Medio Oriente: Un vistazo más cercano al levantamiento de Túnez

Esta publicación es parte de nuestra cobertura especial Levantamiento en Túnez 2010/11.

Mientras los tunecinos aún tratan de lidiar con los eventos que se dieron en forma abrupta unos días antes, y durante los cuáles se vio caer y huir al Zine El Albidine Ben Ali, los blogeros árabes siguen compartiendo sus pensamientos y reflexiones sobre la revuelta tunecina y lo que muestra para el resto de la región.

Syrian Abu Kareem, en el Dreamhouse Levantive, explica lo que es «estimulante» para sus vecinos árabes acerca de la revolución tunecina. Dice:

It is perhaps its spontaneity, its lacks of designated leaders that give it the feel of a genuine, popular uprising and not an ideologically-driven coup destined to serve the desires of a narrow constituency. It is easy as an Arab, to resign oneself to the fact that the region's stagnant and sclerotic political systems are immovable and immutable. It is exactly this state of hopelessness and inertia that most of the region's leaders strive to instill in their people. It kills hope, prevents progress and keeps the leaders in power. So I hope that the leaders across the region take note and that a cold chill runs down their spine as they watch the events in Tunis unfold; perhaps it will make them reconsider their ways.

Tal vez es su espontaneidad, su falta de líderes designados que dan la sensación de un levantamiento genuino y popular, y no un golpe de Estado determinado por ideologías destinadas a cumplir con los deseos de un sector reducido. Para un árabe es fácil aceptar la idea de que los sistemas políticos, los cuales son tan escleróticos y retrógrados, sean inamovibles e inmutables. Es justamente este estado de desesperanza el que los líderes de la región se esfuerzan por inculcar en su gente. Mata la esperanza, previene el progreso y mantiene a los líderes en su poder. Así que espero que los líderes a lo largo de la región tomen nota y que un escalofrío les corra por sus espaldas mientras ven como se desatan los eventos en Túnez, tal vez así puedan reconsiderar sus métodos.

El bahreiní Emoodz rompió su voto de silencio de blogger para corear ¡VIVA TÚNEZ!

Y declara:

I watched with great excitement the events as they unfolded in Tunisia; in all honesty I had very little hope that the events will evolve and reach where it reached today. No matter how much research I carry out I still can’t understand how the Tunisian were able to overthrow a regime in a month’s time.

Observé con gran entusiasmo mientras se desataban los eventos en Túnez. Honestamente, tenía pocas esperanzas de que estos eventos pudieran progresar y llegar al lugar al que llegaron hoy. No importa cuánto lo investigue, pero todavía no puedo entender cómo los tunecinos fueron capaces de derrocar un régimen en tan solo un mes.

Emoodz agrega:

There is this great sense of excitement going around the Arab World over what had happened, news agencies and political analysts are all of a sudden talking about how Tunisia is just the beginning to what is expected to have a domino effect and extend to other Arab governments in the region, which I think is highly improbable…

Se percibe un gran entusiasmo rondando al mundo árabe con respecto a lo que ha sucedido. Las agencias de noticias y análisis político están, de repente, hablando de cómo Túnez es solo el comienzo de algo que se espera tome un efecto dominó y se extienda a otros gobiernos árabes de la región, lo cuál creo que es muy improbable…

En una publicación titulada Túnez, prueba de que estamos equivocados, Saudi Hala_En_EE.UU. plantea las siguientes preguntas:

In the aftermath, all eyes in the Arab world is tuned to Tunisia, would this be a new beginning of unprecedented democracy in the Middle East? would it lure other countries to follow? or would it fall in the grab of Islamists or the same old Bin Ali‘s men under different labels?

Como secuela, todos los ojos del mundo árabe están puestos en Túnez. ¿Será esto un nuevo comienzo de una democracia sin precedentes en el Medio Oriente? ¿Funcionará como señuelo para que otros países lo sigan? ¿o caerá en manos de islamistas o los hombres del mismísimo viejo Bin Ali camuflados con diferentes nombres?

Ella también comparte su ansiedad:

I have  a mixed feeling in this regards, while I share the same fears of Robert Fisk of the ugly truth, that countries in the region as well as in the West will probably never support a true democracy in Tunisia, for fear that it may bring unfavorable outcomes, that the people in power would only accept Arab state that would support Western best interests, the hate toward Iran and a tight control of their people… Yet,  I still believe that lessons of oppression and corruptions have been taken well by Tunisians, that they will not easily forget the body in flames of Bouazizi, they will always remember the days of oppression, poverty, and limited resources brought about by totalitarian regimen, I hope that Tunisia would lead the way for a new era, to see justice and experience for the first time a people government, to prove us wrong, and to prove that people do have a choice, can have a choice and can make a better future for themselves…

Tengo sentimientos encontrados con respecto a este asunto. Mientras comparto los mismos miedos que Robert Fisk sobre la horrible verdad, de que los países de esta región, como también los de Occidente, tal vez nunca aprueben una verdadera democracia en Túnez por miedo a que dé resultados poco favorables, que la gente en el poder solo acepte al estado árabe, el cuál solo favorecería a los intereses de los de Occidente, el odio hacia Irán y un control estricto sobre su gente… Pero sin embargo, sigo creyendo que los tunecinos han tomado bien las lecciones que les dejó la represión y la corrupción. No olvidarán fácilmente el cuerpo en llamas de Bouazizi, siempre recordarán los días de represión, pobreza y escasos recursos que les trajo el régimen totalitario. Espero que Túnez marque el camino hacia una nueva era, para ver justicia y que experimente por primera vez un gobierno del pueblo, para probar que nos equivocamos y para probar que la gente sí tiene una elección, puede tener una elección y puede crear un mejor futuro para ellos mismos…

El argelino-estadounnidense «Kal», escribiendo en «The Moor Next Door», también se muestra ansioso. Dice:

The Tunisian case, with all its idiosyncrasies (the legacy of Bourguiba, secularism, its high rate of education and women’s rights) it represents something new in Arab politics that observers must continue to pay attention. Early on the Sidi Bouzid events were dismissed as bread riots and were not appreciated for they ended up being. This blogger was cautious, mostly for the same reason others were: things like this weren’t supposed to happen in countries like Tunisia. What was written here during the uprising happened only because it happened in the Maghreb (and because it seemed . . . strange). What should be very sad is if all the work Tunisians put into their intifada was hijacked by old party people and officers and put on course for rule by committees or strong men as has been the case following so many times before. The question remains: what will be done?

El caso de Túnez, con todas sus idiosincrasias (el legado de Bourguiba, laicismo, su alto índice de educación y de los derechos de las mujeres) representa algo nuevo dentro de lo que son las políticas árabes y también es algo a lo que los observadores deberían continuar prestando atención. Previamente, en el Sidi Bouzid, los eventos fueron desestimados y no fueron valorados por lo que fue su resultado. Este blogger fue cauteloso, en gran parte por la misma razón que todos los otros lo fueron también: «cosas de este tipo no deberían suceder en países como Túnez». Lo que se escribió durante el levantamiento solo sucedió porque también sucedió en el Magreb (y porque parecía…extraño). Lo que sería muy triste es que todo el trabajo y esfuerzo puesto por los tunecinos en su «intifada» sea boicoteado por la gente y directivos de los viejos partidos y puesto en regla por comités u hombres de gran poder como ya ha sucedido en muchos casos previamente acontecidos. La pregunta sigue siendo: ¿Qué es lo que se hará?

Desde Israel, Yael, en Life en Israel, predice que Egipto tal vez sea el próximo:

The events in Tunisia –the first collapse of an autocratic regime in the Arab world due to a popular uprising that has implications for the wider region –are unlikely to, at least in the immediate future, spark a domino effect of uprisings and overthrows in other countries in the region. But pretty much all the experts are saying to keep a very sharp eye on Egypt because it is quite possible that Egypt is going to be the next one to go.

Los eventos ocurridos en Túnez (la primera caída de un régimen autocrático en el mundo árabe debido a una revuelta popular que trae consecuencias en toda la región en su totalidad) no desatarán, al menos no en un futuro cercano, un efecto dominó de revueltas y derrocamientos en otros países de la región. Pero casi todos los expertos dicen que hay que prestarle mucha atención a Egipto porque es muy posible que Egipto sí sea el próximo en hacerlo.

Y agrega:

The Arab masses (not just in North Africa but the Levant and the Arabian Peninsula) have watched the fall of the Tunisian regime blow by blow, creating the possibility that the public in many countries may find inspiration in the Tunisian experience. It is too early to say how things will unfold in the Middle East and North Africa, as each state has unique circumstances that will determine its trajectory. What is certain, however, is that a regional shift is under way, at least to the extent that governments can no longer continue with business as usual.”

Las masas árabes (no solo el norte de África, sino que también el Medio Oriente y la península árabe) han visto paso a paso la caída del régimen tunecino, creando así la posibilidad de que los pueblos de muchos países se inspiren con la experiencia vivida en Túnez. Es muy pronto para decir cómo se irán desarrollando las cosas en el Medio Oriente y el norte de África, ya que cada estado posee diferentes circunstancias que determinarán su trayectoria. Pero sin embargo, lo que sí es certero es que un cambio a nivel regional está en camino, al menos en el sentido de que los gobiernos ya no pueden hacer negocios como los solían hacer”.

Syrian Qunfuz presta mucha atención a si este «efecto dominó» es posible en la región. Relata:

If there is a domino effect, it won’t be immediate and it won’t proceed evenly. Current conditions in Iraq obviously will not permit a unified national uprising against the government. Such language is not even relevant. In Syria the president is reasonably popular, even if the regime around him isn’t. And if the president were to fall dramatically from popular grace, Syrians fear that revolution would lead to sectarian war and Israeli intervention – both real possibilities. Saudi Arabiais too tribally divided, and many sections of society are too comfortable, for revolutionary disruption. The angriest population in the kingdom is the oppressed Shia community, but any action on their part would be fiercely opposed by the Wahhabi heartland. Bahrain, with a politicised and intelligent Shia majority facing an oppressive Sunni ruling family, is a more likely candidate for change. Egypt is the unknown quantity. On the one hand, the failure of Mubarak’s gangster regime has been resounding. On the other, very many Egyptians do not have the leisure to think about anything except their next meal. They don’t follow events on Facebook or even on al-Jazeera. And we can be almost certain that any serious attempt at popular revolution in Egypt would result in thousands of deaths. (But that can play both ways – nothing generates a revolution like a series of funerals. See Ali Farzat’s picture above.)

Perhaps in six months’ time non-Arab commentators will decide that the Tunisian revolution was a mere anomaly in an eternally stagnant Arab world. But they’ll be wrong. The revolution will exert a long-term pervasiveness throughout Arab culture, as the Iranian revolution did before it. It will change the air the Arabs breathe and the dreams the Arabs dream.

Si es que existe un efecto dominó, no será inmediato y no procederá de manera equitativa. Obviamente las condiciones en la actualidad en Irak no permitirán una unión revolucionaria a nivel nacional en contra del gobierno. Ni siquiera es relevante tal idea. El presidente de Siria es bastante popular, aunque el régimen que lo rodea no lo sea. Y en caso de que el presiente perdiera de forma dramática su eminencia popular, los sirios temerían que la revolución los guíe a una guerra sectaria y a la intervención de los israelitas; ambas posibilidades reales. Arabia Saudita posee demasiadas divisiones a nivel de tribus y muchas de las secciones de su sociedad están demasiado cómodas como para una interrupción revolucionaria. La población más enfurecida en el reino es la reprimida comunidad shiita, pero cualquier acción de su parte sería enfrentada agresivamente por el corazón de Wahhabi. Bahréin, con una mayoría shiita politizada y pensante, enfrentando a una familia gobernante sunita, es la mejor opción para realizar un cambio. Egipto es una cantidad desconocida. Por un lado, el fracaso del régimen mafioso de Mubarak ha quedado resonando. Por el otro, la gran mayoría de los egipcios no tienen la tranquilidad para pensar en otra cosa que no sea en su próxima comida. Ellos no siguen eventos en Facebook ni siquiera en al-Jazeera, y podemos estar casi seguros de que cualquier intento de revolución popular en Egipto podría resultar en miles de muertes (Pero eso puede jugar en ambos sentidos; nada genera una revolución como una serie de funerales. Véase arriba la fotografía de Ali Farzat).

Tal vez de aquí a cinco meses los comentaristas no árabes decidan que la revolución de Túnez fue una mera anomalía en un mundo árabe eternamente paralizado. Pero se equivocarán. La revolución se introducirá en la cultura árabe por un largo tiempo, así como lo hizo la revolución en Irán previamente. Cambiará el aire que respiran y los sueños que poseen los árabes.

Mientras tanto, de vuelta en Bahréin, Mahmood Al Yousif está preocupado porque Túnez ahora irá de un extremo al otro. Escribe:

I’m willing to bet that the pendulum now will swing from the one extreme of robbing the Tunisian people of one important element of their identity, religion – through to the other end and we’ll see the rise of Islamism and Islamist sentiments.

So who and what gets sacrificed at the alter of extremism? Common sense and moderation.

Estoy dispuesto a apostar que ahora el péndulo se balanceará desde el extremo en que se les roba a los tunecinos su elemento más importante como lo es su identidad, su religión, al otro extremo dónde veremos el crecimiento del islamismo y de los sentimientos islamistas.

Entonces, ¿quién y qué es lo que se sacrifica en nombre del extremismo? Sentido común y moderación.

Al Yousif agrega:

We have quite a lot to learn from the “Tunisian Experiment”, and the wise will benefit most if they take time to understand what transpired and why and try to enact those lessons in their own societies with the inculcation of the respect for human rights and their freedoms of faith, association, thought and speech, and not to shove one doctrine or another down people’s throats.

Tenemos mucho que aprender del «experimento tunecino». Los sabios beneficiarán a la mayoría si se toman el tiempo de entender lo que sucedió y por qué. También tratarán de promulgar esas enseñanzas en sus propias sociedades e inculcar el respeto por los derechos humanos y sus libertades de fé, organización, pensamiento y discurso, y no imponer una doctrina u otra en su gente.

Esta publicación es parte de nuestra cobertura especial Levantamiento en Túnez 2010/11.

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