Después de 6 meses, las víctimas del tifón Haiyan siguen pidiendo ayuda y justicia en Filipinas

Typhoon Haiyan caused a ship to ran aground in Leyte, destroying houses in a crowded coastal village. Photo by Alessandro Pavone/ Save the Children

El tifón Haiyan provocó que un barco encallara en Leyte derribando casas en un atestado pueblo costero. Imagen de Alessandro Pavone, de la organización Save the Children.

Vea también nuestra página de cobertura especial «Haiyan devasta Filipinas».

Seis meses antes de la publicación de este artículo, miles de personas murieron en las Bisayas Orientales en Filipinas después de que la región fuese golpeada por el supertifón Haiyan (nombre local: Yolanda). A la fecha de la publicación del artículo, miles más siguen sufriendo por la ausencia [en] de un plan maestro completo por parte del gobierno para rehabilitar la devastada región.

Después de enterarse de este informe, el senador Chiz Escudero amonestó [en] a los funcionarios locales por su incapacidad para comprender la gravedad de la situación:

La situación es muy triste. Seis meses después de Yolanda, más de un año después de los desastres previos, ¿ni siquiera sabemos con exactitud cuáles son las necesidades de las comunidades afectadas? El hecho no trata de lo que podamos dar o de lo que daremos, esto trata de una actitud abúlica que está prolongando la angustia de las víctimas. La situación ya está próxima a la frontera de lo criminal.

La ausencia de coordinación entre las agencias gubernamentales está exacerbando el problema:

Seis meses después de Yolanda, el gobierno ejecutivo admite la falta de coordinación entre las agencias, lo que hace lentas las operaciones de rehabilitación en las áreas afectadas por Yolanda.

Haiyan provocó una marea tormentosa que arrasó miles de pueblos el pasado noviembre. Más de 16 millones de personas fueron perjudicadas por el desastre.

Varias organizaciones han observado que las víctimas del tifón se están recuperando poco a poco, pero muchos problemas todavía continúan. La Cruz Roja lamentó [en] que en algunas áreas no se hubieran recuperado los servicios básicos:

Las comunidades afectadas han mostrado una fortaleza excepcional y muchas están en camino de recuperarse. Sin embargo, los altos niveles de pobreza preexistente están regresando al pueblo y en algunas áreas no se han restablecido los servicios básicos.

Solo la mitad de los centros médicos de las provincias damnificadas por el tifón han retomado las operaciones, lo que debilitó la salud de madres y neonatos. Esta declaración [en] parte de la organización Save the Children:

En un centro médico de las Bisayas Orientales, muchos recién nacidos murieron de enfermedades que normalmente se pueden tratar, como la hipotermia o la hipoglucemia, con frecuencia porque el personal de enfermería era incapaz de examinar de manera adecuada a los neonatos durante la noche por el hecho de que no había energía para alimentar la luz eléctrica.

Cuatro meses después del tifón, solo la mitad de las comunidades afectadas habían visto reabiertos sus centros médicos. Los desafíos a la hora de prestar una asistencia fundamental en los partos y en los servicios de cuidado de neonatos eran particularmente grandes en Tacloban y Leyte.

Mientras tanto, Oxfam advertía que 200,000 supervivientes de las zonas costeras estaban en peligro [en] de pobreza agudizada porque el gobierno planeaba reasentarlos en lugares seguros sin consideraciones adecuadas, como qué podrían hacer más adelante para ganarse la vida.

El profesor Carl Ramota visitó el campus en Palo de la principal universidad estatal e informó de las deplorables condiciones [en] del lugar:

Seis meses después de que Yolanda diezmara su campus en Palo (Leyte), todavía no hay un plan claro para la rehabilitación o el realojamiento de la Facultad de Ciencias de la Salud. Mientras que estructuras cercanas ya están reconstruyéndose, el campus de Palo permanece en ruinas. Peor, todavía no se ha demolido la techumbre de asbestos del viejo edificio del Servicio de Salud para los Estudiantes (siglas en inglés: SHS), lo que plantea una amenaza para el centro de maternidad que está junto a él y para otros residentes.

Photo from Facebook page of Carl Ramota

Imagen de la página de Facebook de Carl Ramota

El joven líder Divs Mosquera también visitó Tacloban, la ‘zona cero’ del desastre, y se emocionó [en] con las historias de los supervivientes del tifón.

Meses después de Yolanda, Leyte todavía es una ciudad campamento. He llorado cubos enteros desde que llegué, escuchar las historias de los supervivientes simplemente me parte el corazón.

Las estadísticas del gobierno elevaron el número de muertos a alrededor de 6,300, pero las cifras podrían ser mayores porque en la región todavía se están rescatando cuerpos. Al Octaviano, residente de la provincia de Leyte, dijo que no se está informando a las autoridades de muchos de los cuerpos [en] que han aparecido:

Yo mismo rescaté catorce cuerpos: había dos niños, cuatro mujeres, y el resto eran hombres. Los até todos juntos para que no fueran arrastrados por el mar, porque ya saben que, cuando los cuerpos se sumergen en las aguas del océano, se descomponen. También había muchos huesos quemados en el lodo de los bajíos, pero la gente ya no informa de ellos.

Por su parte, el gobierno admitió las críticas sobre los servicios de emergencia, pero advirtió [en] a los políticos que estaban explotando la situación que continuaran con su agenda política:

… nos mostramos igualmente cínicos ante aquellos cuya agenda incluye confundir a nuestro pueblo para que crea que el gobierno no es lo bastante sensible como para paliar el sufrimiento de los supervivientes. Detestamos a los políticos y a los grupos políticos que se esfuerzan en no ver la realidad para explotar la vulnerabilidad de las víctimas de Yolanda.

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