Hacerse entender en Internet: Thor, los trolls y los militantes de la información

Cibernautas, informantes, periodistas, piratas informáticos y otros trolls reinventan el mundo virtual gracias a una imaginación radical desarrollada en Internet que nos arrastra -por retomar la expresión de Michel Maffesoli- a un «renacimiento mitológico».

En su forma tradicional, el mito es una historia que tiene acciones y personajes, una historia repetida y ritualizada a voluntad, con el fin de dar a conocer una verdad. Aunque el mito sea un sistema de expresión de pleno derecho, es difícil de agarrar y transcribir, como manifiesta la autora Asher Wolf con relación al pirata informático Andrew Auernheimer en un artículo sobre los acentos dramáticos titulado La tragedia de la prisión de Weev, profeta Internet de la discordia [en]:

El proceso de escribir sobre Weev es un asunto escandaloso, lo que parece apropiado. Las descripciones de su historia varían. Las versiones cambian dependiendo de a quién se le pregunta al respecto. Hasta las propias versiones de Weev de su historia cambian de tiempo en tiempo.

El mito, de formas intercambiables, se lee en la la imaginación radical en la medida en que la verdad que transmite permite afrontar el desorden externo gracias a la entrada en escena de fuerzas de transgresión. Sin embargo, aunque esas historias varían de un autor a otro, los fenómenos que traen son los mismos.

En la mitología nóridca, cuando Thor y las otras divinidades no logran impulsar la embarcación funeraria de Baldr, que permite su resurrección en el otro mundo, recurren a un gigante de fuerza sobrenatural. En la misma perspectiva, los forjadores y los enanos construyen los objetos que permiten a los dioses luchar contra sus enemigos, en tanto que Loki, el embaucador, se esfuerza por desencadenar los acontecimientos que constituyen la historia de las divinidades. Hoy como ayer, la respuesta a la obstrucción de un flujo necesario para la buena marcha de un sistema yace en una coordinación de alertas (embacaudores/informantes), de revelaciones (forjadores/cibernautas), además de sobrecargas (gigantes y trolls/piratas informáticos) de ese mismo flujo.

Los informantes/embaucadores
Illustration of Alfred Smedberg's The boy who never was afraid, John Bauer, 1912.

Illustración de Alfred Smedberg, El niño que nunca tenía miedo. John Bauer, 1912. dominio público.

En una sociedad donde la información ya no se transmite de manera directa y natural, surgen actores que desencadenan la apertura de nuevos caminos y atraviesan caminos ya utilizados. La historia del informante Bradley Manning, por ejemplo, nos recuerda este hecho dos veces.

Primero tuvo el gesto de liberar información clasificada, como aparece en la transcripción de Alexa O’Brien [en] de su testimonio:

Creé copias de las tablas de CIDNE-I y CIDNE-A SigAct como parte del proceso de hacer respaldo de información. Al momento de hacerlo, no pretendía usar esta información con ningún fin que no fueran los respaldos. Sin embargo, luego decidí poner esta información a disposición del público. En ese momento creía, y sigo creyendo, que esas tablas son dos de los documentos más significativos de nuestro tiempo.

Su rol de informante se caracteriza por su posición de mediador de datos con el fin de provocar, volvió a verse, un debate nacional sobre el rol del ejército estadounidense y sobre la política extranjera de Estados Unidos.

Su acción ha permitido restablecer una comunicación entre la estructura gubernamental que retenía un verdad y la población que no la tenía.

Si bien en una lógica puramente humana su decisión se justifica, se trata de una transgresión con respecto a leyes gubernamentales. También la voz de Bradley Manning se vio rechazada, discutida y hasta ignorada en los medios.

Pero esta historia ha encontrado un relevo.

Restablecer la autenticidad y la verdad sobre la intencionalidad de Manning es el rol seguido principalmente por Alexa O’Brien [en] y Kevin Gosztola [en] y hasta de la Fundación por la Libertad de Prensa que hizo público la grabación de un audio [en] del testimonio de un soldado, con lo que se restituye un aspecto sensible y real del personaje que estaba oculto desde su encarcelamiento en 2010.

Aunque están disponibles transcripciones no oficiales de esta declaración, esta es la primera vez que el público estadounidense escuchaba la voz verdadera de Manning. Explica a la corte militar con su propia cadencia y palabras cómo y por qué dio el video del helicóptero Apache, los registros de guerra de Afganistán e Iraq y los cables diplomáticos del Departamento de Estado a WikiLeaks.

Los forjadores

Sin embargo, la información liberada no está necesariamente accesible al gran público; en una segunda etapa debe trabajarse y formarse. En la historia de Bradley Manning, los datos fueron recibidos por Wikileaks, analizados y manejados por personas como Julian Assange o Birgitta Jónsdóttir, parlamentaria islandesa. Se puso en marcha un verdadero trabajo de periodismo para identificar el contexto, las personas y las consecuencias políticas, con el fin de asegurar su impacto. Un rol pensado por Julian Assange de la manera siguiente [en]:

La mecánica cuántica y su evolución moderna me dejó con una teoría de cambio y cómo entender adecuadamente cómo una cosa causa la otra.

En otras palabras, mientras los datos no estén identificados, son aleatorios e inaccesibles. El rol de Wikileaks pasa a ser el que designa, el que nombra y expone.

Esta reapropiación del movimiento mediador de información no se limita a Wikileaks y encuentra un resultado en el periodismo ciudadano donde cada cibernauta se convierte en el medio.

Es en ese esquema que se inscribe el largo trabajo de investigación y de difusión realizado por Heather Mash [en] y Jemila Hanan [fr], a propósito de las condiciones de vida de la comunidad Rohingya en Birmania [en].

Más que un rol de mediación, se pone en marcha gracias a este trabajo periodístico de revelación de hechos, una reflexión sobre una metodología ciudadana de tratamiento de la información.

Como explica Jamila Hanan en su artículo [en] de febrero de 2013:

No hay precedente de usar medios sociales para detener un genocidio – este es un territorio no explorado. Necesitamos usar los medios sociales para crear y ser los medios, nosotros, el pueblo.
Nuestros objetivos son:
1. difundir información;
2. hacer contactos;
3. animar a las personas a actuar.

Con la información que no circula, la población ha tomado la posta y financia sus propias investigaciones con el fin de generar su propio flujo vital, seguido de un nuevo trazado radical:

@GeorgieBC [en]: Este periodismo para el que compraron pasajes, pero el trabajo es gratis. Todo lo que pide Assed es que la gente lea.. http://www.assedbaig.com/ #OpRohingya

@Asher_Wolf [en]: Ya hemos elegido dos periodistas para mandar a Myanmar con fondos colectivos. Imaginen si *todo* el periodismo actuara así.

Los trolls y los gigantes

Cuanto más se copie y difunda, más amplitud tendrá la información y una cierta forma de valor. Para ello, no se trata solamente de descubrirla y darle forma, también hay que impulsarla. Acá intervienen fuerzas anónimas cuya acción inscrita en el colectivo realza lo sobrenatural. Un rol que parece completar Anonymous con entusiasmo, como explica Annie Machon, antigua oficial del MI5 [en]:

Si lo puedes hacer en el ciberspacio, tienes una conciencia global de lo que estás haciendo y del mensaje que estás tratando de transmitir. Y esto es precisamente lo que ha logrado Anonymous, con este publicitado ataque contra algunos sitios web israelíes.
No los llamemos ataques: son intentos de negación de servicio contra algunos países y algunos sitios web. Así que lo que vemos acá es una suerte de influjo masivo automatizado en algunos sitios web que los causa que fallen.

Si Anonymous se apoya en datos desclasificados y formados por los periodistas ciudadanos para transmitir sus acciones, su rol no es informar sino infundir una fuerza circulatoria a la información. Por ejemplo, para muestra, sus operacones recientes, como: #OpIsrael, #OpKashmir, #OpRohingya (que ha llamado la atención a las informaciones disponibles referidas al genocidio de esta comunidad), #ReformCFAA (que entra en el cuadro de un movimiento de oposición contra la Ley de Fraude por Computador y de Abusos), e incluso #OpGabon contra el tráfico de seres humanos.

Todo un mito yace en la acción de Anonymous: el de la transmisión de una verdad en pos de hacer caer los obstáculos. Se trata de una transgresión para restablecer un orden humano en un sistema que lo descuida; una transgresión que no constituye la gloria de un héroe sino que se inscribe en una acción colectiva y radical.

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