Nota de Rising Voices:  Este post forma parte de los especiales conmemorativos del mes por el 5to. aniversario de RV.

FOKO [en], de Madagascar, es uno de los donatarios con más éxito de Rising Voices que ha transformado [en] a los foreros malgaches en blogueros y ha tenido una larga trayectoria. Empezó a finales de 2007 y sigue promoviendo [en] un grupo de periodistas ciudadanos mientras sus talleres se expanden a cada vez más ciudades de Madagascar. Con sus poderosa manera de contar historias [en] estos blogueros desempeñaron un papel importante durante la crisis política del país en 2009-2010.

Hemos pedido a la cofundadora de FOKO, Joan Razafimaharo, que envíe sus reflexiones de la trayectoria de FOKO y esto fue lo que escribió:

Joan Razafimaharo. Fotografía de Flickr, por Oso (David Sasaki). CC: BY-NC-SA

Recuerdo nuestro terror al leer las primeras publicaciones de los blogueros. La mayoría de los escritores eran estudiantes de instituto o de universidades de todo Madagascar, así que esperábamos posts escritos a la ligera. Como nuestra percepción de la juventud estaba limitada a lo que los principales medios de comunicación se atrevían a cubrir, no teníamos ni idea de lo que se nos venía encima.

Los clubes de blogueros fueron puntos de encuentro para conocer a otros, para empezar a crear redes y para la mayoría de ellos era la mejor oportunidad para sacar a relucir sus talentos escondidos y su creatividad. Sé bien que la mayoría de los formadores nunca imponían un tema ni prohibía a los más sensibles. Cuando una muchacha de 17 años produjo un impactante vídeo [en] en el que sigue a un joven mendigo por las calles de Antananarivo, simplemente compartía lo que mejor conocía: la realidad a la que se enfrenta día a día. Lentamente pero con certeza su mensaje fue difundido  por otros blogueros de otras ciudades.

Jóvenes blogueros de Foko. Imagen por cortesía de Foko

Una adolescente se cruzó en el camino a una madre cuidando su bebé enfermo [en]. Este encuentro en el mercado de Mahabibo cambió nuestras vidas para siempre. Durante un tiempo, tras quedarnos cortos de financiación, todos mantuvimos el contacto de una forma u otra. Las redes sociales eran poco conocidas para esta generación, por aquel entonces se convirtieron en el mejor medio para expandir su mundo.

Aprendí de Facebook que este chico de Antsirabe simplemente se aseguró un trabajo como periodista en la capital. No tenía correo electrónico cuando nos conocimos (y sabéis lo molesto que puede ser cuando estás corto de tiempo con poca o ninguna conexión ni batería durante un taller y entonces te das cuenta de que la mayoría de los niños se tienen que crear una cuenta de correo electrónico antes de empezar a hacer cualquier cosa en WordPress). Compartimos muchos (demasiados) momentos tristes y alegres. Juntos abrimos una ventana. De lo que estoy segura es de que esta ventana la abrió el malgache al mundo para dar a conocer al verdadero Madagascar.

Se puede leer la entrevista completa aquí [en].