Eslovaquia: Manifestación «Para una vida decente y segura» genera controversia

En setiembre, cerca de 3,000 personas se manifestaron «por los derechos de las personas decentes» en el pueblo de Partizanske. Este mes, el 13 de octubre, unos cuantos centenares de personas se reunieron para una manifestación similar – «Juntos para una vida decente y segura» – en la capital de Eslovaquia, Bratislava (video).

La protesta de Bratislava estuvo coorganizada por Oskar Dobrovodský [Twitter; Facebook – sk] del pueblo de Malacky [en], una persona muy conocida en Eslovaquia debido a sus problemas con los «mal adaptados» vecinos romaníes (fotos y video [sk] – acá y acá; informes de noticias [en] – acá, acá, acá y acá).

Los partidarios de la Hermandad Eslovaca [en], grupo extremista de derecha, también asistieron a la manifestación.

Cerca de 40 activistas de derechos humanos, incluida la integrante del Parlamento Europeo Monika Flašíková–Beňová [en], intentaron bloquear la marcha formando una cadena humana, pero al final la policía retiró a estos contramanifestantes y permitió que la marcha procediera (fotos, video [sk] – acá).

Ondrej Putra escribió [sk] que quería apoyar a Dobrovodský y decidió concurrir a la manifestación del 13 de octubre, en parte porque su familia estuvo en una situación similar a la de Dobrovodský. Pero cuando llegó, un pequeño grupo de neonazis empezaron a señalarlo, posiblemente porque lo reconocieron del desfile de orgullo gay de este año [en] en Bratislava. Luego, Putra se dio cuenta de que casi la mitad de los asistentes de la marcha parecían ser neonazis – y decidió irse. Escribió:

[…] Oskar [Dobrovodský], lo siento, […] aunque entiendo tu fatal situación, no entiendo por qué no quisiste asegurarte de que no hubiera una turba marchando con [sus] banderas partidarias. […]

Tomáš Bosák comentó [sk] los informes de noticias y las palabras de la parlamentaria Flašíková–Beňová [en], que catalogó a todos los manifestantes como «fascistas»:

[…] Este es un problema de todo Eslovaquia, no solamente de Oscar Dobrovodský en Malacky. Muchas personas sufren en sus vecindarios debido a antisociales que simplemente [vivo fuera del país] no quieren levantar un dedo. Y esto se aplica a todos los antisociales, no solamente los romaníes, en muchos casos también hay personas que no son romaníes. Es por eso que el título de la protesta se reifere a los antisociales, no los romaníes.

[…] Es el pueblo el que está atravesando situaciones como la de Malacky que tiene el derecho de hablar y protestar. No los políticos que están sentados en Bruselas, lejos de su país y sus problemas. […]

Michal Sedláček se dirigió [sk] a la parlamentaria Flašíková–Beňová de manera más franca:

[…] Si, abundaban los cabezas rapadas. Pero también vi muchas pesonas comunes y corrientes […]. Se hartaron [de la justicia selectiva de Eslovaquia]. Los ricos o los antisociales aparentemente no tienen que preocuparse.

Gritarle a Dobrovodský que es una desgracia para la gente decente no solamente es gracioso, sino estúpido. Quisiera proponerle algo a [la parlamentaria Flašíková–Beňová]. Escuché que tiene un buen ingreso decente. ¿Y si le compra la casa a Dobrovodský? ¿Qué tal si se instala ahí? Creo que su sistema de «paz y amor» ciertamente traerá abundantes resultados. […]

Peter Černák discrepó [sk] con los comentarios de un periódico sobre Dobrovodský:

[…] El problema no es Oskar Dobrovodský, es solamente que él tiene un problema. El problema es la inacción de las autoridades estatales y la negativa del estado de cumplir con sus funciones más básicas. ¿Cuál es el significado del estado que no sabe o no quiere proteger a sus ciudadanos?

CynickaObluda.com se burló [sk] de la falta de una reacción adecuada del estado:

Primer Ministro Robert Fico: «La situación en que viven los ciudadanos de Dobrovodský requiere una solución radical y el uso de todas las reservas. Una porción extra de solidaridad y profundo entendimiento se le enviará inmediatamente desde el fondo especial del Primer Ministro» (imagen de CynickaObluda.com, usada con autorización).

Mientras tanto, se está planificando [sk] una manifestación de seguimiento «para una vida decente y segura» para el 10 de noviembre en Bratislava.

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