Crece la tensión en la zona de seguridad Moldavia-Transnistria

La tensión aumentó durante la noche del 26 al 27 de abril en la zona desmilitarizada de la República de Moldavia, según informes de los medios de comunicación moldavos [en]. La zona de seguridad fue establecida al final de la Guerra de Transnistria (marzo-julio 1992), un conflicto que buscaba poner fin a los movimientos separatistas en la zona Este de Moldavia y recuperar la república separatista de Transnistria.

En los últimos días de abril, las autoridades de Transnistria instalaron unilateralmente dos puestos de control entre el pueblo de Varniţa [en] (comuna que sigue bajo control del gobierno de Moldavia) y la ciudad de Bender (controlada por las autoridades separatistas de Transnistria). Esto produjo enfrentamientos entre civiles moldavos, quienes trataron de sacar los puestos de control, y la milicia de Transnistria, que intervino para detener su intento. La Comisión Unificada de Control [ro] puso fin al conflicto en pocas horas. La comisión es un mecanismo conjunto destinado a supervisar la Zona de seguridad, entre otras cosas. Aunque Transnistria afirmó que los nuevos puestos de control tenían como objetivo combatir el contrabando, la reacción de los cibernautas moldavos subraya algunas de las razones por las que surgieron las tensiones.

Breakaway Transnistria, Wikimedia Commons

Mapa de Moldavia y la región separatista de Transnistria, Wikimedia Commons

Dragoș Galbur cree que esto fue un intento de ocupación. Escribe [ro]:

No pude dormir hasta las 4 am, siguiendo en vivo lo que pasaba en Varnita donde muchos soldados soviéticos y milicias de Transnistria atacaron el territorio de la República de Moldavia. Cuando digo ‘atacaron’ sé lo que estoy diciendo. Usted no puede venir con uniforme militar a una tierra que no le pertenece (de acuerdo al tratado de paz de Moscú) y comenzar a golpear a la gente de Varnița, instalando sus vehículos bajo el pretexto de que está instalando un puesto de control allí. ¡Esto se llama ocupación!

Galbur está decepcionado por las reacciones de los funcionarios moldavos:

Además de Facebook, en [Chișinău, la capital de Moldavia] todo estaba en calma. No hubo ni siquiera una simple reacción, nada. Nadie tomó el teléfono. Si se hubiera producido un tiroteo por un participante descuidado seguro que el escenario del año 1992 se habría repetido. ¿Pero a quién le importa? En Chișinău, hay una gran pelea por el dinero y el poder.

El bloguero se refiere a la profunda crisis política que afecta a Moldavia. Luego de que cayera su gobierno a comienzos de año, la semana pasada los moldavos vieron dimitir [en] al presidente del parlamento.

Una reciente encuesta de opinión en Moldavia de abril de 2013, revela [ro] que 81 por ciento de la población encuestada cree que el país no se rige por la voluntad del pueblo y 84 por ciento afirma que el país se encamina en la dirección equivocada; 82 por ciento de los encuestados no están contentos con la forma en que la administración del país está tratando la solución del conflicto de Transnistria.

La misma insatisfacción la manifiesta el periodista y bloguero Andrei Cibotaru, quien piensa que la Alianza para la Integración Europea (AIE) [en] merece llamarse ‘Alianza para el descanso eterno’ debido a la constante lucha por el poder que ha dejado a Moldavia sin presidente por casi dos años, después sin primer ministro y ahora también sin presidente del Parlamento.

Cibotaru escribe [ro]:

Entretanto la [AIE] nos está intimidando con elecciones anticipadas. Siguen diciendo que si hay elecciones no ganaremos, sino que ganarán los comunistas. Pero ¿por qué nosotros (y no ellos) tendremos miedo de eso?

El retorno político del Partido Comunista podría ser también una hipótesis verosímil.

Preguntando por quién votaría si hubiera elecciones parlamentarias el próximo domingo, 32.5 por ciento de los encuestados en abril contestaron el Partido Comunista como opositor al actual partido en el poder, que obtuvo respectivamente: 12.6 por ciento (el Partido Liberal Demócrata [en]), 10.5% (el Partido Liberal [en]) y 6.8% (el Partido Demócrata).

El periodista y bloguero Vitalie Cojocari escribe [ro] que «Transnistria está perdida para siempre para Moldavia»:

[…] Solamente una persona estúpida no puede verlo. Transnistria existe como estado independiente y no necesita el reconocimiento del mundo entero, siempre y cuando su mundo sea la Madre Rusia. Transnistria no representa a Moldavia y solo los inocentes de las ONG con sede en Chișinău siguen creyendo que el territorio del otro lado [del Nistru] pertenece a los moldavos. Veinte años después de la guerra en Transnistria nació una nueva generación. Esta generación ha crecido y para ellos es evidente que existe Moldavia, que existe Transnistria y esas dos entidades son estados completamente diferentes.

Cojocari sugiere que hay dos soluciones para Transnistria – una es simple y rápida y la otra es difícil y prolongada:

La difícil implica que los transnistrios quieran unirse con los moldavos. Aunque para esto, la economía moldava necesita estar en auge, la población necesita tener de todo y la vida debiera ser un pequeño paraíso. Queridos teóricos de la pausa para el café, ustedes no convencerán a la gente de la ribera izquierda del Nistru que se unan con los del lado derecho si no le ofrecen una alternativa. ¿Qué podríamos darle? ¿Pobreza? ¿Malos caminos? La solución fácil es renunciar a Transnistria. Es nuestro único camino. Tenemos una meta. Tenemos que formar parte de la Unión Europea. Con ellos [Transnistria], no podremos hacerlo, sin ellos – sí. Solo lamento una cosa. Esta pobre gente de Varniţa y otros pueblos olvidados por las autoridades de Chişinău.

Mientras tanto, el apoyo popular para la integración de Moldavia con la Unión Europea ha disminuido en los últimos años. Este año la encuesta de opinión muestra [ro] que la opinión y apoyo están igualmente repartidos respecto a la integración con la Unión Europea (51 por ciento) y una unión con Rusia (52 por ciento).

En un post titulado ‘Ejército ruso, vete a casa’, el blogureo Nicu Gușan está convencido [ro] de que la única esperanza no radica en la clase política gobernante, sino en los ciudadanos moldavos:

¡El ejército ruso no tendrá ni un solo trozo de esta república ya en crisis! Esta vez, a pesar de la impotencia de nuestras autoridades, no permitiremos que otra parte de nuestro territorio sea ocupado por Rusia. Hoy en día los ciudadanos permanecerán en guardia al igual que lo estuvieron en 1992 y gracias a lo cual esta república no fue ocupada en su totalidad.

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