¿Necesita Kirguistán otro Putin?

Kalnur Ormushev, political analyst.

El analista político Kalnur Ormushev. Foto tomada de vb.kg

Almaz Atambayev, presidente de Kirguistán, señala [en] que su gente «ama» a Vladimir Putin, una montaña [eng] en la república de Asia Central lleva el nombre del presidente ruso y un aclamado poeta nacional exigió [ru] recientemente que ya es hora que el hombre fuerte del Kremlin tenga su propia calle en la capital kirguiza, Bishkek. 

No obstante, el científico político Kalnur Ormushev, durante una entrevista realizada por el periódico Vecherniy Bishkek en ruso concluyó [ru] que cuando se trata de líderes “Kirguistán no necesita otro Putin”. Según Ormushev, un país con un sistema multipartidario débil como Kirguistán necesita de un líder «cercano a la gente», a diferencia del modelo de «Dios y zar» que se practica en Rusia. En abril, la entrevista con el científico político fue una de las más leídas y discutidas en vb.kg, una plataforma de noticias online importante en Kirguistán, llamando la atención en igual medida de acuerdo y de desprecio.

Durante los 22 años de independencia, el país asiático ha experimentado dos revoluciones importantes, varios intentos de golpes de estado [en], y un conflicto étnico [eng] en el sur de la república. El violento derrocamiento del aspirante a dictador Kurmanbek Bakiyev en la segunda revolución el 2010 produjo cambios constitucionales importantes [en] que limitaron las facultades presidenciales, aunque algunos argumentan que el cambio se ha producido a expensas de la seguridad: las manifestaciones políticas, reprimidas o muy manipuladas en los vecinos del Asia Central de Kirguistán y Rusia, son una característica regular de la vida política en la república. De manera ocasional, se salen de control. Con solo una transición presidencial pacífica de tres, es seguro que el primer mandatario kirguizo sea una figura vulnerable en contraste a su homólogo ruso, señala [ru] Ormushev:

Между Путиным и массой российской бюрократии, в том числе и федерального уровня, не говоря уже о народе, стоит в прямом и переносном смыслах «бронированный» слой ближайшего президентского окружения…А президент Кыргызстана близок – просто физически близок – не только к бюрократии, но и к простым гражданам. Он воспринимается, как человек, который рядом, до которого рукой подать. Никому не придет в голову в Москве штурмовать кремлевские стены. А попытки «взятия» «Белого дома» в Бишкеке стали уже традицией.

Una capa «blindada» de séquito presidencial separa a Putin y al resto de la burocracia rusa, no digamos ya la gente común. […] Mientras el presidente de Kirguistán es cercano – físicamente cercano – no solo a la burocracia, sino a los ciudadanos comunes. Se le percibe como a un hombre que siempre esta presente, al alcance. A nadie se le ocurre la idea de asaltar las murallas de Kremlin en Moscú, pese a que intentar «tomar» la Casa Blanca en Bishkek ya se ha convertido en una tradición.

Esta «tradición» ha llevado a algunos a exigir un mediador como Putin, o incluso una figura más totalitaria como el presidente de Uzbekistán, Islam Karimov, con el fin de imponer orden en la joven democracia. Sin embargo, Ormushev señala que esto no es posible debido a la cada vez más abiertamente competitiva élite de Kirguistán:

Sin importar cuánto, el ascenso de Putin no hiere demasiado a los políticos rusos [dentro de la élite] mientras que la elevación excesiva (e incluso moderada) de cualquier político kirguizo sobre los otros hace [de esa persona] un tema de discusión, chisme, envidia, y en conclusión un enemigo implacable a la mayoría de los participantes de la vida política. En Kirguistán, imitar a Putin (es decir, estar sobre todos) significa resignarse a una derrota política inevitable. 

Ormushev agregó [ru] que la «democracia callejera» de Kirguistán esta relacionada a un juego donde sus participantes pueden ganar de manera transitoria, victorias «tácticas» sobre los oponentes sin ser capaces de asegurar «el control» así como Putin lo ha logrado en Rusia.

Russian president Vladimir Putiin and Kyrgyz counterpart Almaz Atambayev take a walk in the wild (kloop.kg)

El presidente ruso Vladímir Putiin y su homólogo kirguizo, Almaz Atambayev, toman un paseo a las afueras (kloop.kg)

Como un ex país soviético donde los canales rusos son vistos por una gran parte de la población, en especial en momentos de agudizadas tensiones internacionales como en Ucrania, Putin sigue siendo un tema popular. Los siguientes comentarios de Ormushev fueron la causa de mucha especulación. PR mencionó [ru]:

Все правильно говорит, Путнин не панацея. У нас в КР уже формируется иммунитет на всяких там избранных свыше ханов или царей. Мы как кость в горле у ближайщих соседей, которые упорно придерживаются авторитаризму

Todo lo que dice es verdad. Putin no es el remedio. En Kirguistán ya hemos formado una inmunidad a todo tipo de reyes o khanes elegidos de manera divina. Somos una espina en el costado [literalmente «un hueso en la garganta] para nuestros vecinos que en la terquedad se adhieren al autoritarismo.

Aunque Konsul [Консул] concluyó [ru] que un nuevo líder era necesario, no obstante debiera ser más como el legendario héroe kirguizo Manas que un imitador de Putin:

(1) «La democracia callejera» indica una evidente crisis de poder. (2) El principal problema de los partidos políticos actuales no es «la obsesión con sus líderes», si no su baja competencia en temas políticos y económicos. Un partido – es un grupo sólido de personas, unidas bajo una idea en común, que tienen un plan de acción concreto en nombre de las ideas comunes y la prosperidad. Lo que ahora observamos es una carrera de locos de todo tipo de mediocridad en los pasillos del gobierno para propósitos personales. (3) El líder político no debiera ser un populista barato, como el honorable analista político lo quiere ver. En especial, un líder debe comandar respeto en todos los niveles de la sociedad, debería ser capaz de unir y guiar. Ser líder es un talento. (4) Putin esta bien en su lugar. Es bien respetado, incluso entre quienes lo odian en Occidente. No obstante, el pueblo kirguizo debería encontrar al nuevo Manas – sabio, valiente, amable, diferente. ¿Por qué el líder debería replicar a alguien más en sus políticas?

Por otro lado Frunze destiló [ru] los problemas políticos de Kirguistán en los términos del principal pasatiempo de la nación, la cría de animales:

Стадо баранов во главе козла,без надзора пастуха. Такие вот реалии.

Un rebaño de ovejas guiado por un pastor de cabra sin supervisión. Esa es la realidad.

Una cantidad de otros lectores del VB.kg etiquetaron la entrevista «бла-бла-бла» (blah blah blah), aunque uno lamentó [ru] el creciente número de kirguisos que en la actualidad trabajan como «científicos políticos»:

Каждый мнит себя политологом. Рассуждать о политике за пиалой бозо и быть политологом это не одно и то же.

Cada uno se imagina a sí mismo como un científico político. Pero hablar de política sobre un tazón de Bozo [bebida láctea fermentada de Kirguistán] y ser un científico político no son la misma cosa.

Aparte de la fatiga del analista, tal vez el tema más común en las discusiones fue que cuando se trata de política, Kirguistán solo puede ser Kirguistán [ru]:

Мы смотрим зомбоящик и знаем тамошних политиков лучше чем наших. Надо сконцентрировать внимание политиков и народа на нашей Стране. Нужно учитывать то что мы это не они, у нас свой минталитет…Нужна Национальная идея которая сплотит народ и подтолкнет к прогрессу и желанию работать а не митинговать. Короче  сами знаете а то еще процитируете типо бла-бла-бла.)))))

Vemos la caja de zombies [un término común para la televisión estatal rusa] y conocemos políticos extranjeros mejores de lo que conocemos a los nuestros. Necesitamos enfocar la atención política y la gente en nuestro país. Deberíamos considerar que no somos ellos, tenemos nuestra propia mentalidad…se necesita una idea nacional que pueda unir a la gente y fomentar el progreso y un deseo de trabajo más que las simples protestas políticas.

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