«A lo lejos, un tractor estaba haciendo su trabajo sin descanso, mientras que todo el paisaje parecía estar de luto por la destrucción», denunció [pt] João Pedro Pio, un que vive en Santo Tome y Príncipe, luego de visitar un antiguo bosque conocido por su biodiversitdad única. El área – mapeada en este fotopost – ha sido supuestamente vendido por el gobierno para el agronegocio de la palma aceitera.