Jamaica: Storm Saulter habla sobre cine y nuevos medios en el Caribe

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El Festival de Cine de Trinidad y Tobago 2012 continúa esta semana y uno de los asistentes locales más destacados es Storm Saulter, el director jamaiquino cuya primera película, Better Mus’ Come, fue elogiada por los críticos cuando se estrenó a finales de 2010. La película, que trata sobre la violencia política del país en los años 70 – concretamente de la masacre de Green Bay –, causó una gran impresión en el Festival de Cine de Trinidad y Tobago del año pasado y anunció una nueva era en el cine jamaiquino, que no había sido capaz aún de igualar los logros cinematográficos de The Harder They Come [es], una película policíaca de los 70 protagonizada por Jimmy Cliff [es]. Este año, Saulter y su equipo de New Caribbean Cinema, una asociación que el director empezó con la cineasta santaluciana Michelle Serieux, presentan una recopilación de cortometrajes en el festival, cada uno con su propio título pero unidos bajo el nombre de Ring di Alarm. Le pregunté sobre la producción cinematográfica en El Caribe y cómo los nuevos medios están ayudando a cambiar el panorama, tanto desde un punto de vista técnico como creativo…

Global Voices (GV): Hablemos de Better Mus’ Come, que ha contribuido a revivir la producción cinematográfica en Jamaica. ¿Cómo se te ocurrió contar esta historia en particular?

El director jamaiquino Storm Saulter

Storm Saulter (SS): Siempre me ha interesado la política, la Guerra Fría [es] y el espionaje, así que me informé sobre Jamaica cuando tomó parte en la Guerra Fría, no de forma directa, porque nunca te enseñan eso en la escuela de cine. Investigué las guerras subsidiarias [es] que tuvieron lugar en todo el mundo. Empecé también a investigar en los archivos del periódico jamaicano Gleaner y había leído informes del Consejo de Asuntos Hemisféricos (Council on Hemispheric Relations, en inglés) y hablado con gente que vivió ese momento para reconstruir poco a poco el ambiente de los 70.

GV: Pero parece que ese ambiente aún existe. Hubo una situación similar en 2010 con ‘Dudus’.

SS: Sí; es verdad. Es un ciclo de violencia que viene de un lugar concreto y si no llegamos a entender mejor sus orígenes y cómo resolverlo… es como esa gente en la calle que habla de los políticos… pero para presentarlo en un formato visual y potente… para consolidarlo… nadie en realidad había pensado en hacerlo.

Tivoli Gardens [el barrio de Dudus], curiosamente, fue el centro del submundo, pero también era un buen lugar donde vivir para la comunidad «garrison», aunque era una economía sumergida sostenida por esta banda que se convirtió en el gobierno porque no había ninguno. Y se convirtieron en su propio mini-estado y por eso se les tenía que aplastar con tanta brutalidad. Entonces es arte que imita la vida; vida que imita el arte porque hicimos Better Mus’ Come antes de la situación de Tivoli. Y en Green Bay, murieron 6 hombres; en Tivoli fueron de entre 70 y 80.

GV: Por el contrario, ¿cómo es Ring di Alarm?

SS: Son películas con un poco de humor negro, muy artísticas, y algo surrealistas. Algunos temas salen una y otra vez. Como la moralidad – muchas de las películas son relatos de moralidad, gente que se ve en una situación donde puedes evaluar sus principios morales y tienen que tomar una decisión. Hay películas que tienen lugar en las Montañas Azules, una que tiene lugar en una iglesia, otra en el litoral de Negril, otra en el gueto, muy radical…

Nile Saulter, Michelle Serieux y Storm Saulter de New Caribbean Cinema

GV: Entonces piensas que estamos encontrando nuestra voz. Porque durante mucho tiempo no nos hemos encontrado a nosotros mismos.

SS: Sí. No pensábamos que eramos dignos y creíamos que teníamos que darle forma desde Hollywood. Lo que necesitamos en El Caribe son historias universales envueltas en nuestra cultura, nuestra lengua, nuestro ambiente, nuestra experiencia. Ese es el objetivo y así es cómo triunfaremos. Se trata de las ideas y de su ejecución.

GV: Los nuevos medios han revolucionado la industria porque las herramientas son accesibles – y baratas en comparación con las películas. También pueden usar los nuevos medios para promocionarse. ¿Cómo afecta eso al panorama de la producción cinematográfica?

SS: Bueno, por ejemplo, nunca había tenido un presupuesto para publicidad en Better Mus’ Come. Así que todo esto ha venido directamente de una estrategia de comercialización creativa, del uso de Facebook y Twitter y también hicimos cosas tipo guerrilla como, por ejemplo, en Jamaica durante la Fashion’s Night Out, le pedimos a un grupo de estudiantes de la escuela de teatro – porque esa noche la ciudad está abarrotada – que se pusieran camisetas de Better Mus’ Come y así empezó. Conseguí una pancarta y la corté y pinté yo mismo para que la llevaran como un grupo de activistas mientras gritaban: ‘¡Better Mus’ Come!’.

GV: Entonces los espectadores pensaban que en realidad era una protesta.

SS: Sí, porque también se acercaban unas elecciones, pero cuando miraban a las pancartas, aparecía el día del estreno, la dirección de Facebook, la cuenta de Twitter… no nos costó casi dinero, un poco de pintura y madera, dimos 10 entradas a los chicos para que fueran al estreno y la gente aún habla de ello. Se trata de hacer eso y luego capturar el momento y colgar el vídeo en Facebook y seguir creando contenidos, porque el contenido es todo.

Por ejemplo, cuando vamos a estrenar una película, lo que hacemos es entrevistar a los actores y crear todo ese contenido para al mismo tiempo crear una cultura alrededor de la obra y así cuando sale la gente ya está implicada. Ya la quieren ver porque han visto a ese señor hablar de ella y no cuesta mucho; es autosuficiente y duradero. Desde el punto de vista de los nuevos medios y de cómo de creativas pueden ser las historias, ¡me encanta! Solía hacer vídeo arte. Lo que me gusta de todo eso de los nuevos medios es que estás derribando barreras.

GV: Sí, porque está al alcance de la gente.

SS: Está al alcance de la gente y creo que el trabajo relacionado con los nuevos medios es muy experimental, es vídeo arte y parte de ello combina el vídeo arte con la dirección de películas propiamente dicha. Y luego tenemos la transmedia, donde cuentas historias en múltiples plataformas. Así que tienes una historia donde hay episodios que aparecen en televisión y luego parte de la historia no aparece en televisión, entonces tienes que unir su presencia en línea para verlo. Y luego normalmente incorporan en el argumento elementos generados por el usuario para que sea interactivo. Esto es como la nueva oleada de narración a diferentes niveles. Y ese es un nuevo mundo que los caribeños aún no conocen bien, pero con todas estas herramientas, puedes contar historias en diferentes plataformas. Por ejemplo, hay una historia llamada The Truth about Marika, de Suecia, creo. Fue un importante logro en los nuevos medios. Fue como Lonely Girl 15 [es] que apareció en YouTube. En la historia de Marika, hay un periodista de investigación que sigue la desaparición de una mujer de la alta sociedad y… la gente se enganchó y empezó a seguir la historia… y descubrieron que esta mujer fue introducida en… una sociedad secreta clandestina. Era una historia creada pero hicieron cosas interesantes como poner los logotipos de las empresas que estaban asociadas con la sociedad secreta – [por ejemplo] marcaron una furgoneta blindada e hicieron que se paseara por las principales ciudades de Suecia. Cuando la gente que seguía la historia veía estas furgonetas, les sacaba fotos y luego las subían.

Un fotograma del cortometraje «Coast» de Nile Saulter, parte de la nueva película «Ring di Alarm’

GV: Se trata fundamentalmente de acercar la ficción a la vida real.

SS: Exactamente. Es una locura. Estás contando una historia en su entorno natural y sitúas a los personajes en su entorno natural y cuando ya tienes suficientes seguidores, empieza la interacción y aparece esa gran oportunidad de ganar dinero del entretenimiento de marca, porque tienes muchos seguidores y publicidad…y esa es una nueva frontera que también creo que necesitamos cruzar.

Pero me gusta lo que están haciendo aquí con los nuevos medios. Me encanta el vídeo arte. El arte está al frente de todo. Eso es lo más puro que hay y ojalá los caribeños tuvieran una gran comunidad que aprecie el arte.

Otro fotograma de una de las películas de «Ring di Alarm»

GV: ¿Pero quién decide, por ejemplo, cómo debería ser el relato del arte o la literatura caribeña – y pasa lo mismo con las películas caribeñas? ¿Tiene que ser siempre enérgico o en cambio, sol, mar, arena y sexo?

SS: No tiene porqué y es curioso, porque después de hacer Better Mus’ Come, no me interesa ahora hacer otra película sobre el gueto. La próxima película que probablemente podría ver la luz se llama Sting Ray, que trata principalmente de un triángulo amoroso de la parte alta de la ciudad que transcurre en un sólo día en la parte trasera de un barco que se encuentra en una isla cerca de Kingston. Es un estudio sobre la raza y la clase… este subyacente racismo [y clasismo] que está presente en todo. De modo que intento contar una gran variedad de historias porque pretendo cambiar el relato. Ring di Alarm juega con esas imágenes. Es completamente variada y hermosa y folclórica y atrevida. Eso es lo que también me gusta [de la película], es una percepción de algo más que gansterismo. Creo que tenemos la obligación de cambiar la imagen. Y la gente puede pensar que es gracioso que yo diga eso porque acabo de hacer esta exitosa película, basada en el gueto, pero esa historia tenía que ser contada debidamente.

Las fotos de esta entrada son de Frederique Rapier, y se usan con su permiso. Visita su galería de flickr. Los fotogramas son cortesía de New Caribbean Cinema, y se usan con su permiso.

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