Visitante describe qué se siente que te asalte la policía búlgara

Central Bus Station Sofia. Photo by Nikola Gruev, published on Wikipedia under CC-BY license.

Estación central de buses en Sofía [en]. Foto de Nikola Gruev, usada con licencia Creative Commons-BY.

El científico político y bloguero Anastas Vangeli [en] describió [en] su experiencia de extorsión por parte de la policía búlgara cuando iba de Macedonia a Polonia, en una publicación en Facebook. El 9 de febrero de 2014, dos oficiales armados los «detuvieron» en un área aislada de la principal estación de buses en Sofía, hasta que les dio algo de dinero. En conclusión, escribió:

Esta fue quizá una de las experiencias más decepcionantes de mi vida. Sin embargo, lo que aumentó la decepción fueron los comentarios y la doble victimización de la gente. Cuando les conté esto es lo que ocurrió:

  • Me lo busqué porque parecía “extranjero” y rico
  • Me lo busqué porque estaba alardeando con mis libros sobre China y parecía rico
  • Debía saber y esperar esta clase de cosas
  • Debía defender más mis fundamentos, por ejemplo, no dejarlos que me llevaran a un cuarto, no dejarlos quedarse con mi dinero
  • Se supone que no debo quejarme pues esto pasa todos los días y no soy especial

Estas son las afirmaciones que no solamente hablan de la realidad de la corrupción omnipresente y del abuso de los funcionarios y el poder, sino de la completa falta de empatía, o siquiera de la idea que un día puedes ser tú. Además, es un indicador de que la gente ha abandonado la esperanza de que las cosas vayan a cambiar; y también de la responsabilidad con que deberían contribuir a ese cambio. A fin de cuentas, el estado tiene el monopolio del uso de la fuerza; me atacaron los que se supone deben protegerme (aunque no tenga pasaporte búlgaro – sin intención de hacer un juego de palabras). Así que toda clase de comentarios que le resten importancia están completamente fuera de lugar.

Estas reacciones son consecuentes con una de las características clave de la «rebelión de la democracia» [en], expuesta en la XVII Asamblea del Movimiento Mundial por la Democracia, llevado a cabo en Lima, en octubre de 2012:

«…la corrupción se vuelve tan extendida que los ciudadanos la aceptan como una norma».

La gente que comenta (en varios idiomas) en el post de Vangeli en Facebook sobre el incidente recordó que ese «precio para los extranjeros» era una práctica común de la policía búlgara durante los funestos años 90 – pero no esperaba que resurgiera en esta época. Algunos de los comentaristas relataron experiencias similares de otros países, desde Rusia hasta Kenia. El activista Besim Nebiu escribió:

Fíjate cómo inmediatamente te preguntaron si tenías que tomar un vuelo en el aeropuerto. Eso les dio la ‘ventaja’ para tratar contigo. Un amigo mío que vive en Kenia escribió una vez un artículo [en] donde describe cómo la policía corrupta tiene «costo de oportunidad» (turnos de ocho horas donde tratan de maximizar sus ingresos). Por lo general, evitan los «clientes difícles», así que toda estrategia de hacerse el tonto y no estar muy molesto debería funcionar. Luego de 15 minutos, se cansan de ti y pasan a alguien con quien sea más fácil lidiar.

Special Winter uniform of Bulgarian Border Police. Source: Ministry of Interior.

El uniforme especial de invierno de la policía de frontera búlgara presentado [bg] en el sitio web del Ministerio de Asuntos Interiores. Según la víctima, los oficiales en cuestión vestían de verde y tenían etiquetas de policía comunes (“Ohranitelna Politsiya”), que según el ministerio usa uniformes azul oscuro.

El bloguero búlgaro Komitata [bg] tradujo el artículo de Vangeli en su post [bg] titulado «Nos protegen y no es teatro», que incluye opiniones acerca de contexto local de desperdicio de recursos del estado en cuestionables acciones policiales elogiadas por el Ministro pertinente:

Системата на МВР не е реформирана. Предното неслужебно правителство положи големи усилия, но поради липса на решителност и политическа воля, реформите останаха скромни и далеч не необратими.

El sistema del Ministerio de Asuntos Internos no se reforma. El gobierno anterior invirtió mucho esfuerzo, pero por falta de decisión y voluntad política, las reformas son tímidas y están lejos de ser irreversibles.

En su post, Komitata también se refirió a la discusión en Twitter [bg] donde los búlgaros preguntan si la policía tiene el derecho de registrarlos en la estación de buses, y señalaron a la información sobre derechos ciudadanos durante búsquedas policiales [bg].

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