Enfrentamiento mortal entre la policía y los granjeros en Myanmar

Pacerunning [en] compartió una corta grabación de vídeo [en] de una mujer siendo atacada por la policía durante un enfrentamiento entre los granjeros que se estaban manifestando y la policía en Maupin, Myanmar. En el vídeo, un oficial empujaba a una mujer y parece que otro oficial estaba intentando atacarla mientras otros estaban intentando pararlo.

El enfrentamiento [my] entre unos 500 granjeros y 200 policías estalló el 26 de febrero, 2013 en Maupin de la división Irrawaddy en Myanmar. Un policía resultó muerto y un total de 45 personas resultaron heridas [my]. Empezó [my] cuando la policía intentó dispersar a un grupo de granjeros militantes que se negaron [en] a evacuar la tierra incautada, previamente, por el gobierno militar. Uno de los granjeros dice: [my]

Estamos tan empobrecidos que, si no hacemos algo, no tendremos que comer. Así que no nos podemos echar atrás.

El enfrentamiento fue contenido al día siguiente. La página web del gobierno informó [en] que el estado de emergencia había sido ordenado en la zona. Más tarde, el ministro de Interior anunció que la estabilidad había sido restaurada en el distrito.

De acuerdo con The Irrawaddy, las protestas rurales [en] han ido en aumento en el país en los dos últimos años:

Desde que el antiguo régimen militar le entregó el poder a un gobierno cuasi civil hace dos años, se han llevado a cabo protestas rurales en muchas partes de Birmania. Los problemas de la propiedad de la tierra acosan a muchos granjeros, porque bajo las leyes actuales, pocas veces tienen la titularidad real de sus tierras de cultivo, incluso si sus familias las han estado usando durante generaciones.

Aye Nai también menciona el incremento de los casos [en] de tierras usurpadas y las posteriores protestas rurales en las regiones agrarias:

Con Birmania preparada para una inversión masiva gracias a que el país continúa con las reformas políticas en curso, la usurpación de tierras ha ido en aumento. De acuerdo con expertos, la frágil infraestructura legal del país permite continuar con la reubicación forzosa y las apropiaciones.

Sin embargo, los granjeros locales se sienten cada vez más fortalecidos en la ausencia de un régimen militar para protestar contra los proyectos de desarrollo que amenazan con echarlos a la fuerza de las tierras que cultivan.

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