Un tribunal chino confirmó la condena a prisión del activista Xu Zhiyong

Cuando un tribunal de Pekín confirmó la pena de prisión al abogado de derechos humanos Xu Zhiyong, el Nuevo Movimiento Ciudadano del que es cofundador llevó el caso ante el tribunal de la opinión pública.

Un editor de Hong Kong publicó el libro del activista constitucional, «Ser ciudadano: Mi China libre», que se describe [en] como «una combinación de autobiografía y manifiesto político que rastrea el despertar político de Xu y elabora su visión de una China en la que las reglas superan a la política».

Al mismo tiempo, el Movimiento Nuevos Ciudadanos lanzó una web [zh] en la que declaraban que «La libertad es nuestro objetivo, la justicia nuestro espíritu y el amor nuestro cimiento».

Captura de pantalla de la web del Nuevo Movimiento Ciudadano

Captura de pantalla de la web del Movimiento Nuevos Ciudadanos

«A través del movimiento de ciudadanos galvanizaremos a la sociedad, reconstruiremos nuestros valores, reharemos nuestro núcleo social. La nueva sociedad que emerja conducirá la transición de China al constitucionalismo. Esta es la marea que prevalece en nuestro tiempo, y cualquier intento por contenerla está destinado al fracaso, como si intentáramos hacer retroceder al agua con una espada», dice la web, según una traducción [en] de China Media Project de la Universidad de Hong Kong.

«Xu Zhiyong y los demás ya han sacrificado su libertad para abrir un camino para el Movimiento Nuevos Ciudadanos. Es el camino hacia una China libre. Es el camino hacia una China mejor. Solo tenemos que tomar ese camino, unir fuerzas con el Movimiento Nuevos Ciudadanos. Tenemos la obligación de seguir adelante».

Estas declaraciones coinciden con la sentencia que pronunció el viernes el Tribunal Supremo del Pueblo de Pekín, rechazando la apelación de Xu [en] de la condena dictada contra él en enero por los cargos de «reunir multitudes para alterar el orden público», que a menudo usan las autoridades chinas para reprimir a disidentes y activistas políticos.

El tribunal supremo dictó que la corte que juzgó a Xu tomó la decisión correcta al declararlo culpable y sentenciarlo a cuatro años de prisión.

Después que se anunciara este veredicto, el South China Morning Post publicó el vídeo [en] de una entrevista con Xu grabada en la cárcel. En esta entrevista, Xu dice: «Alguien tiene que pagar el precio del progreso social. Yo estoy dispuesto a pagar cualquier precio por la libertad, la justicia, el amor y la fe».

Xu, de 41 años, es profesor en la Universidad de Correo y Telecomunicaciones de Pekín y también ejerce como abogado ayudando a los desfavorecidos, incluyendo a presos condenados a muerte y a familias afectadas por el escándalo de la leche de bebé adulterada [en] en 2008.

Xu fue fundador de la Iniciativa China para una Constitución Abierta y de su sucesor, el Movimiento Nuevos Ciudadanos. A finales de 2012 y principios de 2013, dicho movimiento celebró pequeñas protestas pacíficas contra la corrupción y la discriminación en Shenzhen, Pekín, Jiangxi y otras ciudades. Las autoridades chinas comenzaron la primavera pasada a arrestar a los líderes del grupo, Xu entre ellos.

Muchos defensores de los derechos humanos y la libertad de expresión consideran que el juicio en enero contra Xu fue una vergüenza. En el exterior del juzgado, el personal de seguridad acosaba [en] a periodistas, diplomáticos y simpatizantes del Movimiento Nuevos Ciudadanos.

El 26 de enero, el Tribunal Intermedio del Pueblo n° 1 de Pekín condenó a cuatro años de prisión a Xu, al que la revista Foreign Policy incluyó [en] entre los 100 pensadores más importantes del mundo en 2013.

Al tiempo que el tribunal de apelación confirmaba la condena a prisión de Xu, cinco activistas más del Movimiento Nuevos Ciudadanos eran encausados, también con el cargo de «reunir multitudes para alterar el orden público».

La organización internacional independiente Human Rights Watch pidió a China [en] que desestimara los cargos contra Ding Jiaxi, Li Wei, Zhang Baocheng y Zhao Changqing. «Si las autoridades chinas insisten en que ese activismo cívico pacífico de la gente constituye una amenaza al orden público, es difícil encontrar algo que no lo sea» dijo [en] la directora de HRW para China, Sophie Richardson. «La persecución selectiva de los que simplemente intentan mejorar la gobernanza por medios legales debe acabar ya».

En las redes de microblogs y otros medios sociales, las noticias sobre Xu provocaron una gran agitación.

En Twitter, el grupo Derechos Humanos en China publicó la declaración de Xu ante el tribunal supremo:

#XuZhiyong dijo al tribunal: «La sombra del autoritarismo se desvanecerá; la luz de la libertad, la justicia y el amor brillarán en China»

Otra organización, Defensores Chinos de los Derechos Humanos, tuiteó su disgusto con el veredicto del tribunal:

Remedo de justicia: El Tribunal Supremo de Pekín ha dictado en una vista a puerta cerrada rechazar la apelación de Xu Zhiyong y ha confirmado su condena de 4 años por hablar.

Nicholas Bequelin, investigador de Human Rights Watch, tuiteó [en] que Xu «solo pide el derecho a pedir derechos. Aparentemente, incluso eso es demasiado para el Partido».

Un tuitero de Pekín dijo que Xu [en] era «un valiente». Y el corresponsal de la revista Time en Pekín tuiteó una emotiva cita de Xu:

«Aunque han talado el árbol, el viento ha diseminado las semillas por todas partes, y producirán más árboles».

También hubo comentarios sobre Xu en Sina Weibo, el mayor servicio de microblogs de China. Un usuario publicó una foto del libro de Xu y sugirió [en] que se había publicado en previsión de una sentencia desfavorable del tribunal superior. Pero como era de esperar, en Weibo era mucho menos evidente el apoyo a Xu que en Twitter.

China Media Project publicó en Sina Weibo un pasaje de Xu: «Ciudadanos, comencemos desde este momento. No importa dónde esten, no importa su profesión, si son ricos o pobres, desde lo más profundo de nuestro corazón, en nuestra vida diaria, en Internet y en cada pulgada de esta vasta tierra, declaremos firme y sonoramente la identidad que por derecho nos pertenece: Soy un ciudadano, somos ciudadanos».

Pero los censores borraron el comentario [en], considerándolo «inadecuado»:

Después de borrar una cita de Xu Zhiyong («Soy un ciudadano»), una página de Sina nos aconseja que publiquemos contenido «limpio»

Muchos de los comentarios borrados de Weibo están archivados en una web llamada FreeWeibo.com [zh]. Entre ellos, por ejemplo, el extracto y el enlace [zh] a un artículo de The Wall Street Journal sobre el libro de Xu.

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