Por qué el principal bloque opositor de Bahréin quiere que la gente tenga más bebés

Clashes with police in February 2014 marked the third anniversary of the Bahrain uprising. Photo by Eman Redha. Copyright Demotix.

Enfrentamientos con la policía en febrero de 2014 marcaron el tercer aniversario de los levantamientos de Bahréin. Fotografía por Eman Redha. Copyright Demotix.

En Bahréin, donde las protestas continúan tres años después de que una rebelión popular fuera brutalmente reprimida, el mayor bloque opositor de la isla afirma que el gobierno está naturalizando a gente extranjera a un ritmo acelerado, poniendo a los bahreiníes de origen en riesgo de convertirse en una minoría en su propio país.  

A un total de 95,000 personas se les otorgó «injustificadamente» la ciudadanía entre 2002 y 2014, lo que representa un 17.4 por ciento de cambio en la composición demográfica del país, según la sociedad opositora Al Wefaq. El censo oficial de Bahréin muestra que los ciudadanos de origen no bahreiní constituyen el 54 por ciento de la población, que ascendía a 666,172 en 2010.

¿La solución propuesta por Al Wefaq? Tener más bebés. 

Ali Salman, el líder de Al Wefaq, planteó la convocatoria en Twitter:

Exhorto a los bahreiníes nativos, sunitas y chiítas, a soportar la carga de tener un hijo más para enfrentar este proyecto catastrófico de naturalización 

Para que los bahreiníes, sunitas y chiítas no se conviertan en una minoría en su propio país los convocamos a tener más niños para Bahréin 

La tasa de natalidad de Bahréin, según datos del Banco Mundial, ha descendido de 7.09 a 2.09 por mujer entre 1960 y 2012. Pero los críticos del gobierno señalan que la naturalización no es simplemente una medida para incrementar la población de la isla. 

La monarquía musulmana sunita de Bahréin ha sido acusada de naturalizar a los extranjeros como una manera de asegurar su propio dominio en el país con una mayoría musulmana chiíta. Un informe de 2010 de la ONG dedicada a la prevención de conflictos International Crises Group señala que el gobierno «aparentemente está aplicando políticas para modificar el equilibrio demográfico de la isla»:

These include granting citizenship to non-Bahrainis – mainly Sunni Arabs from around the region – to mitigate Shiite dominance. Although there are no published figures for the number of «politically naturalized», some suggest that as many as 50,000 to 60,000 have been extended citizenship in this way. Exceptional measures appear to have been taken to grant citizenship to Jordanians, Syrians, and Yemenis recruited by the security services and, demographic impact aside, the heavy presence of foreigners in the military and police has provoked sharp anger from locals who consider them ‘mercenaries’

Estas incluyen otorgarle a residentes de origen no bahreiní la ciudadanía – principalmente a árabes sunitas de la región – para mitigar el predominio chiíta. Aunque no existen datos publicados acerca de la cantidad de «naturalizados por razones políticas», algunos sugieren que un número de entre 50,000 a 60,000 personas han obtenido la ciudadanía de esta manera. Aparentemente se tomaron medidas excepcionales para otorgarle ciudadanía a jordanos, sirios, yemenitas reclutados por los servicios de seguridad, aparte del impacto demográfico, la fuerte presencia de extranjeros en el ejército y en la policía ha provocado la rabia de los locales que los consideran ‘mercenarios’

En 2005, un ex asesor del rey de Bahréin publicó un informe que se hizo conocido como Bandargate, que destacaba que los funcionarios de alto rango estaban tratando deliberadamente de marginar a los chiítas al naturalizar a los extranjeros. El trabajo también incluyó documentos que mostraban que un ministro le pagó a cinco agentes un total de más de $2.7 millones para organizar una célula secreta de inteligencia para espiar a los musulmanes chiítas, instalar falsas ONG y crear foros en internet y sitios web que fomentaran el odio sectario.

Curiosamente, la campaña contra la política de naturalización del gobierno aparece cuando el gobierno está despojando de la nacionalidad a los disidentes políticos y presionando para evitar que las familias sunitas adquieran la nacionalidad catarí. 

Pese a las promesas del rey de reducir la naturalización de extranjeros, Bahréin aún es testigo de un gran incremento en la naturalización, según Khalil Almarzooq, el jefe adjunto de Al Wefaq:

Corrección: Según estudios y documentos oficiales, la cantidad de ciudadanos bahreiníes se incrementó de 510 274 a 584 688 en 2011, lo que significa un aumento anormal de 74 414

No todos estuvieron de acuerdo con la solución propuesta por Al Wefaq. En Twitter, @FreedomPrayers contestó:

Estamos hartos de los niños. Necesitamos una solución que no incluya a Cartoon Network en su plan quinquenal 

Ella también agregó: 

Una vez que el niño crezca comprenderá la difícil situación en la que se encuentra y emigrará, ¿por qué se quedaría? 

@Amalness escribió que tener más hijos no era una propuesta realista, teniendo en cuenta la realidad de la economía de Bahréin:

En las actuales circunstancias económicas las familias de Bahréin luchan para ganarse el pan de cada día. ¿Traer más niños al mundo es una solución práctica? Necesitamos una solución política. 

El desempleo en el país ha alcanzado un nivel del 15 al 20 por ciento, según el aliado de Bahréin, EE.UU., una cifra mucho mayor que el porcentaje de un dígito proporcionado por el gobierno nacional. La discriminación en el ámbito laboral está vinculada con el problema, según Al Wefaq.

Por si fuera poco, el gobierno podría ser incapaz de pagar los salarios de sus empleados en 2017. Agregar una elevada tasa de natalidad como ha propuesto Al Wefaq a una tasa ya alta de naturalización significaría mayor gasto en servicios públicos y proyectos como salud y educación y tendría un efecto devastador en la economía a largo plazo.

Los jóvenes de Bahréin, como otros que se levantaron en todo Medio Oriente durante la primavera árabe, protestaron por la esperanza de construir un futuro mejor. Un «juego de la gallina» hacia el abismo económico no creará mejores oportunidades laborales ni protegerá las libertades. Esta lucha existencial por la identidad se aparta de la lucha por un mañana mejor.

El hecho de que la propuesta de tener más bebés provenga de un veterano político como Ali Salman, que es un ex legislador, demuestra el grado de incompetencia del proceso político en Bahréin y sugiere que existe un problema profundo en la estructura del sistema.

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