Chile azotado por tragedias en abril de 2014

Los chilenos han recibido un golpe tras otro durante este mes de abril de 2014. Dos terremotos sacudieron el Norte grande (Arica e Iquique) y un enorme incendio forestal en la ciudad de Valparaíso. En ambos casos, las víctimas y los daños son cuantiosos.

Valparaíso

Foto del usuario de Flickr retoricaca. (CC BY-NC 2.0)

Los cerros de Valparaíso constituyen un símbolo de la ciudad. Su colorido, aspecto general, arquitectura y otras características le confieren un atractivo turístico. El poblamiento de los cerros se ha hecho de manera no sincronizada como resultado del aumento de población que requiere lugares donde vivir y que a falta de espacios en el plano ha tomado terrenos en el área montañosa donde han construido sus viviendas, entre otras razones. Las viviendas generalmente son de material ligero, y como en otras ocasiones, esto ha constituido parte del combustible que ha contribuido a la dispersión del fuego. En esta ocasión, se agregaron condiciones climáticas que jugaron un rol importante en la propagación de las llamas.

La ayuda nacional y extranjera, consistente de víveres y artículos de primera necesidad, y la participación de voluntarios no se ha hecho esperar. En el caso de Valparaíso, los voluntarios se cuentan por miles a tal punto que el alcalde de la ciudad y las autoridades han pedido que no acudan más voluntarios de los que ya están en el lugar, pues se dificulta la tarea de remoción de escombros, de circulación en las áreas afectadas (cerros Cerro Mariposa, El Vergel, La Cruz, Cerro El Litre, Cerro Las Cañas, Cerro Miguel Ángel y Mercedes) y no existen condiciones sanitarias para satisfacer las necesidades de tantas personas:

Agradecemos las campañas pero a aquellos voluntarios que vendrán a Valparaíso les decimos que es imposible que podamos atender a todas las personas. Tenemos una red sanitaria que hoy no existe, en algunos sectores no hay luz.

El sitio web de EMOL informa que “la ministra de Salud, Helia Molina, anunció la implementación de alerta sanitaria en toda la zona” y la vacunación de la población adulta e infantil a fin de evitar enfermedades previsibles como la influenza, para quienes se encuentren en los albergues, tétanos, para grupos de riesgo como bomberos, funcionarios municipales y voluntarios que trabajan en la remoción de escombros y meningitis, dirigida a algunos grupos de riesgo de la zona.

En fín, es digno de admiración y despierta solidaridad ver que quienes huyeron del fuego con lo puesto y dejando sus pertenencias obtenidas con gran esfuerzo han comenzado a limpiar los terrenos y que muestran la firme voluntad de rehacer sus viviendas en el mismo terreno. Y lo más ejemplar es ver a personas de bajos recursos que acuden a ayudar a quienes lo perdieron todo.

Mientras tanto, la ayuda sigue llegando a los centros de acopio, los albergues mantienen la ayuda ya entregada desde el comienzo y los planes de reconstrucción ya están en marcha, tal como se puede leer en Twitter:

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