España: Redadas en Twitter y amenaza de censura de las redes sociales

Imagen subida a Twitter por @Serge_Pamies

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«Tenemos que combatir el ciberdelito y fomentar la ciberseguridad, y limpiar de esos indeseables las redes sociales». Así se expresaba el ministro de Interior español, Jorge Fernández Díaz tras la ola de comentarios que se han publicado en las redes sociales sobre el asesinato de Isabel Carrasco, presidenta de la Diputación de León.

Isabel Carrasco, miembro del Partido Popular, fue tiroteada cerca de su casa en León, presuntamente por la madre de una correligionaria que le culpaba de haber truncado la carrera política de su hija. Carrasco se hizo célebre hace unos años por acumular hasta 13 cargos de la administración y de empresas privadas. En 2011 se supo que se había aumentado el sueldo un 13%, lo que no le impidió justificar en 2012 los recortes del actual gobierno diciendo que «No puede ser que aquí sea gratis todito». Según La Voz de Galicia,

fue condenada en primera instancia por presunto amaño de unas oposiciones en la Diputación de León. (…) La oposición le echó en cara haber pagado facturas de centros de belleza con dinero de la diputación (…). Los socialistas de León la denunciaron por malversación, al sostener que acudía a los consejos de Caja España en coche oficial y con chófer y pasaba facturas de kilometraje.

Al poco de conocerse su muerte, muchos internautas comenzaron a dejar comentarios en las redes sociales, sobre todo en Twitter. Aunque la mayoría expresaban sus condolencias a la familia de la víctima, hubo algunos que aprovecharon el momento para criticar abiertamente a la política, o incluso mofarse de su asesinato:

Estos tuits generaron una fuerte reacción de rechazo en ciertos círculos. Pocas semanas después de la «operación araña», en la que la Guardia Civil detuvo a más de 20 personas por «apología del terrorismo», se vuelven a alzar las voces que piden la regulación de las redes sociales. El portavoz del PP en el Congreso, Alfonso Alonso, calificó la red social de «lugar poco recomendable». Más sorpresa provocó que un socialista, el portavoz de Sanidad del PSOE, José Martínez Olmos, escribiera en su blog:

Me parece que ha llegado el momento de regular las redes sociales porque no todo vale y menos cuando se incita a la violencia o se denigra a las personas o las instituciones.

Una regulación que incluya desde un observatorio, un código de conducta, hasta los motivos para actuar y la manera de hacerlo desde los poderes públicos para castigar aquellas conductas que ya lo están cuando de otros medios se trata.

La Unión Federal de Policía ha emitido una nota en la que propone un cambio en la legislación con el supuesto fin de proteger a menores, familiares de víctimas y usuarios en general:

Es necesaria y urgente la regulación penal de nuevas modalidades delictivas que van más allá de las injurias y calumnias, tipificar la violencia ejecutada en masa a través de internet.

(…)

Establecer la correcta identidad de los usuarios y castigar específicamente estas conductas podría ser una vía de solución.

Imagen subida a Twitter por el usuario @lluisahicart

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Otros están totalmente en contra de esta regulación. Según europapress,

el exjuez Baltasar Garzón ha calificado de «sorprendente» que el Ministerio de Interior «dedique esfuerzos a investigar» lo que se dice en las redes sociales porque en caso de que se lancen informaciones «injuriosas o calumniosas» quienes deben actuar son «quienes se sientan agraviados».

Según eldiario.es, la asociación de jueces Francisco de Vitoria opina que la modificación de la ley sería «una disculpa del Gobierno para aprovechar este caso para cercenar la libertad de expresión» y que «Límites de este tipo, para evitar que se produzcan estas expresiones, solo existen en China y en dictaduras». Jueces para la Democracia considera la propuesta «una acción punitiva expansiva, excesiva y desproporcionada».

La doctora en Historia y bloguera María Castejón escribió en su blog «Las princesas también friegan»:

Isabel Carrasco ha muerto a mano de una de las suyas. Salvando las distancias, todo indica a que se debe a una venganza personal como consecuencia de la falta de favores de la víctima hacia sus verduga. (…)

La casta política acude estupefacta y bastante descolocada a la ejecución de una de los suyos. (…) Apuntan a las redes sociales, esas que han verbalizado de forma directa y sincera que el asesinato de Carrasco no lo consideramos como propio, (…). Su objetivo está claro, criminalizar las opiniones que cuestionan y ponen en peligro su régimen.

Por su parte, los tuiteros han reaccionado creando dos etiquetas, #TuiteaParaEvitarElTalego y #LaCárcelDeTwitter en las que muchos internautas vuelcan su frustración contra los políticos que quieren silenciarlos:

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