¿Cómo violan PIPA y SOPA los principios de apoyo a la libertad de expresión e innovación de la Casa Blanca?

Durante el fin de semana, la administración de Obama emitió un comunicado que cambiaba potencialmente las reglas del juego [en] a los proyectos de leyes de listas negras, diciendo que se opondría a PIPA y SOPA como están escritas, y trazó una importante línea en la arena enfatizando que «no apoyará» ninguna ley que «limite la libertad de expresión, aumente el riesgo de ciber-seguridad, o restrinja la dinámica e innovativa Internet global.»

Sin embargo, la lucha está lejos de haber terminado. Aunque el New York Times informó [en] que el comunicado de la Casa Blanca «mata cualquiera de las versiones de la legislación,» el Senado sigue animado a llevar PIPA a la mesa de discusión la próxima semana, y podemos esperar que los autores de SOPA en el Congreso traten de revivir la legislación – al menos que les llegue el mensaje de que esas iniciativas deben parar, ahora.  Así que echemos un vistazo a las peligrosas cláusulas en los proyectos de ley de listas negras que violarían los propios principios de la Casa Blanca al dañar la libertad de expresión, seguridad de Internet, e innovación en línea:

La Cláusula Anti-elusión

Además de perseguir a sitios que supuestamente estén involucrados directamente en una violación de derechos de autor, una propuesta de SOPA permitiría al gobierno elegir como blanco a sitios que simplemente provean información que pueda ayudar a los usuarios a eludir los mecanismos de censura de las leyes. Esta cláusula podría no sólo ser una restricción inconstitucional a la protección de la expresión, si no que también dañaría fuertemente la innovación en línea. Y contrariamente a los dichos de los partidarios de SOPA, la cláusula – al menos de la forma en que fue propuesta hasta ahora – aplica a todos los sitios web, incluso aquellos fuera de Estados Unidos.

Un experto en la Primer Enmienda, Marvin Ammori señaló [en], “La redacción es sumamente vaga, pero parece que todas estas compañías deben monitorear sus sitios buscando cualquier posible anti-elusión para no quedar expuestos a acciones judiciales que les ‘ordenen’ a dejar de proveer ‘su producto o servicio.’ Esto significa que los sitios de redes sociales como Facebook o YouTube—básicamente cualquier sitio con contenido generado por los usuarios—tendrían que vigilar sus propios sitios, imponiendo fuertes cargas de costos a innumerables empresas de Internet. Esto es exactamente el por qué los inversores han expresado masivamente [en] que no invertirán en emprendimientos en línea si PIPA y SOPA son aprobados. Los sitios web serían forzados a bloquear desde cualquier posteo sobre añadiduras a los buscadores hecho por un usuario, como DeSopa [en], hasta una simple lista de direcciones IP de sitios previamente bloqueados.

Tal vez sea peor, EFF ha detallado cómo esta provisión [en] también podría poner en jaque a la comunidad de fuente abierta de software. Esto incluye organizaciones que han sido fundadas por el Departamento de Estado para crear software que ayude a activistas pro-democracia a esquivar los mecanismos de censura de regímenes autoritarios. Irónicamente, SOPA no sólo instituiría las mismas prácticas que estos gobiernos, sino que también haría ilegales [en] las herramientas usadas por activistas para burlar la censura en países como Irán y China.

La Cláusula “Vigilante”

Otra peligrosa cláusula en PIPA y SOPA que no ha recibido suficiente atención es la provisión «vigilante», que otorgaría una amplia inmunidad a los proveedores de servicios si sobre-bloquean a usuarios inocentes o bloquean sitios voluntariamente con ninguna supervisión judicial del todo. El estándar de inmunidad es increíblemente bajo y el potencial de abuso altísimo. Los intermediarios sólo necesitan actuar «de buena fe» y basar su decisión en «evidencia creíble» para recibir inmunidad.

Como lo señalamos hace meses [en], esta cláusula permitiría que el MPAA y RIAA crearan listas negras de sitios que desean censurar. Los intermediarios se encontrarían bajo la presión de actuar para evitar órdenes judiciales, creando un vehículo para que las corporaciones censuren sitios—incluso aquellos en Estados Unidos—sin ninguna supervisión legal. Y como Conocimiento Público lo ha resaltado [en], esta provisión no sólo puede ser usada para reclamos sin fundamento de derechos de autor que están protegidos por un razonable uso, si no que las grandes corporaciones pueden aprovecharse de esto para frenar a sus competidores emergentes y así dar la vuelta a las leyes anti-monopolio:

Por ejemplo, el proveedor de Internet podría bloquear requerimientos de DNS para un sitio que ofrece videos en línea que compita con sus ofertas de cable basado en «evidencia creíble» que el sitio estaba, en su propia estimación, promoviendo su uso para acciones ilegales… Mientras la enmienda requiere que la acción sea tomada de buena fe, el sitio bloqueado ahora tendrá que soportar la carga de probar su inocencia o la mala fe de su acusador para ser desbloqueado.

Derecho Corporativo de Acción

PIPA y SOPA también permite a los titulares de derechos de autor obtener una orden judicial para evitar que sitios extranjeros accedan a procesadores de pago y anunciantes. Como hemos subrayado contínuamente [en], los titulares de derechos de autor ya pueden remover material ilegal de la red bajo la norma de notificación y dada de baja de DMCA. Desafortunadamente, hemos visto [en] que se ha abusado del poder una y otra vez [en]. Sin embargo los autores de PIPA y SOPA quieren dar a los dueños de los derechos incluso más poder, permitiendo esencialmente que puedan bajar sitios completos en lugar de quitar contenido ilegal específico.

Mientras esta cláusula sólo afecta a los sitios extranjeros, también influye a los derechos de expresión libre de los norteamericanos. Como Marvin Ammori explicó [en], «El caso fundamental de Lamont v. Postmaster [en] deja claro que los norteamericanos tienen el derecho en la Primera Enmienda de leer y escuchar discursos extranjeros, incluso si los extranjeros no cuentan con un derecho de libre expresión como la Primera Enmienda.» Si la historia sirve de guía – y tememos que así sea – veremos jugosos reclamos de masivas bajas de legítimos y protegidos discursos.

Poderes Extendidos para el Fiscal General

PIPA y SOPA también le darían al Fiscal General la nueva autoridad de bloquear servicios de nombre de dominios, una cláusula que ha sido universalmente criticada tanto por expertos de seguridad en Internet como estudiosos de la Primera Enmienda. Incluso los autores de las leyes de listas negras están ahora públicamente dudando [en] sobre esta espantosa provisión. Pero incluso sin ella, esta sección forzaría a que muchos intermediarios se conviertan en policía de Internet al poner la responsabilidad de censura en sus hombros, cuando usualmente son terceros inocentes.

El Fiscal General también estaría empoderado para des listar sitios de los buscadores, lo cual lo dijo Eric Schmidt [en], Presidente de Google,  «criminalizaría enlazar y la estructura fundamental de Internet en sí misma.»  Lo mismo aplica para los procesadores de pago y anunciantes.

Estas son sólo algunas de las graves cláusulas en PIPA y SOPA que cambiarían drásticamente la forma en que usamos Internet (para peor), y castigarían a millones de inocentes usuarios [en] quienes ni siquiera habían pensado en violar derechos de autor. Como el co-fundador de Reddit, Alexis Ohanian, explicó [en] PIPA y SOPA son “el equivalente a estar enojado y tratar de tomar acciones en contra de Ford sólo porque un Mustang fue usado en un robo de banco.” Estos proyectos de ley deben ser frenados si deseamos proteger la libre expresión e innovación en la red.

Por favor toma acción ahora y diga [en] a sus representantes en el congreso que te opones a las leyes de listas negras.

Posteo cruzado [en] con la Fundación de la Frontera Electrónica.

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