La Cuba que el Papa deja detrás

La visita del Papa Benedicto XVI [en] a Cuba [en] llegó a su fin, una visita enmarcada por los hermanos Castro: el presidente Raúl Castro recogió al pontífice en el aeropuerto y Fidel Castro se reunió con él [en] antes de su partida el 28 de marzo. Pero los blogueros se están dando cuenta de que aparte del mensaje del Papa sobre el cambio y las esperanzas para el futuro, parece que siguen existiendo los mismos problemas en la isla.

El bloguero de Uncommon Sense [en], que escribe desde fuera del país, publicó una gran lista de personas que aparentemente han sido arrestadas y decía:

La dictadura de Castro está usando la visita del Papa Benedicto XVI como una oportunidad para ajustarle las cuentas a su ferviente oposición, desencadenando de esta manera una ola de arrestos para generar sin duda una condena del mundo (si es que el mundo decide darse cuenta de ello).

No hay certeza en el número, pero es alrededor de cien, si no son más.

Pero lo más impresionante son los nombres; cada uno es un ejemplo de coraje y fe que recuerdan la fuerza frente a la superioridad que tienen en contra de ellos. Cada uno, un patriota.

Laritza Diversent, que vive en Cuba, ha admitido que no ha intentado escribir sobre la visita papal, sino hacer un cambio en su mente para bloguear sobre «la ola de represión que precedió a su llegada y que la acompaña»:

Quería sentirme bendecida por su llegada, pero no ha sido el caso. Cientos de arrestos, limpieza de indigentes de las calles, operaciones policiales, arrestos domiciliarios y cortes telefónicos solo por tu visita a Cuba.

En mis oraciones a Dios, pregunté… si con nuestra resistencia podríamos tener suficiente fuerza para contrarrestar los miedos y la represión y para elevar nuestras voces a favor de la libertad.

En vez de nuestra fe, nuestra realidad ha sido diferente: arresto y silencio, represión y miedo, simple hipocresía; y la imagen de Su Santidad ha venido para recordárnoslo.

Desde La Habana «Without Evasion» declaró en el momento en el que estaba subiendo su post:

Hay operativos alrededor de las casas de muchos oponentes, disidentes y activistas de la sociedad civil en Cuba. Este es el caso de Orlando Luis Pardo Lazo. Se han cortado muchos teléfonos y se han intervenido las líneas telefónicas de muchos otros.

Su compatriota Iván García anotó que «no todos los cubanos están contentos con la visita del Papa». Salió para poder bloguear sobre un hombre viejo que estaba siendo blanco de la «operación de limpieza» que precedía a la visita:

Eladio fue víctima de una operación colectiva de la policía y las autoridades para la salud pública, y fue conducido a un lugar desconocido. Esta operación de limpieza se llevó a cabo con los mendigos y las personas sin hogar, los dementes, estafadores y alcohólicos extendidos como una flecha por toda la ciudad.

La creación de un medio artificial para la gente VIP es algo típico del gobierno cubano. Desde pintar paredes a reparar las calles y plantar árboles por donde este tipo de visitantes van a pasar.

El gobierno teme que los grupos disidentes griten lemas o desplieguen pancartas durante los actos de dos misas que el Papa oficiará en la isla el día 26 de marzo en Santiago de Cuba y el 28 del mismo mes en La Habana.

Las Damas de Blanco y los disidentes han pedido un minuto de atención. La respuesta de la Iglesia Cubana  ha sido que su agenda está muy apretada. Pero que siempre habrá un momento para hablar con Fidel Castro.

Si hay algo en lo que los mendigos y los disidentes «de la barricada» están de acuerdo, es que esta visita papal ha traído más perjuicio que bien.

El hecho de que el pontífice se fuese de Cuba sin dar un discurso a los miembros de la oposición, fue un hecho que decepcionó a muchos. Ciro Javier Díaz Penedo explicaba en Translating Cuba:

Benedicto XVI debería haber hablado en la misa de la mañana sobre los arrestos de los ciudadanos en Cuba. De los golpes recibidos ayer por una persona, durante la misa, sobre los abusos que el gobierno cubano impone a su población, y si no lo hizo, está de alguna manera, en complicidad con esta tiranía. Estaría visitando un país donde la gente de poder una vez impuso su religión y ordenó el asesinato de su sacerdote y sus fieles.

Estas son las mismas personas a quienes el Papa está dando un discurso fraternal ahora. No estoy diciendo que no lo haga, la diplomacia tiene sus medios, pero deberían estar al servicio de Dios y de la justicia y así como se reúne con estos asesinos, debería también al menos hacer lo mismo con los que luchamos en contra de ellos de forma pacífica.

Nicolás Jiménez, que escribe en Babalu, afirma que esta decepción se ha extendido a toda la actitud de la iglesia como un todo cuando vino a cuba:

Como católico de ascendencia cubana, es doloroso ver la manera en que la iglesia lucha con Cuba.

Lo entiendo en gran parte debido a mi fe católica; entiendo que la libertad es tan importante como nuestro cumplimento de la voluntad de Dios (y nuestra aptitud para estar más cerca de él) como cualquiera de nuestras necesidades físicas (y tampoco debería buscarse a expensas de otro).

También es una de las razones por las que creo que la fe sin obras está muerta… donde hay menos estado de tiranía (lo que es una herida en el espíritu), la iglesia muchas veces parece errar en el lado de la sutileza y la estabilidad. Si nosotros… no podemos ir a la iglesia para encontrar un liderazgo más claro en estos, aunque no tan tangibles, (aunque no por ello menos importantes) imperativos morales. Si la iglesia no puede levantarse directamente (de forma pacífica, por supuesto) ante un tirano que no solo ha prohibido las celebraciones religiosas sino que las ha reemplazado con celebraciones de él mismo…

Bueno… entonces, ¿a quiénes deberíamos seguir en esta dictadura?

El Papa Benedicto XVI podría solucionar todo esto con una simple reunión. Lo que no parece ser un gran esfuerzo. Sólo él… y algunos de los más devotos de su rebaño… en la misma sala. He estado atormentando a mi cerebro buscando una (buena) razón por la que un Papa no haría una minucia como esta… y no he llegado a ninguna conclusión.

Alberto de la Cruz, colaborador de Babalu, añadió:

Mientras bastantes grupos de la oposición en Cuba, entre ellos periodistas y activistas de todo el mundo, han llegado a angustiarse por el destino del anónimo disidente cubano que gritó «abajo el comunismo» durante la misa del Papa Benedicto XVI el lunes, tanto la Iglesia Católica en Cuba como el Vaticano se han quedado igualmente en silencio. También se podría decir lo mismo de los cientos de opositores al régimen y activistas de los derechos humanos que estaban allí acorralados como ganado por la dictadura de Castro en los días antes y durante la visita papal a la isla. Ni el Papa ni la iglesia, al igual que el Vaticano, han expresado públicamente una opinión especifica, menos del ultraje a las ultimas víctimas cubanas de la represión.

Mientras tanto, Notes from the Cuban Exile Quarter [en] reconocía que:

El mensaje del Papa está en gran contraste tanto con la imagen militar como con el mensaje proyectado por Raúl Castro y la dictadura. Se pudo capturar un hecho negativo en vídeo por los medios de prensa internacionales: la detención de un hombre que gritó «abajo con el comunismo», al que unos hombres vestidos con cruces rojas llevaron a un lado y dieron una paliza justo antes de la misa del Papa en Santiago de Cuba. Su identidad sigue siendo desconocida.

Su Santidad ha declarado que la ideología marxista no se corresponde con la realidad cubana y que necesitamos un modelo diferente. Que las conversaciones iniciadas por el Beato Juan Pablo II en 1998 con la dictadura cubana deberían incluir la oposición a la democracia de este país en la que la iglesia juega el papel de mediador. A corto plazo, no debería interferir en los intereses propios de la iglesia hacia el régimen violento y de pasado anticristiano, sino que debería servir para el bien común. Esta es la principal razón, como también lo es la importancia de que Su Santidad el Papa Benedicto XVI reconozca y se encuentre con la oposición democrática cubana.

Este encuentro nunca se produjo. Pero sí que hubo uno con Fidel Castro. Hasta el último momento, Babalu esperaba «que el Papa se pusiese a favor de los oprimidos de Cuba y enfrentara la dictadura de Castro»:

Sin embargo, cuando solo faltaban horas para la visita del Papa, todos habíamos recibido ya una gran decepción y desilusión. Esto no quiere decir que esperásemos algo diferente, pero hay que decir que teníamos la esperanza, y rezábamos, y pedíamos plegarias para que el Papa hiciese algo más sustancial.

El Papa tiene en la agenda verse con el ya retirado dictador Fidel Castro… no sabemos de qué van a hablar. Sin embargo, podemos estar casi seguros de que no habrá ninguna vista con las Damas de Blanco o con otros disidentes desde que el Papa se negase completamente a verse con ellos.

Desafortunadamente, me temo que las últimas horas del Papa en Cuba no serán diferentes a los dos últimos días en el país. Hemos rezado con esperanza y todo lo que el Papa nos ha proporcionado ha sido desilusión.

Entonces, ¿cúal es la Cuba que el Papa deja tras de sí? Tanto Babalu como Capitol Hill Cubans [en] han mencionando un reportaje de la Asamblea de la Resistencia Cubana [en] y han sugerido que podría dejar un país con una represión más dura que la de antes:

El ex-político y prisionero cubano Iván Hernández Carrillo ha sacado a la luz el siguiente texto mandado por la policía secreta de Fidel Castro a los activistas en pro de la democracia:

«Tan rápido como el #PapaCuba se vaya, vamos a desaparecerlos a todos».

La bloguera Miriam Celaya lo resumió de esta manera:

Es posible que el máximo líder de la Iglesia Católica no sepa que cuando oficie la misa pública en la Plaza Civil* en La Habana el 28 de marzo, no solo esté ofreciendo su bendición al pueblo cubano, sino que también podría darse el primer acto revolucionario reafirmante llamado por el gobierno de Cuba bajo la celebración religiosa, con el consentimiento y aprobamiento del primer escalafón católico de la isla.

Algunos cubanos han esperado en vano una nota de protesta por parte del Arzobispo, como una politización de lo que se suponía que sería una visita pastoral para reafirmar la fe en Dios, y la que, por el trabajo y la gracia del romance de Castro con los católicos, se ha convertido en lo que, al menos en apariencia, parece otra marcha en apoyo al gobierno.

Seguramente, cuando Benedicto XVI despegue de la tierra cubana y retorne a la paz y la meditación en el Vaticano, dejará una población aún menos católica que la que dejó su predecesor, Juan Pablo II, hace 14 años.

Las vistas en miniatura usadas en este post pertenecen a la Iglesia Católica (Inglaterra y Gales, y ha sido usada bajo la atribución sin fines comerciales bajo la licencia de ShareAlike 2.0 Generic (CC BY-NC-SA 2.0) Creative Commons. Visite el Flickr Photostream de la Iglesia Católica (Inglaterra y Gales).

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