Ruanda: La búsqueda de justicia de una ONG contra los genocidas

Este año también, el 7 de abril, como cada año desde 1994, el gobierno, los ruandeses que viven en el país y muchos de los que viven en el extranjero, al igual que sus amigos alrededor del mundo, conmemoran el inicio del genocidio. Se han organizado numerosas conmemoraciones en varios países, a menudo extendidas en un largo periodo. En el curso de los 19 años que han seguido al genocidio, la cacería a los autores crímenes contra la humanidad no se ha detenido. En Ruanda y en el mundo se han constituido asociaciones de sobrevivientes, de sus familias, de sus amigos y de todos los que luchan para que los autores de esas tragedias no queden impunes.

En Francia, el Colectivo de Partidos Civiles por Ruanda (CPCR) [en] es, entre otras, una de esas asociaciones que luchan contra la impunidad. Su presidente, Alain Gauthier aceptó responder algunas preguntas.

Global Voices (GV): ¿Cuáles son las razones que motivaron a franceses como usted a crear el Colectivo de Partidos Civiles por Ruanda (CPCR) y quiénes son sus miembros?

Alain Gauthier (AG): La idea de crear CPCR nos vino, a mi esposa y a mí, en 2001, al final del primer proceso organizado en Bélgica. Nosotros participamos en una gran parte de ese proceso porque se refería a genocidas de la región de Butare, en Ruanda, aldea de donde es originaria mi esposa. Una de las víctimas involucradas era un amigo. De otro lado, mi cuñado era parte del pequeño grupo que hizo todo para que este proceso se llevara a cabo, el Colectivo de Partidos Civiles, en Bruselas. En fin, nosotros mismos también éramos familia de víctimas, mi esposa Dafroza perdió a un gran parte de su familia en Ruanda en 1994. Fueron tantas razones que en la primavera de 2001, de regreso en Francia, decidimos crear con unos amigos el CPCR, Colectivo de Partidos Civiles por Ruanda. Al comienzo, los miembros fundadores eran esencialmente ruandeses que vivían en Francia. Ese primer grupo se dividió un poco, pero amigos o franceses interesados por Ruanda, motivados por la presencia de presuntos genocidas en Francia, se nos unieron. Hoy en día, contamos entre 150 y 200 miembros.

Mémorial: Le repos éternel pour des victimes de la follie humaine. Photo: abkodo2

Por favor, no pararse ni sentarse en las tumbas. Memorial: reposo eterno para las víctimas de la locura humana. Foto de abkodo2.

GV: ¿Mantienen relaciones con organizaciones similares en Ruanda y otros lugares?

AG: Hemos conservado vínculos con nuestros amigos de Bélgica, aunque el Colectivo de Partidos Civiles que inspiró nuestro compromiso en Bruselas ya no está activo verdaderamente. En Francia, hemos reunido a asociaciones que han presentado quejas antes de que existiera el CPCR, pero quejas a las que yo llamaría «dormidas»: es decir que los jueces a cargo de los documentos no han sido muy activos o que las demandas no tenían suficiente pruebas o testimonios. Esas asociaciones son «Survie» [Subsistencia], «FIDH» y también la «Comunidad Ruandesa de Francia». La «LICRA» se nos unió como parte civil en una gran cantidad de expedientes.

En Ruanda, tenemos vínculos con la CNLG, Comisión Nacional de Lucha contra el Genocidio. Pero sobre todo, trabajamos con personas más que con asociaciones. En realidad, hasta donde sé, existen muy pocas asociaciones en el mundo que se parezcan a la nuestra.

GV: ¿Qué actividades han realizado hasta el presente?

Mémorial aux victimes du génocide. Photo: abkodo2

Memorial para las víctimas del genocidio. Foto de abkodo2.

AG : Si en un primer momento nuestro trabajo consistió en «mantener» las demandas existentes, había seis, muy rápidamente nos alertaron de la presencia en Francia de numerosos presuntos genocidas y nuestro trabajo se concentró en la búsqueda de testimonios en Ruanda. Cada vez que podemos, nos dirigimos a Ruanda, recogemos el testimonio de víctimas o de homicidas y preparamos expdientes que traducimos y remitimos a nuestros abogados, que se encargan de redactar las demandas que después presentan. Desde hace 12 años, hemos podido interponer así 19 nuevas demandas, que actualmente están en las manos de jueces de instrucción del nuevo «eje de los crímenes contra la humanidad» recientemente creado en el Tribunal Superior de París. Esa recopilación de testimonios es esencial para nuestro trabajo.

GV: En el blog del CPCR, el colectivo indica se constituyó como parte civil (solo o con otras organizaciones no gubernamentales) en diferentes ciudades francesas. ¿Podría precisarnos la cantidad y los resultados?

AG: Actualmente, existen cerca de 25 demandas en las oficinas de los jueces francesas, las 19 últimas fueron iniciadas por el CPCR. Ningún proceso ha ocurrido todavía, pero recientemente, los jueces decidieron traducir ante un jurado al primer ruandés acusado de genocida. Se trata de un antiguo capitán del ejército ruandés, Pascal SIMBIKANGWA, que actualmente purga prisión en el penal de Fresnes. Fue arrestado en Mayotte, y tras tres o cuatro años, fue transferido a París. Ese debería ser el primer proceso organizado en Francia. Será pues un proceso histórico.

Recherchés pour génocide. Source: commons.wikimedia.org

Se busca por génocidio. Fuente: commons wikimedia.org

Otros dos presuntos genocidas están también en prisión y bien podrían ser los siguientes en rendir cuentas ante la justicia. Se trata de Octavien NGENZI, también arrestado en Mayotte, donde lo localizamos, y Tito BARAHIRA, arrestado recientemente en Tolosa, donde también lo descubrimos.

GV: No obstante, en otros países, ya ha habido procesos de personas acusadas de haber participad en el genocidio?

AG: Otros países, como Bélgica, Suiza, Canadá, Alemania o países escandinavos, organizaron procesos. En Francia, durante mucho tiempo, hubo frenos políticos. El genocidio fue perpetrado en la época de la cohabitación, y ni la izquierda ni la derecha tenían ganas de ver la organización del proceso. El rol del estado francés en este genocidio no ha sido muy claro.

GV: ¿Podría darme más detalles en este punto?

A.G: El gobierno francés de 1994 y el jefe de estado, François Mitterrand, apoyaron al presidente HABYARIMANA antes del genocidio, fueron al rescate del presidente ruandés desde 1990, después apoyaron al gobierno genocida luego de la muerte del presidente HABYARIMANA, y permitió a los genocidas refugiarse en Zaire al final de genocidio, durante la Operación Turquesa. Tantas razones que hicieron que nadie en Francia quisiera ver la dirección de un proceso que amenazaba con abrir la caja de Pandoae. Un proceso que no dejará de evocar el rol del estado francés.

Además, la justicia francesa no puso todos los medios para que los presuntos genocidas fueran juzgados. Se hubiera necesitado esperar la creación del «eje de crímenes contra la humanidad» en el TGI (Tribunal Superior) [fr] de París para ver a la justicia francesa pasar a la instancia superior. Los tres jueces nombrados a tiempo completo, los agentes investigadores van a menudo a Ruanda en comisiones rogatorias. Ya era hora… Hay que decir que el genocidio de los tutsis, la persecución de los genocidas no son temas que apasionen a nuestros conciudadanos.

GV: ¿Cómo se rastrea a los supuestos autores?

Mémorial: Le repos éternel pour des victimes de la follie humaine. Photo: abkodo2

Muro de nombres. Tumba abierta. Jardín de rosas. Memorial: reposo eterno para las víctimas de la locura humana. Foto de abkodo2.

AG: Prácticamente, somos los únicos que rastreamos a los genocidas que están en suelo francés. Si el CPCR o las otras asociaciones no hubieran interpuesto las demandas, ningún presunto genocida hubiera sido procesado por la justicia. La Fiscalía no se hubiera decidido jamás a procesar a los presuntos genocidas. Como me decía hace poco un diplomático, «los jueces prefieren procesar a los delincuentes que pudren la vida de los barrios antes que a los genocidas que viven con toda tranquillidad, sin perturbar a nadie». Esa declaración es chocante, pero es así.

Los presuntos genocidas se reconstruyeron la virginidad en Francia, se comprometieron con asociaciones de caridad, son buenos vecinos, buenos padres de familia, buenos esposos, buenos médicos… Es difícil de evaluar las complicidades, sobre todo probarlas. La Iglesia de Francia protege asombrosamente a algunos de ellos. Los presuntos genocidas son antiguos militares de Ruanda. ¿Cómo llegaron a Francia? ¿Con la complicidad de quién? ¿Tal vez los futuros procesos nos permitirán verlo un poco más claro?

GV: En lo que se refiere a la reconciliación, además de los gacaca, ¿qué se ha hecho y cuáles son los obstáculos?

La reconciliación es un asunto difícil. Los gacaca probablemente tienen permiso de saber lo que verdaderamente ocurrió en las colinas o en las ciudades. Tuvieron la ocasión de pedidos de perdón. Pero para mí, el perdón es un asunto personal. Si un asesino me pide perdón, yo lo puedo perdonar. Pero también me puedo negar. ¿En nombre de qué, en nombre de quién, puedo conceder ese perdón? La víctima ya no está. ¿Puedo perdonar en su nombre? Ahora se puede comprender también que la reconciliación se haya convertido en asunto nacional.

Los ruandeses están condenados a vivir juntos, sobre todo en las colinas. Corresponde a cada uno ver qué pasos se dan hacia el otro, si el pedido de perdón es una táctica para no tener que vivir al margen de la sociedad, si el arrepentimiento no es sincero (¿y cómo saberlo?), la reconciliación no se dará. Y sin embargo, para reconstruirse, para vivir en paz, pero no en una paz superficial, la reconciliación verdadera es indispensable. Pero se necesitará de muchas generaciones por venir.

El trauma es profundo en las víctimas, pero también es profundo en los asesinos. ¿Cómo seguir viviendo cuando se ha cometido crímenes así? ¿Cómo seguir viviendo cuando se ha sido víctima de crímenes así (masacres, violaciones, humillaciones…)?

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