Huelga nacional golpea a la presidente de Malawi

La presidente de Malawi rechaza los perdidos de renuncia [en] luego que cientos de miles de funcionarios que exigen un aumento salarial iniciaran una huelga de dos semanas, obstruyendo el aeropuerto internacional del país y paralizando los hospitales y escuelas.

Los trabajadores del sector público pidieron un aumento salarial del 65 por ciento para combatir un creciente costo de vida provocado por las duras reformas económicas de la presidente Joyce Banda, incluyendo una devaluación de la moneda local kwacha. Durante la huelga nacional, se cerraron las escuelas y los centros de salud quedaron con un personal muy limitado [en] ya que médicos, enfermeras, maestros y otros funcionarios abandonaron sus puestos.

Aunque el ministro de finanzas del país dijo anteriormente que la demanda de los trabajadores en huelga, que casi triplicaría los costes salariales del sector público [en] de 97 mil millones de kwacha [unos 275 millones de dólares] a 276 mil millones de kwachas [unos 785 millones de dólares], era imposible, los funcionarios cedieron a las demandas de los trabajadores y acordaron un aumento salarial del 61 por ciento [en] el 21 de febrero de 2013.

El calvario no ha ayudado a Banda, quien se presenta a la reelección el próximo año. La primera mujer presidente del país, que heredó una economía en ruinas de su difunto predecesor, Bingu wa Mutharika, fue muy criticada por implementar presupuestos de austeridad y otras reformas económicas dolorosas en parte para complacer a la comunidad internacional, cuya ayuda representa alrededor del 40 por ciento del presupuesto de Malawi [en].

Un nuevo golpe para el gobierno de Banda fueron las declaraciones del Ministro de Planificación Económica y Desarrollo de Malawi, Goodall Gondwe [en], publicadas en la víspera de la huelga, acusando a sus ciudadanos de ser perezosos.

Joyce Banda  speaking at the DFID conference in 2010. Photo shared on Flickr by DFID under Creative Commons (CC BY-NC-ND 2.0) .

Joyce Banda hablando en la conferencia DFID del 2010. Foto compartida en Flickr por DFID bajo licencia de Creative Commons (CC BY-NC-ND 2.0) .

El bloguero Alick Ponje escribió [en] que Banda rompió la confianza del público:

La verdad es que estamos siendo gobernados por una presidente que no nos está dando la oportunidad suficiente de expresarnos. Ella debe adivinar lo que queremos y actuar sobre esa conjetura incluso si no lo ha adivinado. Eso es muy peligroso. Estamos siendo juzgados por nuestra propia presidente y nuestras voces son sometidas en el inmenso poder que de repente ejerce.

Al principio de sus tiempos realmente gloriosos, [Joyce Banda] nos engañó haciéndonos creer que sería una presidente que nos escucharía, que siempre estaría a nuestra disposición. Tenía que hacerlo para tener un buen comienzo, con todo el apoyo que merece.

Pero Nkhoma Pearson argumentó que exigir la renuncia o destitución de Banda no resolvería el problema, ya que el Parlamento quedaría poblado con miembros que apoyaron el ex presidente Mutharika, quien llevó a Malawi a su desastre económico actual:

Queremos exponer un panorama general en el que [Joyce Banda] ha fracasado miserablemente. De hecho, puede haber fallado, pero nosotros somos las personas que aplaudían los «logros» de Bingu wa Mutharika cuando otros se lamentan noche y día diciendo que Bingu, el autócrata, le estaba fallando a Malawi; aquel Bingu que estaba llevando al país al olvido del cual sería imposible salvar. Ahora [Banda] está teniendo problemas para sacar al país del infierno. Nosotros, los que pedimos la cabeza de [Banda], somos en mayor medida culpables de este desastre.

Apuntando a la clara división entre la clase dominante y todos los demás, Alick Nyasulu [en] escribió un mensaje que apareció en el periódico The Nation [en] diciendo que el gobierno no está cumpliendo con el contrato social que mantiene con el pueblo de Malawi:

El espíritu empresarial es vívido y está bien metido en la persona promedio que no está abusando del privilegio de estar en control del dinero de los contribuyentes. Yo no creo que nadie debería predicar el éxito simplemente porque han tenido una posición privilegiada de adjudicarse a sí mismos una riqueza inapropiada a expensas de la confianza pública. A menos que detengamos a las figuras públicas electas y sus sustitutos, lo que resulta dudoso en las circunstancias actuales, de robar fondos públicos, toda la habladuría de elevar el nivel de vida no es otra cosa que hablar de la vieja escuela, habladuría colonial bajo la piel del chico de al lado. No somos perezosos, pero merecemos más.

El bloguero Watipaso Mkandawire [en], escribiendo que cada clase en la sociedad de Malawi, desde la alta hasta la baja no hace lo que se espera de ellos, pidió a los funcionarios públicos que aumentaran su productividad ahora que han ganado un aumento salarial. Tal vez esto estimulará la gestión de Banda para hacer cumplir sus promesas a la gente cuando se trata del plan del país para la recuperación económica, pero probablemente no, él escribió:

Por supuesto, la realidad es que esto es puramente psicológico. La economía de Malawi está en mal estado y hay un «caos organizado» entre los que están tratando de poner en práctica el Plan de Recuperación Económica [en]. Tienen un contrato con los malauíes, pero no tienen la intención de honrar ese contrato porque simplemente no está en su naturaleza y no les importa.

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