China en África: La historia real

(Todos los enlaces llevan a páginas en inglés)

Hibiscus es un proyecto de Global Voices diseñado para favorecer las conversaciones chino-africanas en la red y para crear un diálogo sobre la relación entre China y África, estimulando específicamente las conversaciones entre blogueros de ambas regiones y con otros que viven en el exterior pero escriben sobre esta relación.

El interés y la presencia de China ha experimentado un rápido aumento en los últimos años y el país se ha convertido en el mayor socio comercial de África. «El comercio entre China y África se ha incrementado en más del 22% anual hasta alcanzar los 80,5 billones de dólares en los cinco primeros meses de 2012», escribe Mike King citando cifras del ministerio chino de comercio.

En el marco de este proyecto, hablaremos regularmente de blogs u otros medios sociales que se centran en la relación entre China y África. Hoy nos ocupamos del blog China in Africa: The Real Story (China en África: la historia real), escrito por Deborah Brautigam, autora de The Dragon's Gift: The Real Story of China in Africa (El don del dragón: La historia real de China en África)

Pancarta en Pekín en noviembre de 1996, durante el foro de cooperación chino-africana. Imagen con licencia de Creative Commons (CC BY-SA 2.0) por stephenrwalli, usuario de Flickr

Pancarta en Pekín en noviembre de 1996, durante el foro de cooperación chino-africana. Imagen con licencia de Creative Commons (CC BY-SA 2.0) por stephenrwalli, usuario de Flickr

Deborah Brautigam es:

Profesora y directora del Programa de Desarrollo Internacional de la Universidad Johns Hopkins/SAIS. Investigadora en el IFPRI y autora de The Dragon's Gift: The Real Story of China in Africa (Oxford U. Press, 2009, 2011). Especialista en China, fui por primera vez a África en 1983 para investigar el compromiso de China y ya no he dejado de hacerlo.

China in Africa: The Real Story ha ganado en 2012 el premio Danwei Model Worker, que es una lista de las mejores webs, blogs y fuentes de información especializadas en China.

A continuación, una serie de historias interesantes que Deborah Brautigam ha escrito sobre la presencia china en África.

«Aprender chino en Zambia»:

El creciente número de estudiantes de chino se está convirtiendo en un excelente campo para la investigación sobre China en África. He leído recientemente la tesis doctoral de Arwen Hoogenbosch, que se ha doctorado en Leiden. Su tesis, «Made-in-China”: Chinese as a commodity and a socioeconomic resource in Chinese language schools in Zambia» («Made in China»: el idioma chino como mercancía y recurso socioeconómico en las escuelas de lengua china de Zambia) es una lectura fascinante.

Arwen pasó varios meses haciendo «observación participativa», matriculado en una escuela de chino en Zambia (que es a la vez un instituto confucionista y una escuela privada de lengua china). Se relacionó con sus compañeros de estudios y ha escrito sobre los distintos objetivos y esperanzas que les impulsaban a aprender chino.

Y continúa:

El análisis que hace Arwen de los motivos que tienen los zambianos para estudiar chino nos llama a la reflexión. Algunos piensan que aumentará sus perspectivas de trabajo, aunque Arwen escribe: «parece que las compañías chinas prefieren empleados chinos bien preparados». Creo que los africanos que hablan chino tienen mucho más potencial de lo que Arwen piensa. Estoy en Etiopía y veo ejemplos fascinantes de empresas chinas que emplean etíopes en sus cuadros directivos. El director de producción de una firma china es etíope y es el que dirige el lugar (el empresario chino también tiene factorías en Somalia, Sudán, Mali y otros países africanos).

«Los comerciantes kenianos protestan contra la competencia china»:

La proliferación de comerciantes chinos en los mercados africanos es uno de los eternos puntos de fricción en las relaciones entre China y África. Este vídeo muestra las recientes protestas en Nairobi, donde los comerciantes africanos temen y sufren la competencia. Los consumidores suelen agradecer la expansión de productos de menor coste, pero a menudo se quejan de la baja calidad de estos productos baratos.

Ventaja: los teléfonos móviles chinos de bajo precio han permitido que un número inesperadamente alto de los africanos situados en lo más bajo de la pirámide se comuniquen. Desventaja: los medicamentos falsos –un fenómeno recurrente– pueden empeorar una enfermedad o no evitar la muerte. Esto crea un clima de miedo y desconfianza que afecta a todas las exportaciones farmacéuticas chinas. Por supuesto, no hace falta que los chinos vendan ninguno de estos productos. Como he señalado en este blog, cientos de comerciantes africanos visitan China y exportan directamente de ese país a sus mercados locales.

El siguiente vídeo de YouTube publicado por NTVKenya el 16 de agosto de 2012 muestra comerciantes kenianos protestando contra los comerciantes chinos:

Las ocupaciones «zombis» de tierra por parte de China resurgen en una nueva base de datos:

La semana pasada se hizo pública la nueva base de datos Land Matrix sobre propiedad de la tierra en la conferencia del Banco Mundial. El proyecto Land Matrix es «una asociación internacional en la que participan cinco grandes centros europeos de investigación y cuarenta grupos de investigadores y de la sociedad civil de todo el mundo». Sobre el papel, tienen una metodología rígida y unos criterios muy estrictos sobre los proyectos que pueden incluirse. Pero en la práctica parecen violar sistemáticamente sus propias reglas, al menos en lo que respecta a los «proyectos» chinos en África.

Sigue hablando de la lista de ocupaciones «zombis» de tierra africana por parte de China:

Sé que hay mucha inversión china en tierras en Asia, sobre todo en Camboya y Laos. No conozco los casos asiáticos, pero cuando se hizo pública la base de datos, busqué los casos China-África en la base en línea, que supuestamente solo lista los casos que han pasado su «estricto» proceso de verificación de los hechos (que aparentemente significa comprobar si otras ONG han publicado enlaces a algún informe sobre el caso en cuestión). Me interesaba saber qué «proyectos chinos zombis» (es decir, proyectos muertos o proyectos que de hecho nunca estuvieron vivos) estaban confirmados en esa base de datos. Este es un ejemplo:

(1) Proyecto ZTE oil palm, 2,8 millones de hectáreas en la RDC. El proyecto se discutió pero nunca se concluyó, la tierra no se distribuyó, el proyecto, que con toda seguridad era para un máximo de 100.000 hectáreas, lleva años muerto.

(2) ABSA Biofuels, 30.200 hectáreas en Etiopía. ¿Eh? Esta propuesta conjunta no es «china» sino sudafricana, y en 2008, según una base de datos etíope, estaba en fase de «preimplementación». Nunca se implementó.

(5) Zimbabue: proyecto para irrigar 101.170 hectáreas de maíz. He escrito sobre esto incontables veces. El gobierno de Zimbabue concedió un contrato de construcción a una empresa china, no era una inversión china. No se les pagó y se marcharon. La tierra nunca se desarrolló. Todo esto pasó hace casi diez años, ¡por el amor de dios!

«El problema de la libertad de prensa en África, ¿lo está causando China?»:

El 15 de abril de 2012, el New York Times publicó un editorial de Mohamed Keita sobre el problema de la libertad de prensa en África, en el que argumentaba que la libertad de prensa empeoraba en África… por culpa de China.

El escrito de Keita pone el dedo en muchas llagas. Los periodistas de investigación se enfrentan a un duro camino en muchas zonas de áfrica y son numerosos los ejemplos de su valentía bajo condiciones imposibles.

No obstante, su opinión va más allá de las pruebas que relacionan el incremento de actividad económica china en África con el incremento de la represión de los medios de comunicación.

Al preguntar «¿Por qué esta tendencia perturbadora? (de represión de los medios de comunicación) Keita señala (entre otras cosas) «la influencia de China, que en 2009 sobrepasó a occidente como mayor socio comercial de África».

Como ejemplo de esta relación causal, Keita escribió: «El volumen de comercio entre Ruanda y China se quintuplicó entre 2005 y 2009. En el mismo periodo, el gobierno ha desmantelado virtualmente la prensa crítica y la oposición, y ha comenzado a filtrar las webs de noticias de disidentes ruandeses con base en el extranjero».

Ella está de acuerdo con Keita sobre los lazos técnicos y de medios de comunicación chinos y este gobierno africano:

Lo cierto es que Keita tiene razón cuando afirma que con un mercado creciente, «China ha estado profundizando sus vínculos técnicos y de medios de comunicación con gobiernos africanos para contrarrestar el tipo de cobertura periodística crítica que ambas partes tildan de neocolonialista».

En lugar de formar periodistas africanos para que parezcan reporteros de Xinhua [agencia oficial de prensa de la República Popular China], el objetivo de los chinos al intensificar sus labores de formación y relaciones públicas es presentar un panorama distinto de las actividades chinas en África para contrarrestar los informes negativos procedentes de «occidente».

El establecimiento de relaciones entre la moderna China y África se remontan a finales de los años 50, cuando China firmó el primer acuerdo oficial bilateral con Argelia, Egipto, Guinea, Somalia, Marruecos y Sudán. No obstante, las antiguas relaciones entre China y África datan de tiempos tan lejanos como del 202 AC al 220 DC. En excavaciones arqueológicas en Mogadiscio (Somalia) y Kilwa (Tanzania) se han recuperado muchas monedas chinas.

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