Más sobre el confuso incidente de libertad de prensa en Trinidad y Tobago

En el último giro que tomó el fiasco de libertad de prensa en el Trinidad Guardian, las tres reporteras que renunciaron (Dra. Sheila Rampersad, Anika Gumbs-Sandiford y Denyse Renne [en, todas]) emitieron un comunicado de prensa [en] detallando su versión de los hechos – en la que reafirman sus declaraciones iniciales respecto a que «la libertad de prensa se vió gravemente amenazada; amenaza que tomó forma de interferencia política, cuyas múltiples facetas incluyeron la suspensión de la Editora en Jefe (EEJ), la señorita Judy Raymond.»

Su declaración [en], emitida como respuesta a este artículo de Judy Raymond [en], comienza explicando por qué eligieron hablar:

Dimos una declaración pública el mismo día que renunciamos, y la Dra. Sheila Rampersad dió una entrevista a la I95.5FM la mañana siguiente (jueves 11 de julio). El periódico Trinidad Express nos solicitó un comentario el mismo dia (jueves 11 de julio), el cual dimos de inmediato.

No hemos hecho posteriores declaraciones.

En vista de la declaración de la señorita Raymond, publicada en el T&T Guardian del dia 15 de julio, hemos decidido romper nuestro digno mutismo en interés de nuestra credibilidad profesional y bienestar personal.

También proporciona un poco más de perspectiva sobre las circunstancias que las llevaron a denunciar un «ataque a la libertad de prensa»:

Para comprender los eventos que condujeron a las renuncias del dia miércoles, es indispensable conocer acerca de una reunión llevada a cabo el martes (9 de julio), a las 2:15 pm.

En esa reunión, fuimos informados por el DG (Director General) y por la EEJ (Editora en Jefe), que llegaban de una reunión en la oficina general de ANSA McAl, que existía mucha preocupación por parte de la junta directiva de Guardian Media Ltd. acerca de la, según su percepción, parcialidad informativa de nuestros reportajes, y que las cosas habían llegado a un punto crítico. Fueron mencionados dos ejemplos: el titular ‘Millones enviados fuera de TyT’ del Sunday Guardian del 7 de julio, y el titular ‘Rowley se Escapa’ del Trinidad Guardian del 4 de julio.

Sin embargo, el titular “Rowley se Escapa” generó gran controversia entre los editores, que defendieron nuestra representación de los hechos, y el DG. Revisando una y otra vez las páginas uno y tres de la edición de aquel dia, el DG dijo, esencialmente, que nuestra cobertura de la historia estaba parcializada en favor del Dr. Keith Rowley y de Mr. Colm Imbert, y en contra del Comité de Privilegios. También dijo que la junta directiva había sido unánime sobre esta cuestión, y que la EEJ debía quedar ‘desconectada’.

Cuando le preguntamos de que manera debíamos proceder en un ambiente en el que la EEJ quedaba ‘desconectada’ por razones imprecisas e indeterminadas, y con una inestabilidad cada vez mayor en la sala de redacción que solo se vería acrecentada por la ausencia física de la EEJ, el DG nos dijo que moderaramos el tono del periódico.

Las reporteras también revelaron otros detalles:

Se nos dijo que la ‘desconexión’ de la EEJ para que trabajara en una política editorial, en conjunto con la moderación del tono del periódico, constituían la mejor opción a tomar, luego de la reunión del DG y la EEJ en la oficina general. Alguien preguntó cuales habían sido las otras opciones. Hubo un silencio, y entonces, la EEJ dijo ‘la otra opción es que ambos tendríamos que irnos’. Por ‘ambos’ se refería al DG y a la EEJ. Un editor preguntó si podíamos reunirnos con la junta directiva del GML para dialogar; pero el DG dijo que no, que eso estaba fuera de discusión.

Más tarde el martes, la EEJ le informó a los editores que se buscaba a alguien que asistiera a la reunión de la tarde de los editores, en la cual se decidían los contenidos de la edición del dia siguiente. El DG se lo solicitó a una persona, la que pidió tiempo para considerarlo. Un poco después, el DG se lo solicitó a alguien más, y esta persona asistió a la reunión del martes por la tarde.

El comunicado se refiere a continuación a una serie de mensajes de texto y emails que, según se informa, fueron enviados entre la Editora en Jefe Judy Raymond, la Dra. Sheila Rampersad, y Anika Gumbs-Sandiford. Se hace notar que «estos mensajes, y correspondencia adicional que se menciona aquí, permanecen en nuestro poder y pueden servir como corroboración»:

La incertidumbre creció el martes por la noche, durante la cual la Dra. Rampersad y la señorita Raymond intercambiaron un número de mensajes de texto, relevantes para el desarrollo fluído de los acontecimientos. La idea de una renuncia, rondando desde el lunes, tomó forma el martes por la noche.

El miercoles de la renuncia, algunos editores llegaron con esa idea (renuncia), y se propuso una reunión para discutirla antes de llevarla a cabo, reunión que se realizó.

En esta reunión, la EEJ sugirió esperar hasta ‘mañana'; alrededor de una hora después, añadió que su abogado le había aconsejado que no hiciera nada drástico hasta haber conversado con él. La EEJ salió entonces a ver a un abogado en la calle Duke. No obstante, la señorita Raymond, el mismo dia miercoles de la renuncia a las 2:58 pm, le mandó un mensaje de texto a la Dra. Rampersad, diciendo ‘Necesito salir de aquí. Seguiré yo en cuestión de horas. Hablamos luego. Gracias por todo xx’.

Después de la renuncia, a las 5:56 del miercoles 10 de julio, la EEJ le envió un mensaje de texto a la Dra. Rampersad, refiriendose a la entrevista que la Dra. diera en I95.5FM inmediatamente después de la renuncia: ‘Escuché la entrevista, estuvo grandiosa’.

Las reporteras de investigación Anika Gumbs-Sandiford y Denyse Renne afirman que, contrariamente a lo declarado por la EEJ en la edición de hoy del Guardian, nunca fueron aconsejadas ni se les solicitó por parte de la EEJ que postergaran su renuncia por 24 horas.

La señorita Gumbs-Sandiford confirma que la EEJ estaba en posesión de su carta de renuncia desde la 1:44 am del miercoles 10 de julio. No hubo ninguna respuesta aconsejandola postergar su renuncia. De hecho, la señorita Raymond respondió a las 7:30 am via e-mail: ‘Gracias por informarme, Anika. Lamento tanto que las cosas hayan llegado a este punto. Gracias por tu excelente trabajo. Los mejores deseos para tí.’

A las 8:20 am, cuando ya se había adherido al plan de renuncia la noche anterior, la EEJ contactó a la Dra. Rampersad mediante un mensaje de texto: ‘¿Podrías llamar a Anika y pedirle que todavía no envíe su carta de renuncia? GF [Gabriel Faria, el Director General de la compañía] va en camino a reunirse con Norman, todavía puede haber esperanza de salvar esta situación. Si no ocurre, renunciaremos juntas después’.

La Dra. Rampersad respondió: ‘Se acabó’. La señorita Raymond acusó recibo con un emoticón triste.

La declaración conjunta postula que la renuncia de las reporteras permitió un diálogo posterior entre la Editora en Jefe y la administración de Guardian Media:

Las señoritas Gumbs-Sandiford y Renne han confirmado que renunciaron en apoyo de la señorita Raymond, pues sabían que si la señorita Raymond era ‘desconectada’, ellas mismas también serían ‘desconectadas’ muy pronto, dado el número de protestas generadas por su labor investigativa.

El silencio que hemos mantenido entre el jueves por la mañana y hoy no debe interpretarse como estupidez, cobardía, o convicción en la maniobra ejecutada por GML. Tenemos claro que lo ocurrido a inicios de la semana pasada constituye interferencia en los procesos y productos editoriales, mediante la suspensión y/o potencial despido de la señorita Raymond.

Si hubo diálogo entre la EEJ y la administración desde el jueves 11 de julio, no fue por accidente; nuestra renuncia fue lo que permitió este cambio de actitud.

Termina denunciando la afirmación de la Asociación de Medios de Trinidad y Tobago [en] de que Gumbs-Sandiford y Renne habían vuelto a sus puestos de trabajo en el Guardian:

Contrariamente a lo reportado por la Asociación de Medios de Trinidad y Tobago, ninguna de las tres periodistas que renunciaron están de vuelta en su empleo. Ninguna de nosotras fue contactada antes o después de que se emitiera el comunicado de la Asociación.

Permenecemos inconmovibles en la convicción de haber tomado una posición honorable y ajustada a nuestros principios; no nos arrepentimos.

El público determinará si la confusión de los últimos dias puede ser descrita como ‘desinformación’, ‘falla masiva de comunicación’, o, simplemente, mentiras.

Global Voices continuará informando sobre el desarrollo de estos acontecimientos.

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