Déjà Vu de libertad de prensa en Trinidad y Tobago

De lo único que parecía estar hablando la gente en Trinidad y Tobago el 11 de julio era acerca de las renuncias en el periódico Guardian y sobre la posibilidad de que hubiera algo más en el mortero que la mano. Unos cuantos bloggers tuvieron tiempo de pensar sobre la ramificación de la «redistribución» de la sala de prensa y no perdieron tiempo en compartir sus perspectivas…

Plain Talk [en] estaba confundido con la respuesta oficial del Guardian a la denuncia de la movida [en] por parte de la Asociación de Medios de Trinidad y Tobago:

Esto fue seguido de una declaración/entrevista verbal ofrecida a CNC3, canal hermano del Guardian, por Gabriel Faria, el mismo Director Ejecutivo nombrado en la…declaración, en la que intentó dar un punto de vista diferente de todo… aunque sí admitió que al menos dos trabajadores de (según sus palabras) ciento sesenta dimitieron.

Desacreditó la idea de que la sra. Raymond hubiese dimitido por algún tipo de protesta y que tan solo se trataba de una tormenta en un vaso de agua, y que de hecho, ella había sido felizmente recolocada en un puesto más estimulante en la organización.

El blogger, Phillip Edward Alexander, tenía muchas preguntas [en]:

¿Qué NO sabemos?

¿Por qué fue recolocada Judy Raymond, editora del Guardian de Trinidad?

¿Qué es exactamente una ‘política editorial sólida’ y por qué conllevaría reemplazar al editor sustituto con el hombre que ella remplazó de manera que ella pudiese trabajar personalmente en eso?

¿Por qué fue suficiente su recolocación para hacer que dos veteranos y respetados periodistas y por lo menos un editor dimitiesen de sus puestos en forma de protesta?

¿Por qué su recolocación haría que la Asociación de Medios de Trinidad y Tobago diera un comunicado criticando fuertemente la gestión del Guardian de Trinidad?

¿Por qué sería dicho comunicado rotundamente desmentido por el director ejecutivo del Guardian en su propia declaración?

¿Por qué no salió la Asociación de Medios de Trinidad y Tobago en defensa de su comunicado o, en su defecto, a retractarse y ofrecer una disculpa al Guardian y a su director ejecutivo Gabriel Faria, a quien su declaracón convierte en un mentiroso?

Alexander añadió que tenía «más información» que debía ser contrastada antes de ser publicada, pero terminó diciendo [en]:

Hasta entonces diré que creo que lo ocurrido hoy ha sido un serio ataque a la libertad de prensa y a la independencia periodística…

The Eternal Pantomime [en] se ha tomado muy en serio el fiasco del Guardian [en]. Comenzó su artículo diciendo:

Nos queda un periódico diario en Trinidad y Tobago… un país en el que había 3.

La prensa y los medios han sufrido un duro golpe en diferentes formas con este gobierno. Si no tenemos periodistas que se venden al gobierno para servirles de relaciones públicas, entonces tenemos Ministros de Gobierno y figuras estatales amenazando a los medios.

¡En tan solo 3 años hemos visto a la policía hacer redadas en periódicos en dos ocasiones!

Hemos visto como Jack Warner, el entonces Ministro de Seguridad Nacional, amenazaba la seguridad de Asha Javeed y de Denyse Renne en la televisión pública utilizando recursos públicos. Sin embargo, Warner es considerado como un salvador por gente demasiado codiciosa para reconocer la tiranía cuando la tienen justo delante.

Continuó:

El colapso de ayer en el Guardian, en el que varios escritores dimitieron y en el que presuntamente la directora fue recolocada, es simplemente otra evidencia, para añadir a las ya existentes, de que bajo Kamla no tenemos una democracia real y que la dictadura no está llegando… ya está aquí. Esta no es la primera vez que al llegar a la oficina los trabajadores han tenido que abandonar las redacciones.

Y con todo esto… la gente sigue defendiendo al partido. A sabiendas de que necesitamos unos medios funcionando totalmente independientes para garantizar una democracia eficiente, apoyan las payasadas de este gobierno y de sus colaboradores.

El colapso del Guardian debería enseñarnos cómo los grandes negocios están en manos del gobierno… ¿Y todavía creemos que Beetham, Laventille y Sealots son las sanguijuelas de la sociedad?

Es evidente que el lema de Democracia del Guardian es solo una fachada. Aquellos que somos lo suficientemente mayores sabemos que esta no es la primera vez que ha ocurrido un colapso en el Guardian bajo un Gobierno del UNC. En 1997 el editor Jones P Madeira dirigió el despido [en] de varios periodistas del Guardian.

Rhoda Bharath también está en desacuerdo [en] con la explicación oficial del periódico:

Parece que el director ejecutivo del Guardian tiene diferentes versiones. En un momento escuchas que fue despedido, y anoche le viste hablar acerca de su capacidad como director ejecutivo diciendo que todo estaba bien, que el Guardian está comprometido con los más altos niveles de periodismo y que sus dos mejores periodistas de investigación dimitieron porque no estaban dispuestos a trabajar más y más duro.

Ahí radica el problema. Según Gabriel Faria, la idea de un periodismo justo y responsable que tienen en Guardian Media Ltd es que Sampson Nanton solo pregunte al director ejecutivo sobre la dimisión de parte de los empleados. Ni un solo miembro de la plantilla del Guardian fue entrevistado. ¡El equilibro está en ….(error)!

Si un periodismo desequilibrado es el duro trabajo del que han querido escapar, ojalá la Sra. Renne y Gumbs-Sandiford tengan suerte. Estos dos reporteros señalan más a este gobierno que cualquier tsunami prometido por Warner y es triste que tengan que pasar por este trastorno.

Otros bloggers de la región también se hicieron eco. En Jamaica Active Voice [en] se preguntaba si el periodismo en la república de las islas gemelas estaba en crisis:

La directora del Guardian de Trinidad Judy Raymond abandonaba supuestamente su puesto, seguido por … algunos periodistas escrupulosos en una atmósfera repleta de alegatos de interferencia política. Hoy, tanto el gobierno como el Guardian han desmentido las acusaciones de interferencia política. Patricial Worrel @bytesdog decía brevemente que ‘Esta historia del Guardian tiene más giros inesperados y vueltas de tuerca que Lady Chancellor o la carretera desde Maracas.’

Annie Paul también publicó algunos de los tuits de Raymond [en] durante los hechos:

La lacónica cuenta de Twitter de Raymond @HeyJudeTT no dice demasiado a primera vista. Sus últimos tres tuits son crípticos pero la cita de Orwell [‘Periodismo es publicar lo que otros no quieren que se publique. El resto son relaciones públicas’] es decisiva.

Curiosamente, unos días antes del colapso en el Guardian, Paul pulicaba este post [en], en el que analizaba «qué aqueja al periodismo jamaiquino». En él, se refiere a un artículo en la edición de junio/julio de 2013 de The Journalist, «una revista del sindicato nacional de periodistas del Reino Unido», el cual publicó un artículo titulado «El azote de la pobreza» por Jeremy Dear, periodista británico:

En el artículo, Dear … subraya el peligroso estado de los medios jamaiquinos en el que periodistas mal pagados mueren en la pobreza y mientras viven, son vulnerables a sobornos, amenazas y censuras de todo tipo. En efecto, la impresión que se da es que la prensa en Jamaica ha sido castrada, y está renqueando ineficazmente, mientras intenta imitar una prensa libre y dinámica.

Si lo que cuenta el articulo del Reino Unido es cierto, entonces la situación es extremadamente seria.

Sobre la posición de Trinidad y Tobago, donde la libertad es preocupante, pregunta [en]:

¿Como se solventará esta situación? La región mira y aguarda con el alma en vilo.

La imagen utilizada en esta entrada, «Libertad de Prensa», es de Khalid Albaih, utilizada bajo una Attribution 2.0 Generic Creative Commons license. Visita el flickr de Khalid Albaih.

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