Éxodo forzado de ciudadanos colombianos enciende el debate en Venezuela

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Temiendo ser deportados o agredidos durante la suspensión de garantias constitucionales, muchos inmigrantes indocumentados colombianos han empezado a cruzar el río Táchira para huir de Venezuela. Foto tomada de la cuenta en Instagram de Daniel Blanco (@danielblancopz) y usada con autorización.

El pasado 21 de agosto el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, decretó un estado de excepción en seis municipios del estado venezolano de Táchira, fronterizo con Colombia, como medida para «combatir el paramilitarismo, el narcotráfico y el contrabando en esta zona fronteriza». Dos días antes resultaron heridos tres miembros de la Fuerza Armada y un civil tras un enfrentamiento con supuestos contrabandistas.

Maduro manifestó su indignación y deseo de seguir combatiendo al que él llama «el paramilitarismo procedente de Colombia», y clamó por  la “colaboración de las autoridades colombianas para la identificación y captura de los sujetos que perpetraron el ataque, en caso de que hayan pasado la frontera”:

“Quiero expresar mi repudio, mi dolor por este ataque, esta emboscada, que hubo contra dos jóvenes tenientes, contra unos soldados de nuestra patria en San Antonio del Táchira, he estado siguiendo detalle de los sucesos  y realmente es indignante, es doloroso. Todo el pueblo en este momento debe solidarse con nuestra Fuerza Armada Nacional Bolivariana y con la juventud bolivariana militar que está en la frontera defendiendo el derecho a la paz”.

Al menos 1.000 personas han sido deportadas a Colombia desde el 21 de agosto, de acuerdo con declaraciones del Gobernador del estado Táchira, José Gregorio Vielma Mora.

El operativo ha tenido como epicentro un poblado llamado La Invasión, donde viven cientos de colombianos en Táchira, que ha sido considerado por las autoridades venezolanas como un refugio de contrabandistas y paramilitares. Muchos también han optado por salir voluntariamente.

Los crecientes subsidios, principalmente de la comida y la gasolina, del gobierno de Venezuela han estimulado el contrabando hacia el vecino país pero también ha tenido un efecto negativo en el vecino estado del Norte de Santander, Colombia, donde comerciantes e industriales también se quejan del contrabando.

Las denuncias, historias y situaciones que se han generado a raíz de los allanamientos sistemáticos y deportaciones son múltiples y ha levantado además todo tipo de reacciones. Naky Soto Parra en su blog El Zaperoco de Naky, arremetió contra Maduro y narró la situación que se vive en la frontera colombiana:

Nada de lo que dijo Nicolás justifica el desplazamiento arbitrario de mil colombianos, ni la demolición de sus casas, ni las vejaciones sufridas, ni el discurso xenofóbico que cree se arregla al decir que los ama. Nada justifica las imágenes de niños durmiendo en tiendas de campaña, mientras sus padres relatan todo lo que perdieron.

La periodista Omaira Labrador da cuenta de lo que sucede en el Táchira en su cuenta de Twitter:

A pesar de que las autoridades venezolanas han afirmado que se han respetado los derechos de los deportados en las redes sociales, se comparten fotos y videos que ilustran cómo ha sido el proceso, toda vez que al estar cerrada la frontera, los inmigrantes colombianos deben regresar a su país cruzando el río Táchira, frontera natural entre ambos países.

El siguiente video muestra a un grupo de colombianos cantando su himno nacional mientras cruzaban a su país.

Amnistía Internacional alertó que «las personas deportadas habrían sido detenidas en operativos conjuntos de la Guardia Nacional y la Fuerza Armada y expulsadas a Colombia sin oportunidad de impugnar su expulsión o sin tener la posibilidad de recoger sus pertenencias. En algunos casos se han denunciado maltratos durante la detención, desalojos forzosos y demolición de casas donde vivían o se cree que vivían nacionales colombianos sin ningún tipo de respeto de garantías».

Con D de demolición

No conforme con la expulsión de los ciudadanos colombianos, las viviendas de La Invasión fueron marcadas con R de «revisar» y D de «demoler».

Incluso el expresidente colombiano César Gaviria se pronunció al respecto:

En San Antonio del Táchira y Rubio es difícil conseguir alguien que defienda la deportación de colombianos, un sentimiento que se ha extendido en el resto del país y que deja constancia en las redes sociales con etiquetas como #ParceVenezuelaTeQuiere y desde Colombia #ChamoColombiaTeQuiere

Olga Isabel Ramos, en su cuenta de Twitter, expresó:

El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, escribió en Twitter su apoyo y ordenó ayudas para los colombianos en la frontera:

Otros tuits expresan cómo desde Colombia hay quienes se alarman con la llegada de este alto número de personas en condiciones económicas deficientes, por lo que diferentes entidades ya están llegando a la frontera para apoyarlas:

No obstante, los afectos al chavismo han manifestado su apoyo a la medida:

Muchos señalan la ironía del otro lado de la moneda. Los venezolanos que están migrando al exterior como una forma de escapar a la crisis que allí se vive incluyen precisamente a Colombia como destino preferido, junto con EE.UU., España, Italia y Portugal. En Colombia, la misma canciller María Angela Holguín ha reconocido la permanencia de 250 mil venezolanos, aparte de los 250 mil que tienen movilidad constantes. Según Datos de Migración Colombia, mientras en 1999 entraron al país 56.863 y salieron 58.581, en 2012 se han registrado 181.674 entradas y 179.984 salidas.

A pesar de las reuniones sostenidas entre de ambas cancillerías esta semana, el gobierno venezolano Maduro aseguró que no ve «en el corto plazo» apertura de la frontera y agrega que no se abrirá hasta que se restablezca un mínimo de convivencia y respeto a la legalidad».

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