Cables sauditas revelan cómo Arabia Saudita observó el levantamiento del 14 de febrero en Bahréin

The Saudi Cables, released by Wikileaks, includes a treasure trove of information in secret exchanges between Saudi diplomats on restive Bahrain

Los cables sauditas, publicados por WikiLeaks, incluyen un tesoro de información de intercambios secretos entre diplomáticos sauditas sobre el inestable Bahréin.

La intromisión de Arabia Saudita en los asuntos internos de Bahréin ha sido revelada en documentos de alto secreto publicados por Wikileaks, el sitio de denuncias, desde el 20 de junio.

WikiLeaks publicó los cables sauditas, que contienen cerca de medio millón de documentos confidenciales y correspondencia entre el gobierno saudita y sus embajadas en todo el mundo.

No es ningún secreto que el gobierno de Arabia Saudita siempre ha mostrado su pleno apoyo al régimen de Bahréin y envió la fuerza Escudo de la Península para aplastar el levantamiento popular en 2011.

Las protestas contra el gobierno se extendieron por las calles de Bahréin el 14 de febrero de 2011, con los manifestantes pidiendo reformas democráticas y más libertades. Este movimiento irritó al gobierno de Bahréin y su vecina Arabia Saudita, que actuaron con rapidez y energía tras haber aprendido las lecciones de la Primavera Árabe en otros países de la región.

Algunos de los cables revelan cómo el gobierno saudita observaba de cerca la cobertura de los medios internacionales sobre Bahréin, controlando los medios de comunicación que cubrían las protestas y documentando todo lo que se informaba.

De los muchos tuits que circulan en los medios sociales con fotografías de diferentes documentos, este usuario tuiteó un documento que muestra el informe del gobierno saudita sobre un artículo escrito por Nicholas Kristof, del New York Times en Shorouk News en 2012, en el que señala que el gobierno de Bahréin no permitió que los periodistas y testigos observaran la represión en Bahréin:

Algunos de los documentos filtrados en WikiLeaks de los cables sauditas son el análisis de la embajada y de la inteligencia saudita sobre la revolución en Bahréin.

Otro cable representa a la comunidad chiita en Bahréin unida contra los fragmentados grupos sunitas.

La inteligencia saudita vigila la debilidad y fragmentación de las fuerzas sunitas frente a las fuerzas chiitas en los acontecimientos de Bahréin

El anterior documento también establece que oficiales y altos funcionarios sin ningún parentesco con la familia gobernante de Bahréin se quejan de que tienen deudas, no son valorados y creen que el gobierno está dispuesto a prescindir de ellos para obtener ventajas políticas.

También menciona que el intento del gobierno de Bahréin de ralentizar internet no tuvo éxito porque los activistas chiitas tienen otras formas de comunicación, mientras que aquellos que trabajan con organizaciones internacionales están provistos de teléfonos.

El documento del gobierno saudita describe los trámites de visado como demasiado indulgentes, lo que facilita a los ciudadanos iraníes, iraquíes y libaneses con nacionalidades extranjeras obtener visados de entrada, y ofrecer ayuda y orientación a la oposición chiita. Instaba al gobierno bahreiní a reforzar su control sobre estos procedimientos y cerrar esa brecha.

Otro documento que también muestra el papel de Arabia Saudita en fomentar la división sectaria se centra en el principal clérigo chiita de Bahréin, Isa Qassim, que también es líder espiritual de la Sociedad Nacional Islámica Alwefaq, el mayor bloque político en Bahréin.

La inteligencia saudita informa sobre la revolución del pueblo bahreiní e incita contra el Jeque Isa Qassim.

El siguiente telegrama titulado «Evaluación de la situación en el país anfitrión» fue emitido por la embajada saudita en Manama. El análisis indica que había una división dentro de la familia gobernante bahreiní sobre cómo hacer frente a la escalada de protestas lideradas por los chiitas en el primer aniversario de la revolución del 14 de febrero.

El telegrama describe la seguridad y el ambiente político en el país como aún muy peligrosos un año después del estallido de los acontecimientos del 14 de febrero. El informe dice que la oposición chiita está prolongando la situación y ganando tiempo mientras lidia con las medidas de seguridad gubernamentales.

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La evaluación también menciona que había presión por parte de los partidarios del gobierno sunitas, que se quejaban del débil enfoque adoptado al hacer frente a las protestas callejeras chiitas y de no castigar a los sospechosos de participar en la «intentona golpista».

El gobierno saudita también envió una carta al ministro de Asuntos Exteriores británico, William Hague, y una carta por duplicado a la secretaria de Estado, Hillary Clinton, pidiendo su intervención en el levantamiento del embargo de armas a Bahréin, alegando que el país se enfrenta a graves problemas de seguridad y actos violentos apoyados por otras fuerzas regionales.

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El Ministerio de Asuntos Exteriores saudita ha llamado a la reciente publicación de los documentos filtrados en WikiLeaks un «ataque electrónico«.

El Ministerio de Asuntos Exteriores saudita advirtió a los sauditas en Twitter que no consideren acceder al sitio de WikiLeaks:

Estimado ciudadano informado: Evite acceder a cualquier sitio con el fin obtener documentos o información filtrada que puedan ser incorrectos con el propósito de dañar la seguridad nacional.

Permanezca atento mientras nuestro equipo de Global Voices Online descubre más documentos del grupo filtrado.

Vea también nuestra cobertura en Checkdesk Global Voices, donde hacemos un seguimiento de las reacciones a los cables sauditas en los medios ciudadanos.

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