Cuando hay mucho en juego y la historia cambia constantemente: reporte de situaciones de crisis en línea

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Imagen de @william_fitz. (L-R) Lauren Finch, Isolde Amante, Joey Ayoub y Mohamed Nanabhay.

Muchos de los paneles de la Cumbre de Global Voices ofrecieron una perspectiva global acerca de los desafíos que plantean los reportes difíciles. En “Cuando hay mucho en juego y la historia cambia constantemente: reporte de situaciones de crisis en línea” la moderadora Lauren Finch explica que parecen historias sencillas de contar: surgen, un periodista profesional o ciudadano ofrece su visión y nosotros la repetimos de ser necesario. Pero se está volviendo cada vez más difícil. 

Los gobiernos habitualmente se exceden con la propaganda, y necesitamos revelar qué es real, qué es imaginario y aspiracional. Un aluvión de medios ciudadanos nos permiten ilustrar una crisis con mayor detalle, pero también significa que tenemos el desafío constante de verificar. En tiempos de crisis la gente suele experimentar situaciones traumáticas, que requieren compasión y precaución en la cobertura. Y todos estos factores operan mientras el tiempo apremia. Nuestro panel presenta periodistas profesionales y ciudadanos que han cubierto situaciones de crisis en todo el mundo.

Mohamed Nanabhay, exdirector de Al Jazeera en inglés en línea y miembro de la junta directiva de Global Voices, recuerda la revolución egipcia como un evento que le enseñó lecciones sobre el reporte de crisis. El 25 de enero de 2011, Al Jazeera estaba lista para desarrollar una historia sólida: los documentos palestinos, una filtración masiva de documentos que ofrecían una mirada sobre las negociaciones israelí/palestinas. Al Jazeera había invertido meses en la historia, produciendo documentales, presentaciones en línea y toda la organización estaba lista para revelar la historia. 

En este caso, Al Jazeera tuvo pésimo sentido del tiempo. Sus corresponsales en El Cairo le informaron que había protestas teniendo lugar en la plaza Tahrir, pero la sala de redacción ignoró los informes: siempre hay una protesta en Egipto. Al Jazeera no padece precisamente de déficit de expertos en Egipto, pero al principio no pudieron ver la importancia de la protesta. Mohamed comenzó a entender lo que Jazeera debía hacer al monitorear Twitter. La gente en Twitter estaba tomando la revolución muy seriamente, la relacionaban con la revolución en Túnez y se preguntaban por qué Al Jazeera no estaba cubriéndola, y especulaban acerca de una conspiración con base en Doha para apoyar a Mubarak.

Al Jazeera tenía una pequeña historia acerca de la protesta y estaba trabajando para llevar a la audiencia web la historia de los Documentos palestinos, pero esa pequeña historia tenía gran repercusión. Entonces la sala de redacción, liderada por Twitter y por activistas que reclamaban cobertura, dirigida por sus estadísticas de tráfico, decidió desplegar varios periodistas y abordar la historia seriamente.

Isolde Amante es una periodista de medios gráficos con base en Cebú. En sus 23 años de trabajo, el 2013 incluyó los 23 días que constituyeron el mayor reto que ha enfrentado. El 15 de octubre de 2013, un terremoto de magnitud 7.2 azotó Bohol, causando la muerte de más de 200 personas. El 5 de noviembre de 2013, un tornado destruyó 70 viviendas. Y el 8 de noviembre de 2013, el tifón Haiyan impactó en las cercanías de Cebú. Fue la peor tormenta en la historia de Filipinas y dejó como saldo 6300 muertos.

Debido a otras historias importantes, Amante dice que su diario tenía menos de 5 periodistas disponibles para cubrir la historia. Desactivaron su sistema y simplemente cubrieron lo que pudieron tan rápido y adecuadamente fue posible.  

Haiyan no es el único tifón que ha azotado Cebú – los lugareños recuerdan el tifón Mike de 1990. Pero en comparación con anteriores catástrofes, los medios sociales transformaron la manera en que los periodistas cubrieron este tifón. Cuando el tornado llegó unos pocos días antes, su sala de redacción se enteró no a través de la radio, sino vía Twitter. Alguien tuiteó un informe y una foto directamente al diario.

Los medios sociales también permitieron cubrir los esfuerzos de reconstrucción en marcha luego del tifón. Cuando CNN y BBC dejaron de cubrir la crisis, los diarios de Cebú continuaron informando, presentando historias sobre los sobrevivientes y la reconstrucción, a menudo usando datos que les llegaban en línea.

Las agencias de noticias también son capaces de ser más proactivas en tiempos de medios digitales. La información sobre el clima en Filipinas tiende a estar limitada a las tormentas dentro de las fronteras de la nación. Los diarios de Cebú ahora dependen de la información meteorológica japonesa y de los tuits de metereólogos que advierten sobre los tifones que se acercan a la isla.

La demanda de información se ha vuelto también más urgente a medida que la audiencia de las noticias está cambiando. Hay 10 millones de filipinos en el exterior interesados en conocer qué estaba sucediendo tras el paso del tifón. Como resultado, la función más popular en el sitio web del Sun Star de Cebú era la lista de desaparecidos. Las agencias de noticias ahora tienen vocación por atender las necesidades de una audiencia local y global simultáneamente.

Finalmente, los medios sociales han contribuido a movilizar la ayuda comunitaria. Amante señala que el 56% de la ayuda posterior al tifón vino del sector privado, mientras solo el 8% provino de los gobiernos locales. Los diarios desempeñaron su rol, publicaron la lista de comunidades rurales que no habían recibido ayuda y la repitieron hasta que esas comunidades obtuvieron su parte. 

Ella señala que Filipinas parece estar mejorando en la respuesta frente a la crisis. El tifón Hagupit fue una tormenta más intensa que el Haiyan, pero hubo menos víctimas fatales. “Quizás estemos haciendo progresos.”

Joey Ayoub escribe acerca de Palestina y Líbano. Él destaca que está usando un pañuelo palestino que le dio un amigo de Haifa, a mitad de camino entre Beirut, donde él vive y Gaza, un lugar que cubre a menudo. 

En el último conflicto en Gaza, en el transcurso de 50 días, más de 2000 palestinos fueron asesinados. El 78% fueron civiles. Joey señala que 77 familias fueron aniquiladas. Gaza es un territorio muy pequeño, extremadamente pobre y el 45% de la población son menores de 14 años de edad. Un gazatí de seis años, explica, ha sufrido tres guerras, o masacres como él prefiere llamarlas. 

A pesar del hecho que Gaza está cerrada, es fácil de cubrir a través de los medios sociales. “Los gazatíes tuitean en inglés porque saben que el único que puede detener este infierno es Occidente.” Él presenta algunos de los tuits de Gaza que contribuyeron a ilustrar la guerra más reciente, señalando a Mads Gilbert, un doctor noruego que vive y trabaja en Gaza. 13 de un total de 16 hospitales de Gaza fueron destruidos durante la guerra, lo que significó que los niños debieran ser trasladados a Egipto para cirugías de emergencia. Joey muestra una imagen de la foto del pasaporte de un niño. El chico está usando una máscara de oxígeno porque el pasaporte fue de emergencia y la foto fue tomada en el hospital. 

Los medios sociales también permiten contranarrativas. Ben Cohen, un activista en línea, publicó un tuit que se viralizó, una foto de él con niños gazatíes. Tenía un título irónico: “Selfie con la principal amenaza para Israel”. Cuando el Times of Israel republicó un artículo de opinión de un diario norteamericano titulado «Cuando el genocidio es admisible», los activistas en línea reclamaron que fuera retirado y que su presencia fuera documentada en los principales sitios de noticias israelíes antes de su retiro.

Chloe Lai es una experimentada periodista hongkonesa, que luego de 15 años con diarios comerciales ahora dirige un pequeño sitio, una revista en línea que promueve el desarrollo sustentable. Ella también escribe para InMediaHK, que, según ella describe, funciona con un modelo similar al de Global Voices, usando voces ciudadanas para documentar los eventos actuales. 

Ella sugiere que Occupy Central en Hong Kong debe desafiar la narrativa de los medios de Hong Kong como abiertos y libres. Apple Daily, el único diario pro-democracia, ha sido bombardeado dos veces, en una oportunidad en sus oficinas, y la otra en la casa del editor. La planta impresora del diario fue rodeada de manifestantes pro-China para evitar que el diario distribuyera sus ejemplares. Los ataques en línea volvieron inaccesible el sitio web del diario, por lo que durante un breve período de tiempo, Apple Daily solo pudo distribuir noticias a través de Facebook y de otros medios sociales. 

Tentativas directas de intimidar a los periodistas se complementan con incidentes de autocensura. Lai nos muestra un video en el que la policía lleva a un manifestante a un rincón oscuro donde seis policías lo patean y golpean. Fue filmado a las 3am durante una noche de protestas, y transmitido en el canal de televisión más popular de Hong Kong a las 6am con una voz en off que explica el contexto del video. El jefe de redacción llamó a la oficina a las 6:35am y exigió que la sala de redacción lo editara para eliminar la voz en off. 

El video, con voces de fondo, se volvió viral, y los reporteros escribieron una carta abierta al jefe de redacción protestando por la decisión. Todos los que escribieron la carta fueron convocados a una reunión en la que el jefe de redacción justificó su decisión, explicando “Ustedes no habitan en el cuerpo del policía – ¿Cómo pueden estar tan seguros de lo que sucedió?” Él ordenó a la redacción que dejara de hablar de un “rincón oscuro” donde el incidente tuvo lugar y exigió que permitan que la audiencia se forme su propia opinión. 

Un reportero grabó la reunión, la compartió y se viralizó. Incluso cuando la prensa tradicional se autocensura, los medios sociales están dificultando que estas historias sean silenciadas.

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