Con internautas como estos en Rusia, ¿quién necesita trolls?

La Internet rusa, como suele suceder en Internet en general, funciona a base de ciclos cortos de indignación. Los blogueros se inflaman por algún suceso de actualidad, ya sea un asesinato en una ciudad de provincias o los derechos LGBT, pero en el transcurso de una semana derivan su atención hacia algo que les indigna de nuevo. Aunque a veces estos ciclos se repiten o se reciclan, sigue siendo raro que el mismo suceso cree dos oleadas distintas de indignación en el periodo de un mes. Pero eso es básicamente lo que sucedió el pasado mes de julio, cuando el defensor ruso de los derechos infantiles, Pavel Astakhov, volvió a mencionar despreocupadamente [ru] la posibilidad de enviar huérfanos rusos al Cáucaso Norte para su adopción.

Las anteriores declaraciones de Astakhov sobre ese tema, el 30 de mayo de 2013, en las que calificó esta posibilidad de «experimento», no fueron bien recibidas, por decirlo con delicadeza. No obstante, esta vez Astakhov fue más específico, mencionando a Chechenia como ejemplo de región rusa donde los huérfanos se adoptan inmediatamente y reciben buenos cuidados, prometiendo que hablaría con el líder checheno Ramzan Kadyrov sobre la posibilidad de establecer un proceso de adopciones recíprocas entre ambas regiones. Parece que la sugerencia hace oídos sordos a los recientes choques étnicos entre rusos y chechenos en la ciudad de Pugachev.

Pavel Astakhov listo para una jornada de trabajo. Imagen compuesta utilizando la foto «Pavel Astakhov» de Dmitry Rozhkov, 25 de noviembre de 2011, CC 3.0 Wikimedia Commons.

Pavel Astakhov listo para una jornada de trabajo. Imagen compuesta utilizando la foto «Pavel Astakhov» de Dmitry Rozhkov, 25 de noviembre de 2011, CC 3.0 Wikimedia Commons.

El principal comentario en la RuNet era predecible: los huérfanos rusos se venderán como esclavos y cuando crezcan se les obligará a convertirse en terroristas suicidas. De hecho, fue curioso ver lo similares que eran los argumentos, aunque esta vez, los nacionalistas de la RuNet fueron quizás aún más severos en sus críticas. El usuario de LiveJournal mouglley, por ejemplo, recordó [ru] los tiempos en los que los principados rusos se veían forzados a pagar tributos a los mongoles:

Астахов предложил платить дань еще и детьми, отсылая русских сирот в Чечню, чтобы из них делали чеченцев — самих чеченцев пока еще слишком мало, чтобы установить прямой контроль над Россией.

Astakhov ha ofrecido pagar tributos con niños, enviando huérfanos rusos a Chechenia para que puedan convertirlos en chechenos, ya que ahora no hay suficientes chechenos para establecer un control directo sobre Rusia.

Otro internauta tuiteó [ru]:

Всё думаю, вот Астахов хочет чтобы наших сирот воспитывали в Чечне-так как убийцу в Пугачёве? Ах да, зато русские будут резать русских-так?

Sigo preguntándome si Astakhov quiere que nuestros huérfanos se críen en Chechenia, como el asesino de Pugachev. Vale, pero así rusos matarán a rusos, ¿no?

Y otro cuestionaba [ru]:

На органы, в рабство или как?

¿[Los cosechan] para órganos, para esclavizarlos o qué?

Para poner la guinda, un usuario de un foro ciudadano de la localidad siberiana de Prokopievsk estaba bastante seguro [ru] de la similitud con la novela «El candidato manchú» [en]:

Лично я уверен, что через несколько лет результаты чеченского воспитания дадут о себе знать в виде светловолосых шахидов …

Personalmente, estoy convencido de que en unos años, los resultados de una crianza chechena los hará famosos como los terroristas suicidas rubios…

A diferencia de la última oleada de indignación sobre los esclavos huérfanos, esta vez incluso los liberales más notorios se enfurecieron. Dmitry Olshansky (un publicista liberal y cosmopolita con ciertas tendencias nacionalistas) escribió [ru] en su Facebook:

Это невыносимая по своей гнусности новость. Просто невыносимая.

Esta noticia es insufrible por lo odiosa. Simplemente insufrible.

Andrey Malgin, un bloguero liberal opuesto al Kremlin, tomó un camino distinto: se limitó a hacer referencia [ru] a una novela de Anatoly Pristavkin, ambientada en Chechenia tras la II Guerra Mundial (después de la deportación-chechena) y que sigue a dos huérfanos rusos, uno de los cuales encuentra una espantosa muerte, descuartizado a manos de chechenos. Malgin deja que sus lectores saquen sus propias conclusiones.

Por supuesto, los comentarios de Astakhov se sacaron de contexto y se les dio una medida desproporcionada. Un bloguero [ru] se puso en contacto con la secretaria de prensa de Astakhov, y esta explicó que el político solo había mencionado Chechenia como una región de tantas, incluyendo Krasnodarsky Krai, que también tiene buenas estadísticas de adopciones. Pero eso no parece que importe: esta historia en concreto ya no provoca indignación en la RuNet y ya se habrá olvidado la próxima vez que alguien hable de huérfanos en el futuro cercano.

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