Licencias de radio en Zambia canceladas a causa del acceso de la oposición

La verdad salió a flote.

Desde 1991, año en el que Zambia disfrutaba de un comercio libre y, por extensión, de un ambiente de medios, los sucesivos gobiernos han ido prometiendo la libertad de emisiones de radio y TV a emisoras privadas para competir con la emisora nacional Zambia National Broadcasting Corporation (ZNBC), que opera tanto con canales de radio como de TV. A pesar de ello, han ido con aparente cautela en abrir las ondas por miedo a que la oposición tenga acceso a ellas.

Mientras el gobierno aumenta la presión contra las publicaciones en línea mediante el bloqueo de algunas páginas web de medios ciudadanos y el arresto de periodistas independientes, el factor del miedo crece cada vez más de forma inconsciente por culpa del vapuleo que el 28 de octubre le dio el presidente Michael Sata a Emmanuel Mwamba, Secretario Permanente de Información y Comunicaciones, por haber expedido licencias de comunicación a nivel nacional a dos emisoras de radio privadas y por haber garantizado las licencias de operación a emisoras de radio no cristianas [en].

Emmanuel Mwamba, recently dismissed as Information and Broadcasting Permanent Secretary. Picture used with permission from the Zambian Eye.

Emmanuel Mwamba, recientemente despedido de su cargo de Secretario Permanente de Información y Comunicaciones. Fotografía utilizada con la autorización del periódico digital Zambian Eye.

En los últimos 22 años se han abierto varias emisoras de radio y TV mediante el envío de algunas solicitudes para expandir su cobertura, pero en su mayoría han sido restringidas a regiones particulares. Estas solicitudes han estado pendientes con la esperanza de recibir la aprobación con la llegada del nuevo gobierno del Frente Patriótico, cuyo manifiesto promete la “apertura de ondas radiofónicas”, más aún porque el presidente Sata, como líder opositor, nunca tuvo una cobertura positiva, si es que tuvo alguna.

El pasado setiembre Sata nombró Ministro de Información y Comunicaciones a Mwamba, quien venía de una Provincia Occidental agitada en la que parte de la población estaba luchando por la secesión.

Con entusiasmo, Mwamba, periodista que había sido más conocido por su cargo de asesor de prensa del segundo presidente de Zambia, el difunto Frederick Chiluba, inició cancelamdo algunos proyectos de su predecesor, como la oferta de migración digital, y anunció grandes cambios en los medios públicos [en]. Entre sus méritos en este corto espacio de tiempo se cuenta el situarse a la cabeza del Ministerio de Información, gracias a lo cual pudo conceder el deseo de algunas emisoras de radio de emitir a nivel nacional, y también permitió que algunas emisoras de radio afiliadas al Islamismo lanzasen emisiones de prueba. Además, impulsó a los medios controlados por el Estado a adoptar una presencia virtual más sólida.

Sin embargo, Mwamba se pilló los dedos en el tema de las licencias.

El presidente Sata le echó la bronca por creer que había sido más inteligente que anteriores Secretarios Permanentes, que nunca habían aprobado ninguna de esas controvertidas solicitudes y menos aún permitido a las emisoras privadas emitir a nivel nacional. Sata dijo [en]:

Usted, señor Emmanuel Mwamba, ¿cree que todos los Secretarios Permanentes que hubo antes que usted fueron estúpidos al no otorgar licencia a Radio Phoenix? Usted pretende que el partido de oposición, el Partido Unido para el Desarrollo Nacional dirigido por Hakainde Hichilema, utilice la misma emisora de radio mientras gobierne… ¿Eso significa acaso que es usted el único Secretario Permanente inteligente? ¿Era estúpido el gobierno precedente? […] ¿Sabe usted por qué estaban pendientes esas solicitudes? ¿Es usted consciente de que Radio Phoenix pertenece ahora a extranjeros que pueden poner en peligro la integridad nacional? ¿Sabe usted por qué el anterior gobierno había permitido solo a ZNBC ser la única emisora nacional?

Poco después que Mwamba fuese vapuleado por el presidente Sata, quien también canceló las licencias nacionales de Radio Phoenix y QFM [en], y las licencias de operación de las emisoras no cristianas [en], se hizo la declaración de que Mwamba fue transferido del Ministerio de Información a la Oficina del Gabinete con las mismas capacidades pero sin ser situado en un cargo específico. Dos días más tarde, Mwamba fue completamente despedido del servicio civil [en].

La organización municipal Operation Young Vote, a través de su director ejecutivo, Guess Nyirenda, publicó una declaración que condenaba la postura de Sata [en]

La directriz del presidente de revocar las licencias en menos de un mes tras la llegada del gobierno de Frente Patriótico suscitada por las actuaciones del [Secretario Permanente] Mwamba no es solamente retrógrada sino que además supone una confirmación del deseo de Frente Patriótico de privar a los zambianos de la gran necesidad de información que el crecimiento de los medios y la democracia deberían asegurarles […] La expresión categórica de miedo del presidente provocada por la oposición y por Hakainde Hichilema (HH) en particular acerca de los medios nacionales privados es un testimonio evidente de que Frente Patriótico está dispuesto a ignorar su manifiesto cuando les conviene e incluso a impedir que los zambianos puedan acceder a una información correcta, rica y veraz en la que basar sus decisiones ahora y en el futuro.

Un lector del periódico digital Zambian Watchdog preguntó las razones que se ocultaban detrás de la cancelación de las licencias mediante las siguientes palabras [en]:

Pero ¿qué hay de malo en la expedición de licencias de emisión a nivel nacional? Recuerdo cuando el presidente Sata todavía estaba en la oposición y se quejaba continuamente de las limitaciones de cobertura tanto en RADIO como en TV. Aunque puede que él hablara estrictamente bajo la ignora………… [ignorancia].

Todo el asunto, incluidas las declaraciones de Sata sobre las licencias canceladas, explica por qué nunca se ha llegado a aprobar una Ley de Libertad de Información, ahora llamada Ley de Acceso a la Información, y por qué la ZNBC y la Ley de Radiodifusión Independiente no han estado completamente operativas en los últimos años.

Se supone que una vez sea aprobada la Ley de Libertad de Información, o Ley de Acceso a la Información como se la conoce ahora, esta permitirá a los ciudadanos en general acceder mediante una petición por escrito a la información recopilada sobre cualquier materia y, en el caso de que el solicitante no pueda acceder a una información en concreto por alguna razón, se supone que deben explicarle el motivo de ello. Los gobiernos posteriores afirman que la seguridad se adoptará como uno de esos motivos por los que se impedirá el acceso.

Por otra parte, se supone que la Ley ZNBC, que solo ha estado operativa en parte, hará de la emisora nacional una institución pública independiente que estará dirigida por los miembros de un consejo que no tendrán que responder ante el gobierno. Hasta la fecha, ZNBC todavía está directamente controlada por el Ministerio de Información por medio de un Secretario Permanente que también es miembro del consejo institucional.

La Ley de Radiodifusión Independiente establecerá un comité independiente que investigará los temas relacionados con las emisiones que cuenten con licencia y se encargará de la supervisión del cumplimiento de la ley y las normativas comunes a todas las emisoras. Aunque, casualmente, por el momento parece que el gobierno todavía controla la mayoría de las funciones de este comité.

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