Las décimas terceras elecciones generales de Malasia tendrán lugar el 5 de mayo, y afortunadamente los principales partidos han develado sus manifiestos electorales, que pueden guiar a los electores a elegir los candidatos correctos. ¿Qué partido tiene la mejor propuesta?

El partido de oposición Pakatan Rakyat publicó [en] su manifiesto el 25 de febrero. Titulado ‘El pacto del pueblo, la esperanza del pueblo’, la declaración [en] busca el apoyo de los electores para desplazar a la coalición al mando que ha estado en el poder durante los últimos 50 años:

Malasia es un país con inmenso potencial, su gente se esfuerza hacia la excelencia, unida por lazos de hermandad y fraternidad.

Sin embargo, la élite de poder obstruye nuestras aspiraciones nacionales. La corrupción y avaricia prosperan, mientras el pueblo continúa viviendo entre infortunios.

Por el bien de la gente, cambiemos y unámonos para trazar el futuro de una nueva Malasia.

‘El manifiesto del pueblo’ ha sido redactado basado en cuatro pilares clave –Fraternidad del pueblo, la economía del pueblo, el bienestar del pueblo y el gobierno popular.

Un seguidor del partido de gobierno escucha el discurso del Primer Ministro. Foto de Asyraf rasid, derechos de @Demotix (4/6/2013)

Mientras tanto, el 7 de abril, la coalición de gobierno, Barisan Nasional, encabezada [en] por el primer ministro Najib Razak anunció el manifiesto el 7 de abril. Titulado ‘Una promesa de esperanza’, el escrito enumeró [en] los logros del gobierno en ejercicio y brindó un plan de acción exhaustivo y detallado para los próximos años:

Nos ha llegado el momento de decidir. El futuro de esta nación yace en nuestras manos.

Los antecedentes de este gobierno en el cumplimiento de promesas hablan por sí solos. Los cambios reales han ocurrido, pero el recorrido hacia una transformación completa lleva tiempo.

Mientras nos dirigimos hacia las décimas terceras elecciones generales, yo humildemente busco su designación para hacerme cargo de esta tarea de elevar a Malasia hacia nuevas alturas. Una designación de ustedes es una promesa de esperanza, una designación con la que lograríamos juntos la grandeza como un solo pueblo, una nación, una visión. ¡Lo mejor está por venir!

Sarawak Dialogue compara [en] ambos manifiestos. El líder de oposición Anwar Ibrahim critica [en] la proclama del partido de gobierno:

El manifiesto de BN también carece de nuevas ideas y es muy breve en detalles, ya que muchos programas han adaptados y rnovados con nueva imagen, en contraste con nuestro Manifiesto del Pueblo. Más del 90% de los programas mencionados ya son conocidos por el pueblo y siguen siendo muy generales y carentes de especificaciones.

Manifiesto de la oposición

Khoo Kay Peng analiza [en] el manifiesto de a oposición:

…el manifiesto no expresa cómo van a lograr sus promesas. No explica cómo esta nación va a poder costear algunos subsidios nuevos, becas, donaciones y pagos. La coalición deja de lado detalles sobre las fuentes de ingreso.

Sin embargo, el manifiesto es definitivamente un documento político. Está diseñado para complacer a amas de casa, estudiantes, funcionarios públicos, miembros retirados de las fuerzas armadas y colonos Felda [Autoridad Federal de Desarrollo de Tierras], quienes son considerados constituyentes importantes de la próxima generación.

Gabungan Bertindak Malaysia, una coalición no partidista de 25 organizaciones de la sociedad civil, identifica [en] los temas ignorados por los partidos principales:

En GBM hemos estudiado los manifiestos de Pakatan Rakyat y Barisan Nasional. Debido a que están diseñados para atraer votos, algunos temas importantes no pueden ser incluidos o mencionados con adecuación. Nosotros identificamos dos temas primordiales:

1. Pobreza y desigualdad y
2. Deudas nacionales

En la vía hacia las elecciones, instamos tanto a Barisan como a Pakatan a explicar con más claridad sus políticas y la ruta trazada para abordar estas dos problemáticas, ya que ambas han impactado en la economía y el bienestar social de nuestra nación.

Lawrence Yong escribe acerca de la ‘guerra de manifiestos’ [en]:

En primera impresión, ambas declaraciones parecen intentos populistas de amplio rango para captar tantos votos como sea posible. Ambas son fácilmente desechadas como trucos políticos.

Leer los manifiesto nunca ha sido más importante para nadie en Malasia a quien realmente le importe la democracia y desee votar con sabiduría. No se puede responder a todas las preguntas políticas ni esperar que los manifiestos lo hagan.

Esta es la primera vez que BN debe publicar un manifiesto para contestar a la oposición y se tomaron más de un mes para hacerlo.

Hishamh señala el dilema [en] de los electores al leer los manifiestos electorales:

Entonces, este es el dilema –asumiendo que tienen que votar, ¿por cuál partido votarían? Cada uno tiene propuestas que ustedes apoyan, pero también tienen propuestas que no les gustan. Ambas son muy similares, aunque la diferencia entre ellas están en áreas que les interesan. Ninguno de ustedes puede juzgar cuál de los dos partidos, de ser electo, realmente cumplirá con sus promesas.

Murmurs from the Heart aprecia [Soplos del corazón; en] la decisión de publicar los manifiestos electorales:

La naturaleza de la política en Malasia ha madurado hasta cierto punto, aunque todavía hay mucha emotividad irracional manejada por aquellos que se apoyan y alimentan la política del odio.

Al menos ahora, los partidos políticos exponen sus promesas en un manifiesto escrito.

Al final de la jornada, no se trata de «Tú dijiste, yo dije», sino de lo que está escrito.

Este manifiesto también será utilizado como un reporte sobre cuántas de las promesas son alcanzadas.

BJ Thoughts advierte [en] que las proclamas pueden ser ignoradas por el partido vencedor:

… tienen los manifiestos políticos circulando, con algunas afirmaciones de que el otro es inalcanzable. Bien, los manifiestos no son contratos escritos en piedra y, para algunos, no son otra cosa que una forma conveniente para hacer saber a los electores sobre lo que pretende hacer el partido –intenciones ideales que pueden cambiar con el tiempo debido a la presión política, las restricciones financieras y, por supuesto, el juego sucio.