Cuando los rusos no aman a sus hijos

«Si los rusos también aman a sus niños» cantaba [en] el músico Sting en su primer álbum como solista en 1985. Cuando se estrenó, hace casi tres décadas, esa canción era un ataque pacífico a la doctrina de la destrucción mutua asegurada de la Guerra Fría. En el último año, el bienestar de los niños en Rusia -sea que estén padeciendo como huérfanos o que naveguen en la web como internautas- se ha encontrado nuevamente en el centro del debate social. Sólo en la última semana, dos figuras comúnmente identificadas con el movimento opositor liberal -la celebridad Ksenia Sobchak y la periodista Ekaterina Vinokurova— han atraído una fuerte atención negativa debido a comentarios que supuestamente revelan sus malos sentimientos hacia los niños.

"Cat lady" foster home caretaker Natalia Sarganova chases reporter Ekaterina Vinokurova after her Twitter indiscretion. Background from YouTube screen capture of Simpsons clip. Remix by author.

La «loca por los gatos» Natalia Sarganova, cuidadora de un hogar de acogida, persigue a la periodista  Ekaterina Vinokurova después de su indiscreción en Twitter. Fondo correspondiente a captura de pantalla del clip de los Simpson en Youtube. Remix del autor.

El 31 de marzo de 2013, un usuario anónimo de Youtube llamado SorryImLoL (que se unió al sitio en octubre de 2011) publicó una cinta de audio [ru] en la que se presenta a dos mujeres discutiendo en el teléfono. El clip se titula «Batalla: Ksenia Sobchak versus los Pequeños C*******as» , y por cierto, una de las voces se parece mucho a la de la Sra. Sobchak, quien niega la autenticidad de la cinta. En la conversación grabada, la supuesta doble de Sobchak se queja a la propietaria de su edificio, que los niños de sus vecinos son muy ruidosos. El lenguaje utilizado es sumamente obsceno. Por ejemplo:

Управдом: Ксения, у вас рядом на площадке прямо маленький ребенок.

К.С.: Да мне насрать на этого, блять, маленького ребенка! Пусть хоть сдохнет! Если мы будем продолжать отстаивать его интересы, я вам буду устраивать тут дискотеки, блять, начну это делать с сегодняшнего дня. Почему вы мне идете на встречу только в какие-то дни, а ему, вашему маленькому пидарасу, каждый день!

Superintendente: Ksenia, hay un niñito que vive al lado suyo [en el edificio].

Voz-similar-a-la-de-Sobchak: Si, y yo me c**o en este p**o niñito! ¡Que se muera! Si vamos a seguir protegiendo sus intereses convertiré mi casa en una p**a discoteca. [Para vengarse haciendo ruido ella misma] Voy a empezar hoy mismo. ¡A mi sólo me encontrarán algunos días, pero complacerán [al bebé], a su pequeño c*******as todos los días!

Unos dos días después, Sobchak publicó una respuesta a las incriminaciones de la cinta (curiosamente, eligiendo la plataforma Instagram [ru]), donde aseguró que la grabación era una colección editada de conversaciones telefónicas intervenidas que ella realmente tuvo, mezcladas con alguien que imitaba su voz. Prometió presentar una queja ante las autoridades y se disculpó con sus amigos y fanáticos, por la invasión a la privacidad.

Rápidamente, simpatizantes del Kremlin como Boris Yakemenko [ru] y Kristina Potupchik—junto a un ejército de bots de Twitter [ru] y provocadores [ru] estilo Nashi diseñados para difundir noticias de la cinta de audio-  dejaron muy mal parada a Sobchak, sin olvidarse de vincular sus supuestas indiscreciones con la ira de la oposición después de la tristemente célebre ley Dima Yakovlev, que prohibió las adopciones de niños rusos por parte de norteamericanos. Potupchik, sin duda gruñendo, escribió [ru]:

Неудивительно, что сейчас Собчак решила заявить, что на ролике – не она. С ее претензиями на политическую деятельность после заявления «пусть хоть сдохнут маленькие пидарасы» можно завязывать. Хотя, интересно, у кого-то есть сомнения, она в ролике или не она?

Casi no sorprende que ahora, Sobchak haya decidido declarar que quien aparece en el clip no es ella. Podríamos vincular [esa negación], después de anunciar «que se muera el pequeño c*******as», a sus reivindicaciones de activismo político. Pero es interesante: ¿alguien duda de que es o no es ella en la cinta?

Unos días antes de la metedura de pata de Sobchak, el 29 de marzo de 2013, la periodista del Gazet.ru, Ekaterina Vinokurova, asistía a un congreso del Frente Popular de Rusia, cuando, imprudentemente, se burló de Natalia Sarganova, una cuidadora de un hogar de acogida, en un tuiteo [ru]:

Выступает какая-то идиотка с 36 приемными детьми(что само по себе уродство). Рыдает перед ВВП, что у нее денег мало. Ну не усыновляла бы

Ahora habla una mujer idiota con 36 niños adoptados (lo que ya de por sí es una monstruosidad). Le está llorando a [Putin] que no tiene suficiente dinero. Pues ya deje de adoptar [tantos niños]!

A los cinco minutos, la reacción negativa en Twitter llevó a Vinokurova a borrar el tuiteo. A partir de ese momento, también borró su cuenta de Twitter. Hoy, 2 de abril, también publicó [ru] en Znak.com un emotivo artículo, en el que reaccionó ante las respuestas adversas. Nuevamente, Kristina Potupchik fue una de las primeras blogueras en sacar provecho de la metida de pata, solicitando [ru] a Gazeta.ru que despidiera a Vinokurova por ofensas que «publicaciones respetables» de los paises occidentales  («a los que la hermandad de periodistas liberales rusos saluda tan alegremente») considerarían intolerables. Para mayor disgusto de Potupchik, la editora en jefe de Gazeta.ru, Svetlana Loloeva, salió [ru] en defensa de su empleada, señalando que Vinokurova iría a la radio nacional al día siguiente para pedirle disculpas [ru] a Sarganova, quien cortésmente aceptó. Loloeva también argumentó que Gazeta.ru no controla el «espacio privado» de sus periodistas, refiriéndose a Twitter.

En una publicación [ru] de Facebook del 2 de abril de 2013, el publicista Dmitri Olshansky criticó el comportamiento de Vinokurova en Internet, caracterizándolo como sintomático de una amplia tendencia «monstruosa y absurda» entre los militantes de la oposición a contradecir las prioridades políticas de Putin, aunque eso los lleve a una postura abiertamente anti-familiar. Sin embargo, la lógica de Olshansky no convenció a todos. En un comentario que atrajo 26 «me gusta», el miembro del personal de Interfax Nikolay Ziborov  contrarrestó [ru]:

ничего не имею против приемных детей, но взять 36 человек – это очень похоже на болезнь. как с кошками.

No tengo nada contra los chicos adoptados, pero darle cobijo a 36 personas -parece un poco enfermizo. Como con los gatos.

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