Fotógrafo: Ruben Neugebauer

Este artículo se basa en una pieza escrita por Melanie Mattauch para 350.org, una organización que construye un movimiento climático global, y se republica en Global Voices como parte de un acuerdo de intercambio de contenidos.

En la mañana del sábado, alrededor de 1.500 personas partieron del campamento climático de Renania en Alemania para tratar de entrar en la mina de lignito a cielo abierto de Garzweiler y bloquear las excavadoras masivas.

Las minas de lignito y centrales eléctricas de RWE en la región del Renania son la mayor fuente de emisiones de CO2 en Europa. Tres de las cinco centrales eléctricas más contaminantes de Europa se encuentran allí.

El gobierno alemán desechó recientemente sus planes de gravar las emisiones de CO2 de las centrales de lignito más contaminantes. En su lugar, adoptó la «reserva de capacidad» propuesta por los grandes operadores de lignito RWE y Vattenfall, que hace que consumidores y contribuyentes paguen para que los contaminadores dejen algunas plantas en modo de espera sin que se logre la necesaria reducción de emisiones.

Personas de toda Europa que ya no están dispuestas a ver políticos que no toman medidas contra el cambio climático, viajaron a la región del Renania para unirse al acto de desobediencia civil masiva diciendo «Ende Gelände: aquí y no más allá».

Los activistas, divididos en grupos, se acercaron a la mina desde diferentes lados. Para llegar a la mina, tuvieron que superar una autopista y varias barreras policiales. Había 1.000 policías en el lugar, además de la seguridad privada de RWE.

Fotógrafo: Paul Wagner

Fotógrafo: Paul Wagner

En algunos lugares, la respuesta policial a los activistas comprometidos con la no violencia fue desproporcionada en el uso de gas pimienta y garrotes de forma masiva. Los activistas permanecieron pacíficos e intentaron aliviar la tensión de la situación.

Fotógrafo: Tim Wagner

Dos escaladores se suspendieron de un puente sobre la autopista para lograr bloquearlo temporalmente, lo que permitió al último grupo, que aún no había logrado superarlo, cruzar con seguridad.

Foto: Ende Gelände

Fotógrafo: Paul Wagner

Alrededor de 1.000 personas lograron entrar en la mina obligando a RWE detener las excavadoras. Los excavadoras Bagger 228 miden 220 metros de largo y son los más grandes vehículos terrestres en el mundo .

Fotógrafo: Ruben Neugebauer

Fotógrafo: Paul Wagner

Un grupo logró subir a una de las excavadoras, otros grupos fueron rodeados por la policía y permanecieron durante horas con las excavadoras sin funcionar alrededor de ellos. Las operaciones en la mina se paralizaron por completo y las cintas transportadoras se detuvieron. Los periodistas se retiraron del sitio.

Fotógrafo: Tim Wagner

Fotógrafo: Paul Wagner

Fotógrafo: Ruben Neugebauer

De todos los combustibles fósiles, el lignito tiene el peor impacto en el clima. La resistencia local contra la explotación de los yacimientos de carbón que contaminan el agua y del aire, el desplazamiento forzado de comunidades enteras y la destrucción ambiental es enorme. Durante los últimos tres años, los activistas de base han ocupado reiteradamente el bosque Hambach para detener la tala, consecuencia del avance de la minería.

Fotógrafo: Ruben Neugebauer

Le tomó mucho tiempo a la policía retirar a los activistas. Colaboraron con el servicio de seguridad privada de RWE y usaron sus vehículos para entrar en la mina. Por la tarde, 800 personas se unieron a la protesta de solidaridad fuera de la mina.

Por la noche, todos los activistas se habían ido o habían sido retirados de la mina y 240 fueron llevados a comisarías locales. Todos los que participaron en la acción fueron liberados esa noche. RWE anunció que está evaluando presentar 797 denuncias por invasión de propiedad privada.

Fotógrafo: Paul Wagner

Fotógrafo: Paul Wagner

Las personas regresaron al campamento de buen humor, a pesar de que algunos resultaron heridos por el gas pimienta y los garrotes. Muchos de los activistas participaban por primera vez en un acto de desobediencia civil. Uno de ellos regresó de la acción diciendo que, por primera vez en su vida, se sentía verdaderamente poderoso.

Fotógrafo: Ruben Neugebauer