sociedad] es la producción […].
Depende del Estado preservar el bosque como un patrimonio para la sociedad. Es por eso que existe el Estado. Los productores rurales privados tienen que cultivar comida con el menor impacto posible y usando los recursos más eficientes, como fertilizantes, herbicidas, trabajo manual, protección de la tierra, etc. Al hacerlo así, cumplen con su rol social como un factor económico. Depende del Estado preservar los bosques que son importantes para la sociedad. Si hay propiedad dentro de importantes regiones ecológicas donde la preservación colisiona con la producción rural, no debería haber productores en esas regiones y el Estado debería sacarlos a todos.

Deforested area cleared for soya crops in the Amazon rainforest, Santarem town, Pará State, Brazil

Área deforestada despejada para cultivos de soya en la selva amazónica, pueblo de Santarem, estado de Pará, Brasil. Foto: leoffreitas, disponible en Flickr con licencia Attribution-NonCommercial-ShareAlike 2.0 Generic Creative Commons

El texto base de la reforma también da otros dos puntos controvertidos. Uno es la amnistía para los que ya han cometido delitos medioambientales y hubieran tenido que pagarle al estado a largo plazo –la amnistía costará cerca de R$10 mil millones (aproximadamente US$ 5 mil millones) al Tesoro. El segundo tema es la exoneración de las pequeñas propiedades –que van desde 20 a 44 hectáreas– de la obligación de tener áreas preservadas. Esto podría llevar a que propiedades más grandes sean divididas falsamente en partes pequeñas y registradas así para sacar ventaja de la ley.

Lou Gold, un ambientalista estadounidense que vive en el estado de Acre en Brasil, analiza cómo se parece la situación brasileña a la de otros países como EE.UU, donde el “desarrollo ya ha destruido el 90% de su tierra forestal de base original”. Gold explica cómo una campaña publicitaria en EE.UU. ha influido en los esfuerzos de adulterar el código forestal de Brasil:

Desafortunadamente, una campaña de anuncios comerciales inspirada por una ONG dirigida al apoyo de granjas estadounidenses para los pagos de REDD en el proyecto de energía («cambios climático») alegaba que el fin de una deforestación tropical significaría más ingresos en EE.UU. El aviso decía estúpidamente «Granjas acá, bosques allá», y esto se usó en Brasil para movilizar el apoyo para DEBILITAR el Código Forestal. Avoided Deforestation Partners se apresuraron a producir un segundo informe diciendo que detener la deforestación también beneficiaría a los granjeros brasileños, pero el daño estaba hecho. […]
Debo advertir a los lectores que no piensen que la pérdida de bosque brasileño de base es, de alguna manera, resultado de actitudes poco progresistas de los brasileños en comparación con los norteamericanos. Estos son los hechos: Brasil tiene cerca del 80% de bosque permanente en la Amazonía con cerca del 30% con cierto nivel de fragmentación y 50% como relativamente inmaculado. De otro lado, EE.UU. tiene menos del 10% de su bosque de base histórico permanente y todavía no ha podido aprobar una ley que ponga fin a la tala de árboles viejos. En realidad, la situación comparable en Brasil está en la selva atlántica (cerca de los centros de población económicamente desarrollados), que también está reducido a cerca del 10%. En otras palabras, parece que el desarrollo ha destruido a los bosques por igual en AMBOS lugares.

According to the SOS Floresta website, today the Atlantic forest covers less than 7% of its original area, whereas the Amazon Forest has 80% of native vegetation

Según el sitio web SOS Floresta, hoy la selva atlántica cubre menos del 7% de su área original, en tanto la Selva Amazónica tiene el 80% de vegetación nativa. Foto: Luiz Felipe Castro. Disponible en Flickr con licencia Attribution-NonCommercial-ShareAlike 2.0 Generic Creative Commons.

Curupira

Aldo Rebelo, diputado federal del Partido Comunista brasileño y relator del proyecto de la Comisión Especial de la Cámara Baja del Congreso, ha expreado que la nueva ley regulará áreas que ya han sido devastadas, a la vez que prohibirá la deforestación en los próximos cinco años. Sin embargo, el nuevo código forestal se ha visto presionado por un bloque de la legislatura brasileña conocido como los ‘ruralistas’, por sus vínculos con los agronegocios, y elogiado por su lideresa, Kátia Abreu, senadora del Partido Demócrata.

De otro lado, el señor Rebelo fue muy criticado por los medioambientalistas y académicos, incluido el Profesor José Ribamar Bessa Freire, coordinador del Programa de Estudios de Pueblos Nativos en la Universidad de Río de Janeiro. En su blog Taqui Pra Ti (TQPT), Bessa escribió una historia en la cual “entrevistó” a Curupira, el guardián sobrenatural de los bosques, que “dijo” que el Diputado Aldo Rebelo “me atacó, golpeó mi cuerpo con un palo, rompió mi camisa y trató de librarse de mí siguiendo órdenes dadas por la Senadora Abreu”:

Curupira portrayed by the actor Erick Krominski in photo essay by Vini Manià.

Curupira encarnado por el Erick Krominski en ensayo de fotos de Vini Manià. Usado con autorización.

TQPT –Doctor Curupira, ¿llegó usted a conocer a Aldo [Rebelo] en la selva? Él habla tanto al respecto que debe haber estado ahí…

C: Aldo es un ser urbano – nunca ha puesto un pie en la selva. Es por eso que piensa que la selva es hostil. Es hostil para él y sus lacayos, no para la gente que la han hecho su hogar. Aldo habla de ‘cabañas no saludables’, pero el arquitecto Severiano Porto elogia la construcción de malocas, y admite que ha aprendido más sobre arquitectura a partir de los conocimientos del pueblo indígena. Aldo desestima los cambios y revoluciones que han ocurrido en la sociedad amazónica, como lo registran los arqueólogos. Ignora el arte, la música, la literatura y el conocimiento de botánica, zoología, astronomía, medicina que estos pueblos demuestran. No se da cuenta de algo, que el pueblo indígena ya ha creado un código forestal oral. Alega que “la conquista de la Amazonía tuvo lugar durante la expedición de Pedro Teixeira (1637-1639)”, como si su historia recién empezara con los portugueses. Desestima el hecho que la Amazonía fue ‘conquistada’ por los pueblos indígenas, que habían desarrollado sofisticadas técnicas agrícolas para el año 5,000 AC, como la domesticación de la yuca y otros cultivos. Aldo ve a los saci y a Curupira como personajes de folklore, no como expresiones de culturas vivas, sofisticadas.

TQPT: De aprobarse, el proyecto de Aldo perjudicará a todos, incluidos los descendientes de los ruralistas.

C: He estado diciendo esto por miles de años. ¿Recuerda lo que pasó en Santa Catarina? Ahí, el gobierno redujo la vegetación ribereña a lo largo de los ríos y todos presenciaron la tragedia causada por las lluvias. Si se aprueba la ley, según los expertos, causará daño medioambiental irreversible y resultará en la emisión de 25 billones a 31 billones de toneladas de dióxido de carbono solamente en la Amazonía. Necesitamos protestar […]. Hay Curupiras en otros países también. Ellos boicotearán los productos brasileños como resultado de la deforestación que se permitirá según el código.

El Congreso brasileño votará la reforma y, si se aprueba, el Presidente la vetará o la promulgará como ley.

Este artículo fue corregido por Maisie Fitzpatrick.

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