Alemania: Seguridad por encima de la Constitución

El debate sobre el escándalo de vigilancia traído a la luz por las revelaciones de Edward Snowden se está poniendo más intenso en Alemania. Los comentarios de diversos políticos contribuyen significativamente al debate, especialmente los del ministro del Interior alemán, Hans-Peter Friedrich, que recientemente calificó la seguridad como «derecho súper fundamental» y la colocó por encima de otros derechos básicos.

Udo Vetter reflexiona sobre el cumplimiento de los derechos fundamentales en su Law Blog [de]:

Über Epochen haben Menschen darunter gelitten, dass “gut” und “böse” willkürlich definiert werden konnten – zumeist von den Falschen. Es wäre ein unumkehrbarer Fehler, den nunmehr Verantwortlichen ihre Abkehr von den Grundwerten, die sie in Sonntagsreden doch so gerne feiern, durchgehen zu lassen.

Durante años, el pueblo ha estado sujeto a definiciones arbitrarias de «bien» y «mal» – la mayoría de ellos de las personas incorrectas. Sería un error irreversible dejar que las personas que actualmente son responsables se salieran con un rechazo de valores básicos, que de otra manera son tan celebrados en sermones dominicales.

Julia Dombrowski ve que la Constitución alemana está en peligro por la conducta del gobierno. En su blog [de], escribe:

Auch wenn Menschen mit Entscheidungsbefugnis Fehler machen, selbstsüchtig, machtbesessen, intolerant oder schlicht Arschlöcher sind – nie habe ich geglaubt, dass die Verfassung infrage stand. Selbst dann nicht, wenn Dinge geschahen, die nicht verfassungskonform waren.

Das ist jetzt anders. Regierende Politikerinnen und Politiker, allem voran unsere erste Frau im Staate und ihr Handlanger, der Innenminister, haben unverblümt Sicherheit über andere Rechte gestellt, die uns laut Verfassung zustehen.

Aun cuando la gente con autoridad comete errores, esos que son egoístas, tienen hambre de poder, son intolerantes o simplemente idiotas – nunca me hubiera imaginado que se pondría en cuestión la Constitución. Sobre todo cuando han pasado cosas que ni siquiera son constitucionales.

Ahora es diferente. Los políticos gobernantes, sobre todo nuestra lideresa [la cancillera Angela Merkel] y su secuaz, el ministro del Interior, han colocado claramente la seguridad por encima de otros derechos que están protegidos por la Constitución.

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