Marruecos: Raza y racismo

Músicos gnawa, originarios de Marruecos

Marruecos, justo en el cruce entre Oriente y Occidente, Europa y el mundo árabe, es un país diverso en muchas formas, y como tal, los marroquíes son tolerantes con la diferencia de muchas maneras. De otra parte, como escribe Smahane Bouyahia, los extranjeros han encontrado que el país no es hospitalario.

Específicamente, en el artículo de Bouyahia el tema es el racismo en contra de los negros en Marruecos. Los habitantes negros de Marruecos incluyen a los oriundos de Marruecos de la parte sur del país, saharauis, migrantes y estudiantes subsaharianos, africano-estadounidenses y europeos. Como un grupo diferente en el país por diversas razones, los extranjeros negros a menudo se encuentran agrupados monolíticamente, y tratados de manera diferente a los marroquíes de nacimiento. Como escribe Bouyahia:

Para la mayoría de marroquíes, la actitud contra los negros se refleja en su conducta hacia los extranjeros negros, que no se han integrado con la población en general o que no son musulmanes. El subyacente complejo de superioridad viene desde la Antigüedad. En ese tiempo, había miles de esclavos negros en Marruecos. Algunos eran parte del cuerpo del ejército marroquí y de la Guardia Civil, mientras que otros cumplían diversas tareas que se les encomendaba durante el reino de Ahmed El-Mansour Eddahbi o incluso el de Moulay Ismail en los siglos XVI y XVII.

Bouyahia también escribe acerca de los estudiantes, que vienen mayormente de países francófonos en África y a menudo regresan a casa tras completar sus estudios. Cita a un estudiante congolés, que dice:

En Marruecos, las diferencias culturales o religiosas no son aceptadas. Un negro no musulmán es visto de manera diferente que un negro musulmán, por ejemplo. Es lo mismo con un marroquí negro y un extranjero negro. Viví en Francia durante 15 años y he estado en Costa de Marfil, Togo y muchos otros países. Puedo decir con confianza que acá la integración no es igual (…). No somos tantos en Marruecos, pero parece que no les gustamos a los marroquíes.

En una reciente entrevista para Talk Morocco y Togozine.com, un estudiante togolés llamado Christophe comparte su experiencia de estudiar en Rabat, y dice:

Por mi parte, no puedo hablar de integración total. Todavía no puedo entender algunas prácticas y hábitos, sin mencionar el racismo que desafortunadamente es una realidad en Marruecos. Esto preocupa a los extranjeros en general y a los africanos subsaharianos en particular. No nos juntamos con muchos marroquíes. Algunos son muy agradables, pero otros solamente quieren aprovecharse de ti.

Christophe también habla de la relación entre los muchos estudiantes africanos de Marruecos y sus inmigrantes clandestinos o ilegales:

Nuestras relaciones no son particularmente positivas. Digamos que es simplemente una entente cordial. Los inmigrantes clandestinos a veces están involucrados en actividades ilegales y los estudiantes no se arriesgan a hacerse amigos de ellos por miedo a ser arrestados. No estamos en Marruecos por las mismas razones. Nuestros hermanos viven escondidos, esperando el momento oportuno para tratar de inmigrar al otro lado del Mediterráneo. Los estudiantes están acá legalmente. Los marroquíes no hacen diferencias. Eso distorsiona la idea que tienen de nosotros.

No todos los bloggers están de acuerdo con las acusaciones de racismo. Xoussef, en un artículo donde analiza el artículo original de Bouyahia, escribe:

He estado reflexionando sobre este tema desde hace algún tiempo, tratando de determinar si la actitud de los marroquíes hacia las personas negras es o no racismo. Ese es obviamente un tema sensible, porque uno no va por ahí catalogando a la gente de racista, esa es una acusación seria, debido a que yo mismo no estoy seguro sobre cómo diferenciar entre racismo, xenofobia, ignorancia y simple intolerancia. También tiene que ver con mi renuencia a permitirme caer en estereotipos, dando alguna opinión, cuando unos 30 millones de personas están más o menos involucradas. Pero cuando leí ese artículo, realmente me moría por agregar mi comentario, así que acá está.

Tras dar su opinión acerca de cada sección del artículo, Xoussef concluye:

Siempre he tenido excelentes relaciones con estudiantes y compañeros de trabajo «africanos», siendo a veces el único punto «blancón» en un grupo. He tenido toda clase de historias de primera mano del vecino fastidioso, los chicos que actúan como perros callejeros, de las piedras que le tiran a la fastidiosa señora de la oficina de tarjetas de residente. He escuchado los rumores, los molestos comentarios, la severa crítica y he conocido un espécimen de un verdadero racista duplicado con un hipócrita. Si hubiera escrito algo sobre este tema, probablemente hubiera sido una acusación. Pero encuentro que este artículo, con sus generalizaciones, análisis superficiales, fusión de diferentes temas y su mente resuleta que fue demasiado rápida para gritar lobo cuando era solamente un perro perdido.
De haber escrito esto, probablemente hubiera mencionado el gigante cuscús de viernes que un vecino prepara para los estudiantes, el Moul hanout (encargados de la tienda) encontrando una manera de tomar el pelo a sus clientes a pesar de las barreras del idioma, la pareja marroquí-senegalesa que lleva a su hijo todos los días a kindergarten y el teatro abarrotado en el festival de estudiantes africanos. El doctor maliense que me vio venir a este mundo (gracias doc)…

El artículo original de Bouyahia también fue publicado en Morocco Board, y ha generado una vívida discusión ahí.

Foto de los músicos gnawa de eryoni, disponible en Flickr y con licencia de Creative Commons Attribution-NonCommercial-ShareAlike 2.0 Generic.

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