Diáspora y desarrollo en el mundo francófono

A menudo se menciona la diáspora de los países en desarrollo a nivel mundial como un potencial factor impulsor para la reducción de la pobreza, y la región francófona no es la excepción. Es más, en los próximos meses tendrán lugar dos conferencias en Camerún y Mali [fr] acerca del rol que tienen los ciudadanos que viven en el extranjero en apoyar el desarrollo de sus respectivos países. De todas maneras, las actuales políticas sugeridas para promocionar mayor participación de los que viven fuera no están libres de controversias y requieren más canales para facilitar colaboraciones entre todos los actores del desarrollo (ONG locales, sector privado, agencias internacionales y gobierno).

Farafina destaca el objetivo de la conferencia de Mali y cómo prevén que contribuirán con el desarrollo de Mali los que viven en el extranjero [fr]:

El Forum Tremplin propone encontrar en sus casetas, empresas y despachos de contratación de Mali, África y Francia en las áreas de informática, banca y seguros, industrias para asegurar empresas (reconocidas). En total, 200 puestos de trabajo (estarán disponibles).

Africanos que viven en el extranjero de WhiteAfrican – con licencia de CC

En Camerún, la conferencia que se llevará a cabo en Yaoundé entre el 11 y 13 de agosto de 2010, quiere atraer inspiración de ciudadanos de otros países africanos que viven en el extranjero [fr]:

El tema de la conferencia es «Camerunenses que viven en el extranjero, verdaderos actores del desarrollo». La idea para los participantes será buscar las vías y medios para hacer que los camerunenses en el extranjero se involucren más en el proceso de desarrollo económico del país. Para el MECAM (Ministerio de Economía y Comercio): «al igual que en países como Mali o Senegal, donde se siente una verdadera participación de los que viven fuera en el desarrollo económico, los camerunenses que viven fuera ya aportan bastante, pero se hará más dentro de un marco reglamen­tario».

Mapa de emigración de Global Net de WorldMapper.org – licencia CC

En Senegal, Ferdinand Mayega cree que para que los que viven fuera ayuden eficazmente a los países, es clave ocuparse del intercambio educativo e intelectual para aumentar el capital de conocimiento y llegar al punto de no retorno hacia el desarrollo [fr]:

Todo ese desafío debe darse en un ambiente propicio al progreso y a los debates de ideas con la participación de universitarios e investigadores que vivan en África. Se puede trata de masas críticas, o de centros de operaciones o de polos de excelencia para el despegue de África.

En una presentación sobre manejo del conocimiento en Marruecos, Othmane Bouhali enfatiza que los marroquíes que viven fuera han adquirido conocimientos específicos en informática distribuida y supra-conductividad [fr] que deberían ofrecerse voluntariamente para compartir con otros en casa:

Se debe hacer un llamado a las diferentes habilidades marroquíes que están en el extranjero, para que realicen misiones, en el lugar o a distancia, como apoyo dentro del marco de programas de desarrollo de su país de origen, sobre la base del voluntariado y del compromiso deontológico.

El rol de los organismos no gubernamentales (ONG) en el desarrollo a través de los cuales operan muchos de los que viven fuera de sus países ha sido debatido intensamente en Haití, sobre todo cuando el país está enfrascado en el proceso de recuperación luego del reciente catastrófico terremoto. Alice Backer informa de una reciente conferencia, Cardicis, que brindó unas cuantas sugerencias de políticas donde se debatió sobre la relación entre el gobierno haitiano y las ONG internacionales:

Explicaron que las ONG más grandes no tienen interés en incluir al gobierno haitiano, lo que duele a Haití y a su pueblo. Y el truco: alguen sugirió que las ONG deberían ser nacionalizadas para hacerlas parte de un sistema dirigido por el gobierno. Entonces, el gobierno podría coordinar y supervisar los trabajos de reconstrucción mientras recupera un rol central.

Al igual que Haití, Sipakv escribe que el rol de los malgaches que viven fuera de Madagascar siempre se ha debatido intensamente, dado su relativamente importante tamaño. También comenta que, igual que la propuesta en Haití, la Unión Africana sugirió que las ONG podrían estar representadas con calidad gubernamental de algún tipo [fr]:

Parecería que los que viven en el extranjero tienen un rol que jugar, dice la Unión Africana en su Informes de las conferencias de la Dispersión y ONG africanas en la popularización de la ciencia y la tecnología, disponible acá:

«Dar recursos humanos y técnicos;
Usar grupos de presión con los gobiernos, instituciones y fundaciones para apoyar los programas;
Estar representado en estructuras de gobierno; (¡ajá!)
Brindar asesoría sobre temas políticos y técnicos; y
Participar en redes para beneficiar a las comunidades y naciones que viven en el extranjero».

… Bastante controvertido también el hecho de recomendar a los que viven fuera que estén integrados en las estructuras gubernamentales. Ni siquiera me atrevo a pensar en implementaciones concretas de un iniciativa como esta.

Ahí hay algunas ideas que se pueden exploran más, dice Apolo Ndyabahika en un post titulado «Lo que África Necesita» en Project Diaspora. La única manera en que los que viven en el extranjero pueden ayudar con inversiones en proyectos en casa es si el gobierno construye los fundamentos de sólidas regulaciones reglamentarias para tranquilizar a los que viven fuera y a otros inversionistas:

Nuestros gobierno están empezando a darse cuenta de la importancia de una buena legislación que proteja las inversiones internas y extranjeras. Mientras los países africanos trabajan para atraer inversionistas a nuestras tierras, nos vemos desafiados por inversionistas que tienen fuertes derechos de propiedad para proteger sus inversiones. Tanzania está en el proceso de trabajar para usar bonos de inversión para financiar proyectos de infraestructura masiva como la línea férrea de muchos millones de dólares a Ruanda. Una limitación a esto y a otras inversiones internacionales es su débil legislación.

La controvertida idea de hacer que las ONG se integren más con el trabajo del gobierno no es una controversia tan grande cuando se le compara con las reacciones hacia la propuesta del economista Romer para reducir la pobreza mundial, publicada recientemente en Atlantic Journal. La frágil estructura legislativa de algunos países en desarrollo está también en el centro del argumento de Romer que aboga por la creación de ciudades dentro de los países que estarían bajo la administración de entidades extranjeras para darles más control sobre sus inversiones. Romer propuso que esos proyectos se implementaran en Madagascar con arrendamientos de grandes cantidades de tierras de granjas a entidades extranjeras y podrían haber tenido un papel en la subsiguiente crisis política:

Romer lanzó su ciudad fletada, y Ravalomanana respondió que no estaba seguro si una era suficiente; si Romer podría identificar a dos países ricos que quisieran jugar el rol del fideicomisario del gobierno, sería mejor lanzar dos experiementos paralelos.[..] Apenas un año después del lanzamiento de su operación, Romer estaba al borde un raro golpe: un país con 20 millones de personas estaba a punto de adoptar un programa neomedieval, neocolonial en la historia moderna del desarrollo. Pero entonces ocurrió un golpe de otro tipo —el tipo de golpe que, desafortunadamente, subraya los obstáculos del proyecto de Romer.

Teddy MS Ruge, fundador de Project Diaspora, no estaba contento con la idea de Romer y la demasiado común suposición según la cual los grupos extranjeros sabrían más acerca de desarrollar a un país y a supervisar los talentos locales y en el extranjero. Pregunta en Twitter acerca de la propuesta de Romer y la situación en Madagascar:


@Irakoto: ¿Cuál es tu evaluación de la habilidad colectiva de los malgaches que viven fuera para gerenciar, poblar y financiar esta #ciudad en alquiler? Bienvenidas las ideas.

Ciertamente, la pregunta de Ruge es pertinente al debate sobre la estrategia para la reducción de la pobreza de todo el mundo en desarrollo y el fortalecimiento de sus ciudadanos. Sigue sin quedar claro por qué algunas regiones han quedado a la zaga de otras cuando se tratar de aprovechar el potencial de sus respectivos ciudadanos que viven fuera para estimular el desarrollo.

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