Xu Zhiyong y el largo camino para los activistas de derechos humanos en China

Supporters demonstrate for Xu Zhiyong's release. Photo via Wikimedia Commons, released to public domain.

Manifestantes demandan la liberación de Xu Zhiyong. Foto via Wikimedia Commons, publicada al dominio público.

El conocido bloguero Xu Zhiyong, un pionero en campañas online pro derechos humanos en China, fue sentenciado a cuatro años de prisión por un tribunal de Beijing el 26 de enero, coincidiendo con la llegada del año nuevo lunar chino.

Algunos activistas ven su caso como uno emblemático del destino que ha sufrido el movimiento de participación ciudadana durante la última década – el caso de un defensor de derechos humanos que buscó trabajar cooperando con el gobierno y ahora se enfrenta al encarcelamiento por buscar un cambio. 

Xu Zhiyong fue procesado por su trabajo en defensa de la educación. Hace diez años, Xu lanzó su primer campaña online, buscando llamar la atención en torno a las misteriosas muertes de dos individuos: Huang Jing [en], una maestra de 21 años de edad que fue drogada y violada en su dormitorio y Sun Zhigang [en], un recién graduado que murió a causa de golpes propinados en un centro de detención en Guangzhou para personas sin tarjetas de registro de residencia local. Mientras estudiaba su doctorado, Xu Zhiyong y sus compañeros Yu Jiang y Teng Biao [en] sometieron una petición para abogar por la abolición del sistema de custodia y repatriación, bajo el cual Sun fue detenido. El nuevo Partido Comunista, liderado por Hu Jintao y Wen Jiabao aceptaron la solicitud, generando un mensaje positivo en torno a la interacción del gobierno y la sociedad civil. El momento generó esperanzas hacia una reforma social. 

Xu lideró una campaña para promover que los niños de áreas rurales tuvieran el mismo acceso a la educación que aquellos en asentamientos urbanos. Dado el sistema de registro de vivienda, los niños que acompañaban a sus padres a las ciudades no podían tener acceso a las escuelas locales y por ende, perdían la oportunidad a una educación. La campaña «Movimiento Nuevos Ciudadanos» a favor de la igualdad en la educación, se inició en el 2009 con una petición en línea y una manifestación que ponía a las autoridades educativas de Beijing en la mira. El año siguiente, dichas autoridades permitieron el acceso de niños migrantes a las escuelas en Beijing.   

A partir de este momento los ciudadanos — en especial los jóvenes — empezaron a utilizar internet como un lugar para la discusión, debate y organización. Durante la epidemia de SARS del 2003, internet se volvió en el único canal de comunicación para que los estudiantes universitarios pudieran hacer contacto con sus conocidos y obtener información, ya que los campuses cerraron y forzaron a los estudiantes a no salir de sus áreas de residencia. Atrapados en los dormitorios, los estudiantes frustrados se conectaron a través de la red de la escuela para discutir las causas de la proliferación de las epidemias, muchas veces señalando al gobierno local por sus fallas al alertar a la población a tiempo y proponer técnicas de prevención. Las muertes de Huang Jing y Sun Zhigang también fueron temas sonados en las redes universitarias. Como lo dijo el abogado especialista en derechos humanos Teng Biao, todas las campañas de derechos ciudadanos de la época hicieron uso del internet como plataforma. Los cinco años siguientes la escena pública en internet se desarrolló a pasos agigantados. 

Muchos interpretaron las campañas que iniciaron el 2003 como un parteaguas en términos de derecho de asamblea y libertad de expresión. 

Cuando nació Fanfou [en], una plataforma similar a Twitter, en el 2007, los ciudadanos tuvieron la capacidad de publicar noticias en tiempo real haciendo uso de plataformas móviles. Las protestas que previamente habían mantenido una naturaleza local, rápidamente llegaron a alcances nacionales con el uso de la tecnología. Las transmisiones en vivo de los incidentes masivos demostraron el poder de los microblogs.

A pesar de los avances tecnológicos que han generado nuevos espacios para la discusión en línea de distintos grupos sociales, nuevas regulaciones y controles gubernamentales les han seguido, frenando así estas fuerzas de transformación.

Poco después de las Olimpiadas del 2008 en Beijing, una campaña de firmas que buscaba la reforma política en base a estándares internacionales de derechos humanos, comocida como Acta 08 [en] fue iniciada. El gobierno contraatacó con cierres y suspensiones a un sinnúmero de sitios independientes, blogs y redes sociales que promovían el movimiento, bajo el pretexto de estar tomando acciones «anti-vulgaridad».

Las regiones de minorías étnicas empezaron a sentir esta intolerancia también. En medio de los disturbios del 2009, internet estuvo temporalmente desactivada –Urumqi, la ciudad más grande de la región Uyghur en Xinjiang, perdió acceso a la red por casi un año. La red social independiente Fanfou fue clausurada dos días después de los disturbios y suspendida hasta noviembre del 2010. Durante la suspensión, la red Sina Weibo que es administrada por el estado, reemplazó a Fanfou. Desde entonces, Sina Weibo se ha vuelto la red social de mayor influencia en China. 

Los levantamientos en Medio Oriente y los países del norte de África entre 2010 y 2011 también generaron sensibilidad en el gobierno chino. Más de cien activistas, blogueros y cibernautas fueron arrestados [en] tras emitir llamados para que China se rebelara en su propia «Revolución Jazmín.»

El control del internet se llevó a cabo principalmente a través de filtros de palabras clave, censura, manipulación de encuestas en línea y arrestos selectivos. La mayoría de los cibernautas continuaron usando Weibo para publicar incidentes sociales y coordinar campañas electorales desde la base. Las sátiras políticas y bromas seguían estando visibles e incluso algunos cibernautas reportaron casos de corrupción con sus identidades reales a la vista del público. El sistema de registro de nombres reales, diseñado para promover la autocensura ahora ha dado lugar a la alza de un grupo de líderes de opinión con influencia. 

El actual subdirector de la Oficina del Consejo Estatal de Información, Ren Xianliang escribió para la revista del centro de estudios del Partido Comunista «Red Flag» [eng] en abril 2013, que el gobierno debería encarcelar a algunos de los líderes de opinión de Weibo para prevenir la manipulación de la opinión pública. Cuatro meses después, en agosto del año pasado, los representates de los líderes de opinión de Weibo fueron forzados a firmar en un programa de la Televisora Central, un compromiso por atenerse a los «siete lineamientos de autocensura.» Una semana después, los ciudadanos fueron testigos del arresto de cientos de líderes de opinión y las llamadas Fuerzas de Agua del Internet fueron acusadas de difundir rumores y discursos difamatorios. 

A pesar que el gobierno clamó victoria respecto a erradicar los comentarios críticos hacia las autoridades y retomar el liderazgo ideológico en Weibo, el campo de batalla se ha expandido a la persecusión de reformistas moderados, con el arresto del intelectual Uyghur y fundador de «Uyghur online», Ilham Tohti, el pasado 15 de enero y el anuncio de la sentencia de 4 años de encarcelamiento para Xu Zhiyong el 26 de enero. Tras su victoria inicial, la campaña pro-educación ahora habla en defensa de los alumnos que requieren volver a sus ciudades de origen para tomar exámenes de admisión a la universidad. A raíz de esto, Xu fue acusado de irrumpir el orden público al organizar dos pequeñas peticiones en torno a dichos exámenes. 

Desde su encarcelamiento, la propaganda oficial en torno al juicio de Xu inundó Sina Weibo con titulares como «Xu Zhiyong tiene un juicio equivocado respecto al mundo», «Las naciones occidentales explícitamente conspiran en nuestra contra apoyando disidentes chinos.» La transcripción del juicio, incluyendo la defensa de las acciones tomadas por Xu Zhiyong, ha desaparecido. 

El Movimiento de Nuevos Ciudadanos [en] de Xu Zhiyong fue promovido por una generación de personas independientes que desarrollaron capacidad de pensamiento crítico en un ciberespacio relativamente libre. Comprobaron que las redes virtuales sí pueden llevar a la movilización en el mundo real si se logra consenso respecto a algún punto de la agenda social. La campaña de igualdad de derechos en la educación para niños rurales es tan sólo un ejemplo de ello. 

Xu Zhiyong se ha vuelto una figura simbólica de lo que representa un «nuevo ciudadano» con conocimiento cultivado a través del flujo libre de información en torno a las políticas públicas y las acciones ciudadanas. Su sentencia no es un caso individual, sino un claro símbolo de la manera en que el gobierno ha tomado un enfoque sistémico en torno a negar los deseos de libertad y dignidad del pueblo chino.

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