Las porras de los policías golpean a los manifestantes pro-democráticos de Hong Kong

Violent clashes between police and protesters who attempted to occupy Lung Wo Road on November 30 and December 1. Photo from inmediahk.net

Violentos enfrentamientos entre la policía y los manifestantes quienes intentaban bloquear la calle Lung Wo el 30 de noviembre y el 1 de diciembre. Foto proporcionada por inmediahk.net 

El autor de este artículo es un editor voluntario de la página de noticias inmediahk.net, el cual se cita en el artículo.

Un intento de bloquear las carreteras de los alrededores de las oficinas centrales de Hong Kong, por parte de manifestantes estudiantes, dio lugar a una serie de enfrentamientos violentos con la policía el 30 de noviembre de 2014.

Mientras las manifestaciones prodemocráticas en los tres principales distritos financieros y comerciales de la ciudad alcanzan su tercer mes, el gobierno de Hong Kong continúa ignorando las peticiones, de los manifestantes, de elecciones libres y justas. Recientemente, en lugar de esto, se ha trabajado detrás de las manifestaciones con grupos pro Pekín, para presionar a la corte para que emita una orden de legalizar los esfuerzos de la policía para desalojar los lugares de protesta. 

En respuesta al desalojo de la semana pasada del distrito de Mong Kok, dos grupos activistas de estudiantes, la Federación de estudiantes y de investigadores de Hong Kong, hicieron un llamado para ocupar las carreteras principales fuera del ámbito de la sede central del gobierno, un área que no estaba cubierta por el mandato.

La pasada noche tuvo lugar una serie de enfrentamientos cuando los manifestantes intentaban romper el cordón policial. Los manifestantes se dirigían a bloquear la carretera de Lung Wo, pero por la mañana, la policía disolvió a la multitud con spray de pimienta, gas lacrimógeno y porras. 

El grupo de activistas estudiantes admitieron su fracaso y pidieron disculpas a sus partidarios, diciendo que no se anticiparon a la agresión descontrolada de la policía. Por otro lado, el gobierno ha descrito a los manifestantes como alborotadores que se alejan del principio de «manifestaciones no violentas».

Mientras tanto, en las redes sociales han aparecido una gran cantidad de testigos. Jon Ho, quien afirma que la policía le golpeó, describía cómo actuó la policía y mostró su cardenal en la plataforma social inmediahk.net: 

Jon Hon displaced the bruise on his thigh. He was hit by police when he lied motionless on the ground.

Jon Hon mostraba el cardenal de su muslo. El dice que la policía le golpeó mientras permanecía inmóvil en el suelo.

凌晨二時,站在龍和道最前線第三第四排的位置,我帶上頭盔和眼罩戒備,突然群眾叫囂,我沒有任何心理準備之下就衝了。
想著前面有很多人,自己應該非常安全,但未幾,前面的人一個又一個被拉走了,只剩下一層保護在前面,再過就是深藍衫最副裝備的特警,然後我就在這個時候被推跌了。
雙眼和面全中胡椒,眼鏡爛了,跌在示威者當中,隨即被踩了幾腳,腦裡一片空白 […]這個時候一個警察大大力捉住我,然後幾個警察對我踩了十幾腳,我想,死硬了,我要被拘捕了,情急之下,裝死躺在路上,警察見我沒有任何攻擊力,就專心對付其他人。
我躺在警察陣營的地上裝作昏迷,然後可怕的事就發生了,一個警察對著我動彈不得的身體揮打警棍,這是暴力,這是泄憤的行為,對一個躺在地上的傷者揮棍在任何情況之下都是絕對的錯,我很憤怒,此時,另一個警察過來制止:「喂唔好毆佢啦。」我才幸運逃過一劫。

El día 1 de diciembre, a las 2 de la mañana, me encontraba en la tercera o cuarta fila de los manifestantes en la carretera de Lung Wo. Llevaba gafas protectoras y un casco. De repente, escuché a la gente gritar y sin darme cuenta, me empujaron hasta allí.

Pensé que allí estaría seguro con tanta gente delante de mí. Pero, la policía los apartó y quedé entonces en la segunda fila, mirando las actuaciones de la policía. Aquí me empujaron y caí al suelo.

Me cubrieron los ojos y la cara con spray de pimienta y me rompieron las gafas. Caí al lado de los protestantes y alguien pasó por encima de mí. Puse la mente en blanco […] Un policía me arrastró y otros comenzaron a golpearme. Pensé: mierda, me tendrían que haber detenido. Me quedé inmóvil y fingí que estaba inconsciente. Entonces la policía puso su atención en los demás. 

Mientras fingía estar inconsciente, algo horrible ocurrió. Un policía me golpeó con una porra cuando yacía inmóvil. Esto era pura violencia fuera de lugar. En cualquier circunstancia el ataque a una persona indefensa que está tumbada en el suelo es una injusticia. Estaba muy enfadado. Entonces otro policía vino y lo detuvo: «deja de golpearlo». Fui afortunado por haber evitado otra tortura.

Hong Li Fong, un escritor de inmediahk.net, cree que la violencia descontrolada de la policía se debe al «efecto Lucifer«:

不只一次,我看見警察在清場後面露得意,彷似完成了甚麼偉大的事;我看見警察在揮棍打人噴胡椒噴霧時毫不猶豫,彷彿示威者犯下了不可原諒的彌天大罪。我很想相信還有好警察,但我未曾看過有一個警察面露愧色或無奈[…] 有人說,這是路西法效應,我也相信。現在我們已是完全邪惡,而他們完全正義,我們是切切實實的暴徒,即使我們只是靜坐。

Vi que los policías estaban muy satisfechos después de haber disuadido a los manifestantes, como si ellos hubieran hecho una tarea admirable. Vi que no dudaban en golpear a la gente con porras y echar spray de pimienta a los manifestantes, como si hubieran cometido crímenes horribles e imperdonables. Hasta ahora, creía que había algunos policías buenos, pero no he encontrado a ninguno que mostrara arrepentimiento en su cara. Algunos dicen que esto es el Efecto Lucifer y estoy de acuerdo. [A los ojos de la policía] Nosotros somos malvados y ellos ponen justicia, y nosotros somos alborotadores incluso cuando nos manifestamos de forma pacífica.

Gordon Mathews, un profesor de antropología en la Universidad de Hong Kong en, también protestó con sus estudiantes esa noche. En Facebook, criticaba a las fuerzas políticas el fracaso en la forma de afrontar las aspiraciones de los jóvenes:

The news tonight is full of claims by police and Hong Kong government figures that protestors had become violent. Perhaps a few somewhere were—but overwhelmingly the violence was committed by police beating students with their batons with great force. Now, the protesters were indeed engaged in illegal behavior—they were occupying roads around the Central Government Complex, in an expansion of their earlier protest zones. Some force was probably needed to clear the roads. But many police were behaving in an out-of-control way, as dozens of videos on TV and YouTube attest. This does not compare to police brutality in the United States: we have had no shootings, and, I pray, this will continue. Hong Kong is still more civil in its behavior than almost anywhere else in the world. But the police have become politicized, largely because of Hong’s political leaders hiding from sight, and a generation of Hong Kong youth has emerged that see the police as their enemy.

The Occupy Central movement will end very soon, although many more demonstrations will take place in the coming months and years. The long-term legacy of the movement will be a vast generational chasm. On Hong Kong university campuses, the overwhelming majority of students support Occupy Central and its civil disobedience, think that the Hong Kong government is run by incompetents who have no understanding of how ordinary people live, and see the mainland as a foreign dictatorship rather than a motherland. This is totally different from what Hong Kong and Beijing pundits envisioned twenty years ago, and was not even fully imaginable twenty months ago. A generation has been radicalized. Will this generation be running a new, more democratic and open Hong Kong in the future? Or will it suffer a sterile, plutocratic, authoritarian Hong Kong? I feel so proud of Hong Kong students, and so full of a bit of hope and a lot of fear about the future of my city.

Las noticias de anoche están llenas de declaraciones policiales y el gobierno de Hong Kong muestra que los manifestantes se han vuelto violentos. Quizás haya unos pocos en algún lugar (pero la violencia arrolladora llevada a cabo por la policía al golpear con fuerza a los estudiantes con las porras). Sin embargo, es verdad que los manifestantes estaban teniendo un mal comportamiento (bloqueaban carreteras de alrededor del Gobierno Central, una extensión de las zonas protegidas). Probablemente, algunas fuerzas necesitan desalojar las carreteras, pero muchos policías se comportaban de forma extremista, tal y como muestran las decenas de videos en TV y en Youtube. Esto no se puede comparar con la brutalidad de la policía en EE.UU, ya que aquí no ha habido disparos y rezo para que siga siendo así. Hong Kong es una de las ciudades más civilizadas de todo el mundo, pero la policía se ha vuelto política, sobre todo porque los líderes políticos de Hong Kong miran para otro lado y la nueva generación de jóvenes ve a la policía como a un enemigo.

 El movimiento Occupy Central terminará muy pronto, aunque en los próximos meses y años ocurrirán muchas manifestaciones. A largo plazo, el legado del movimiento será un gran abismo generacional. En los campos universitarios de Hong Kong, la gran mayoría de los estudiantes apoyan a Occupy Central y la desobediencia civil cree que el gobierno de Hong Kong está lleno de incompetentes que no entienden cómo vive la gente normal y ven el país como una dictadura más que como una tierra natal. Esto es totalmente distinto de lo que los expertos de Hong Kong y Pekín predijeron hace 20 años, algo que ni se podía imaginar. Una generación que se ha vuelto radical. ¿Será esta generación la que transforme a Hong Kong en una ciudad más democrática? ¿O será una ciudad estéril, plutocrática y autoritaria? Me siento orgulloso de los estudiantes pero no tengo esperanza ni fe en el futuro de mi ciudad.

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