Bromista telefónico ruso engaña a dictador bielorruso

Lukashenko and Bart Sympson. Images remixed by Andrey Tselikov.

Lukashenko y Bart Simpson. Fotomontaje de Andrey Tselikov.

Los admiradores de las inocentadas telefónicas de Bart Simpson al bar de Moe pueden sentirse felices al saber que en Rusia hay una enorme comunidad en línea dedicada a ellas, y no todas son tan inocentes. Las inocentadas forman una subcultura bulliciosa en la red, iniciada en 2009, cuando el antropólogo urbano Mikhail Alekseevskiy las describió [ru] en una colección [ru] de artículos sobre «Subculturas de las juventudes moscovitas» en la Academia Rusa de las Ciencias.

Aunque parecidas en esencia a las simples inocentadas telefónicas amadas por muchos desde que se inventó el teléfono, los bromistas rusos han alcanzado una audiencia mayor de la habitual al publicar los resultados de sus llamadas en Internet, primero en foros dedicados y más tarde en redes sociales como VKontakte. En 2009 estaban más interesados en localizar a personas comunes a las que engañar, y abusaban en especial de hombres y mujeres mayores a los que llamaban una y otra vez para aguijonearlos con diatribas obscenas que serían grabadas y convertidas en memes locales. A todos los efectos, esto constituyó un «modo de vida real», un análogo analógico de colecciones de imágenes como la infame /b/ de 4chan.

Pero iban incluso más allá; los bromistas también engañaban a las celebridades, y los que tenían más éxito incluso se hacían famosos. Un bromista conocido como «Vovan» es uno de esos famosos, miembro de la élite de bromistas y provocador motivado por la política que se centra en hacer graciosas inocentadas telefónicas a personajes públicos. En 2011, por ejemplo, llamó al director de la Comisión Electoral de Rusia, Churov, asegurando llamar de parte de la oficina del presidente, y lo despidió por teléfono. La pasada primavera, Vovan engañó [ru] a la recientemente afamada fiscal general de Crimea, Natalia Poklonskaya, también afirmando llamar de parte de la oficina presidencial, para ofrecerle que participase en una atrevisa sesión fotográfica en la revista Maxim.

Hace poco, sin embargo, Vovan podría haber excedido sus límites cuando le gastó una inocentada [ru] a Aleksandr Lukashenko, el presidente de Bielorrusia, afirmando ser el hijo de Victor Yanukovich, el presidente ucraniano depuesto. Durante la llamada, el falso hijo le pidió a Lukashenko asilo político para su padre. Lukashenko se mostró solidario con la idea. Cuando Lukashenko descubrió que era víctima de una inocentada, aparentemente [ru] dio a sus fuerzas de seguridad «una semana» para encontrar a Vovan y llevarlo ante alguna forma de justicia. Ya que parece ser que Vovan es ciudadano ruso, no está claro qué tipo de justicia se implicaría.

Curiosamente, mientras que Vovan admitía [ru] que publicó la llamada en su página de VKontakte, también insistía en que no fue el que la filtró al periodista ucraniano Mustapha Nayem (el primero en dar a conocer la noticia). De hecho, Vovan afirma que la grabación concreta que filtró Nayem empezaba antes de que él hiciese la llamada y que Nayem no pareció darse cuenta de que era una broma. Lo cual ofrece la lógica conclusión, según Vovan, la de que alguien estaba pinchando el teléfono del presidente de Bielorrusia. Es más, esos pinchadores también habrían sido engañados:

Эти «слушатели» дали осечку – они не поняли, что с Лукашенко разговаривает совсем не сын Януковича и приняли разговор за реальный. После чего, возможно, они слили данную запись киевским властям. А те в свою очередь, тоже не разобрав подвоха, придали гласности этот «сенсационный» разговор через близкого к ним журналиста Найема.

Esos fisgones cometieron un error, no se dieron cuenta de que Lukashenko no estaba hablando realmente con el hijo de Yanukovich y pensaron que la conversación era auténtica. Puede ser que después de aquello ellos filtraran la grabación a los poderes pertinentes en Kiev, los que, a su vez, sin darse cuenta del fraude, publicaron tal «sensacional» conversación a través de Nayem, que está muy vinculado a ellos.

Si eso es cierto, y si es tan fácil provocar un escándalo internacional, está claro que hemos entrado en un valiente nuevo mundo de inocentadas telefónicas. Esperemos que los «Barts» de Rusia puedan mantener el ritmo.

Inicia la conversación

Autores, por favor Conectarse »

Guías

  • Por favor, trata a los demás con respeto. No se aprobarán los comentarios que contengan ofensas, groserías y ataque personales.