A pesar de las apariencias, tres razones para que Madagascar, Argelia y Francia estén contentos en 2015

life expectancy, the level of well-being experienced and ecological footprint – is given a traffic-light score - Here is the map for Africa - from Movehub with permission

A los países en África se les califica con los colores del semáforo en esperanza de vida, nivel de bienestar y huella ecológica. De Movehub con autorización.

El año 2014 se termina con una nota bastante desalentadora dado el contexto económico global y múltiples tensiones sociales en todo el mundo. El siempre elusivo repunte de la economía mundial tiene a muchos preguntándose qué es lo que viene en 2015.  

Aun así, algunos países no dejarán que el malestar general enfríe sus espíritus. El Índice de Planeta Feliz (HPI por su nombre en inglés) es un índice de bienestar humano e impacto medioambiental que fue creado por la Fundación Nueva Economía (NEF) en el Reino Unido. Su objetivo es clasificar a los países según cómo les va con respecto a tres factores: esperanza de vida, nivel de bienestar y huella ecológica.

El Índice de HP para 2014 clasificó a 151 países, con Costa Rica, Colombia y Vietnam encabezando la lista. En Europa, Suiza, el Reino Unido, Alemania y Francia están en los primeros lugares, mientras que Argelia y Madagascar son los más felices del continente africano. Este resultado llega como una sopresa para muchos observadores de la política africana dada la turbulencia social en los dos países en años recientes. De manera similar, los ciudadanos franceses estarían anonadados de ver a su país colocado en cualquier lugar cerca de la cima de una lista de felicidad pues los electores han estado cada vez más molestos con la dirección del país.

En lugar de buscar posibles errroes en el Índice HP para esos tres países, echemos un vistazo a las razones por las que estos tres países deberían esperan con ansias el año 2015. 

Potencial para reconciliación y recuperación en Madagascar

Seamos francos. Con el 90 por ciento de la población viviendo con menos de dos dólares por día, una propagación imparable de la plaga bubónica y la imposiblidad de suministrar electricidad a la mayoría de sus ciudadanos, hay muy pocas razones para estar alegres durante las fiestas de fin de año en Madagascar. Pero muchas cosas pueden no ser tan desalentadoras como parecen.

Una razón es que Madagascar está en camino de la recuperación de una de las crisis políticas más desafiantes de su historia, que empezó en 2009 y condujo a la economía nacional a un profundo abismo. El nuevo presidente electo Hery Rajaonarimampianina ha encargado a un grupo de trabajo para la reconciliación que solucione las desavenencias no resueltas del golpe de 2009. Para empezar la iniciativa, el presidente se reunió con cuatro de sus predecesores y antiguos oponentes, Zafy, Ratsiraka, Ravalomanana y Rajoelina por primera vez en un intento de restablecer la unidad nacional.

Madagascar president with 4 of his predecessors holding hands at a national unity meeting - Public domain

Presidente de Madagascar con cuatro de sus predecesores tomados de la mano en una reunión de unidad nacional.

La historia de Madagascar está llena de puñaladas políticas por la espalda y repentinos cambios de afectos, así que hay que ser bastante cauteloso con el genuino deseo de los políticos de dejar el pasado en el pasado. Aun así, la economía posiblemente no pueda resistir otra crisis política.

Otra razón para ser optimista es que la perspectiva económica parece estar esperando al año 2015, con un crecimiento económico proyectado de 5.5 por ciento por el Banco de Desarrollo Africano. Ahora, si Madagascar pudiera hacer que su electricidad funcionara adecuadamente, el futuro sería mucho más brillante.

Activismo ciudadano y auge de políticos jóvenes en Argelia

Argelia fue el otro favorito sorpresa en África en el Índice HP, en el puesto 26 de 151 países en todo el mundo y por delante de países como Noruega y Suiza.

No todo está bien y genial en Argelia. La última elección presidencial en abril de 2014 vio la reelección para un cuarto mandato del actual presidente Abdelaziz Bouteflika, que apenas ejerce, con 81 por ciento de los votos y enfrentando acusaciones de fraude. Bouteflika está muy enfermo luego de sufrir un derrame y ahora usa una silla de ruedas.

Encima de la incómoda atmósfera política y un autoritario estado vigilante, las tensiones sectarias estallaron luego de violentos enfrentamientos entre la mayoría suní musulmana y las comunidades minoritarias ibaditas. Aun así, las elecciones presidenciales presenciaron una campaña animada de la oposición política, encabezada por el exprimer ministro Ali Benflis. Otros candidatos, como Abdelaziz Belaid, el candidato presidencial más joven de la historia, y la candidata Louisa Hanoune también mostraron que hay potencial para una nueva ola de políticos en Argelia.

A pesar de la severa represión de la policía, los medios ciudadanos también tuvieron un fuerte impacto en Argelia en 2014. Informes en video de civiles como el siguiente revelaron brutales conflictos en la ciudad de Ghardaïa que fueron ignorados por los medios nacionales:

Se encarceló a activistas políticos y activistas de la libertad de expresión durante la campaña electoral, pero el movimiento Barakat! (que significa suficiente) se fortaleció durante las elecciones, lo que es buena señal para el futuro de la democracia en Argelia.

Ciudadanos franceses unidos contra el sentimiento antifrancés

De acuerdo con los clichés, los trabajadores franceses en huelga perenne, son un asunto difícil de soltar. La verdad es que la atmósfera política se ha vuelto bastante tensa en Francia, el resultado de una economía estancada, alto desempleo y el auge de partidos de extrema derecha. Si las elecciones se realizaran hoy, la candidata de extrema derecha Marine Le Pen estaría por encima de todos los posibles candidatos presidenciales.

El difícil contexto provocó muchos comentarios mordaces de observadores extranjeros por el futuro desalentador de Francia, conocido comúnmente como sentimiento antifrancés.

Ningún país quiere que lo metan en un marco general o que los observadores externos lo menosprecien. Así que cuando los comités del Nobel concedieron dos premios Nobel en 2014 a dos ciudadanos franceses (el Premio Nobel de Ciencias Económicas a Jean Tirole y el Premio Nobel de Literatura a Jean Patrick Modiano), el primer ministro francés Manuel Valls no pudo evitar responder con un «toma eso» contra el sentimento antifrancés en Twitter:

Luego de Patrick Modiano, otro ciudadano francés en la cima del mundo: ¡felicitaciones a Jean Tirole! ¡Toma eso, sentimiento antifrancés! Orgulloso de Francia.

Además del alarde temporal por los premios Nobel, en realidad hay razones para que los franceses tengan la frente en alto. La economía puede haberse estancado, pero se debe notar que no ha caído en una de las crisis económicas más duras en Europa en décadas. Una reforma para impulsar la economía llamada «Ley de crecimiento y actividad» está en marcha. La reforma empresarial incluye, entre otras medidas, un plan de mayor flexibilidad en horarios de atención en zonas turísticas. Ciertamente, el turismo es un rubro en el que a Francia le está yendo muy bien, como lo señala acá el diario británico The Guardian.

Un foro público de tres días en diciembre llamado «Osons la France» (traducido como «Atrevámonos a la Francia») destacó los innovadores servicios creados por las empresas francesas que empezaron en 2014, como se ve en este video: 

No todo está bien en Francia, evidentemente. Pero los detractores pueden haberse adelantado un poco con sombrías predicciones, al menos para 2015.

Por noticias más esperanzadoras y alegres en todo el mundo en 2015: 

  

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