Egipto: Diario de una paciente con cáncer

«El cáncer es un gran negocio y me niego a ser una cliente! Por favor mira mi blog para más información acerca de las formas naturales para prevenir y curar el cáncer», escribió Heba Mitkees en su biografía en Twitter [en]. Heba blogueaba acerca de su vida como una paciente de cáncer cuando decidí entrevistarla acerca de su experiencia. Me quedé pasmado cuando descubrí que ya era muy tarde [en] para hacerle una entrevista. Lo mínimo que podía hacer ahora era realizar las preguntas y dejar que su blog las responda en su nombre.

Hola, por favor ¿podrías presentarte?

Heba Mitkees [en]: Tengo 23 años y cumpliré 24 en julio. Soy también del signo cáncer. =)
Nací en Montreal y crecí en los Emiratos Árabes Unidos. Mi madre y yo regresamos a vivir a Egipto en 2002 luego del fallecimiento de mi padre. Terminé mis dos últimos años de escuela secundaria y fui a la universidad en El Cairo. Estudié radio y televisión y me especializé en edición de video.

¿Cúal es tu historia con el cáncer?

Heba Mitkees [en]: Dado que soy hija única y nací luego de 10 años de matrimonio, siempre he ocupado un lugar muy especial en el corazón de mi familia. Mi padre fue un científico/inventor. Era un hombre inteligente, generoso, cariñoso y muy trabajador que hizo todo lo que estuvo a su alcance para hacer feliz a su familia y a sus seres queridos. Mi padre fue diagnosticado con cáncer de pulmón y huesos en 2001. Tuvo 3 sesiones de quimioterapia y murió apenas un mes más tarde debido a una inesperada septicemia.

Mi padre siempre fue un hombre muy fuerte. Incluso en el momento más crítico de su enfermedad, nunca se rindió o mostró algún signo de preocupación o miedo. Se lo tomaba en broma y nos hacía creer que él estaba bien. Él SIEMPRE tenía una sonrisa en su rostro. Sin embargo, aquel día en el aeropuerto fue diferente. Fue desgarrador. La quimioterapia lo había destrozado. Aunque trató con todas sus fuerzas de pretender que estaba bien, habían demasiadas cosas que esconder debajo de esa bella sonrisa.

Los doctores en Egipto dijeron que él había respondido a la quimioterapia y estaba haciendo un gran avance. Si eso fue verdad, ¿qué salió mal? En ese entonces, estaba muy conmocionada para preguntar acerca de su muerte. Era también muy pequeña. Muy en el fondo sabía que algo terrible había salido mal pero no podía determinar con exactitud la razón de ese sentimiento.
Por alguna razón bloqueé completamente la verdadera causa de su muerte (septicemia). Quise creer que el cáncer lo había matado y que la septicemia fue solo una consecuencia de su enfermedad. Era más fácil de esa manera.
Esto continuó por muchos años hasta que fui diagnosticada con cáncer de mama en etapa II, el 13 de marzo.

¿Cómo descubriste tu enfermedad? y ¿cómo recibió la noticia tu madre al saber que su única hija tenía la misma enfermedad con la que murió su esposo?

Heba Mitkees [en]: El 12 de marzo, estuve hablando con una amiga por teléfono y le conté acerca de mi bulto. Ella insistió en llevarme a un oncólogo el mismo día y eso hizo…

Heba Mitkees

Heba Mitkees, la semana antes de que fuera diagnosticada

El doctor M. me preguntó acerca de mi edad. Cuando le dije que tenía 23, me miró y me dijo: “¿23? ¡No tienes nada de qué preocuparte! Te preocupas de estas cosas cuando tienes más de 30, pero vamos a revisarlo”.

Mientras estaba examinando el bulto, me di cuenta por la expresión en su cara que había algo malo… Le pregunté si había algo sospechoso. No me dio una respuesta clara, pero me pidió un ultrasonido de mama y una mamografía y que regresara a más tardar al día siguiente.

Apenas 2 noches antes de mi diagnóstico, estaba afuera divirtiéndome con mis amigos y ahora estoy enfrentando una enfermedad altamente mortal. Tuve que tomar muchas decisiones. Tuve que informarle a muchas personas. Seguía pensando en mi madre. No sabía qué decirle a ella. Estaba muy preocupada por que no pudiera soportar la noticia…
Vi a casi 6 doctores en total. Todos en una semana. Todos dijeron lo mismo con diferentes enfoques. Todos los oncólogos sugirieron la quimioteria antes que la cirugía y los cirujanos sugerían lo contrario. Unos cuantos días después, le conté a mi madre y gracias a Dios fue mucho mejor de lo que esperaba. Se quedó en shock como yo, pero no sufrió un colapso.

A partir de aquí, creo que es mejor que deje que Heba continúe contando su historia sin interrumpirla con las preguntas.

Heba Mitkees [en]: Finalmente decidí seguir el tratamiento con el doctor M. Mi madre y yo fuimos a verlo a su clínica y programó mi primera sesión de quimioterapia para el día siguiente (21 de marzo).

Me vestí y llegó el momento de salir de la casa. De camino al hospital con mi madre y su amiga, estuve pensando en mi padre. Pensé en lo débil e indefenso que se veía durante la quimioterapia y lo doloroso que había sido.

Dos meses después, decidió realizar un tratamiento alternativo. Discute en su blog el por qué no considera a la quimioterapia como una cura y cree que ésta mata más que el cáncer.

Heba Mitkees [en]: Cuatro días antes de mi «última» sesión, la esposa de mi tío, de Kuwait, llamó a mi mamá y le dijo que conocía a alguien en Egipto que podía ayudarme. Dijo que era un maestro de Reiki y que tenía experiencia en casos similares. Mi madre me preguntó si estaba interesada y me dije a mí misma, ¿por qué no? Tengo una amiga que es practicante de Reiki y había curado mi dolor de cabeza antes.

El Reiki tiene la finalidad de estabilizar y balancear los campos de energía en nuestro cuerpo. Esto ayuda a mantener una energía saludable, lo cual se cree que ayuda a la curación y despeja los bloqueos que impiden que la energía fluya en los principales centros de energía de nuestro cuerpo llamados chakras. El Reiki se basa en la idea de que una invisible «energía de fuerza vital» fluye a través de nuestro cuerpo. Si la energía es baja, somos más vulnerables a enfermarnos, pero si alta, estamos libres de cualquier enfermedad.

Luego describe su primer encuentro con el Dr. Fahmy, el maestro de Reiki.

Heba Mitkees [en]: Me quedé estupefacta cuando me dijo con confianza y sin rodeos que si yo solamente confiaba en el tratamiento ortodoxo, lo más probable es que el cáncer volvería a aparecer en un par de años. Se dio cuenta por la expresión en mi rostro que no me gustó lo que estaba diciendo.

Le dije que conocía personas que se habían curado y no habían tenido ni una recaída hasta ahora, pero por otra parte, mi argumento se basaba en un limitado número de personas de las que había escuchado y sin tener en cuenta el otro número de personas que sabía que habían tenido recaídas.

Continuó

Heba Mitkees [en]: En esta etapa, no tenía la intención de parar las quimioterapias; no se me cruzó ese pensamiento por la mente. No tenía información acerca de todos los riesgos y efectos colaterales de la quimioterapia. No había hecho ninguna investigación acerca del cáncer y las diferentes opciones de tratamiento. Confié en mi oncólogo e ignore a los demás.
….
Al principio, pensé que el Dr. Fahmy era un maestro de Reiki, pero luego me di cuenta que la cantidad y calidad de conocimiento e información que él tenía acerca del cáncer, era el de una persona que tenía algún tipo de formación médica. Estaba fascinada… Me dijo que el Reiki solo era una pequeña parte de lo que él hacía. Me explicó que cuando tenía más 30 años de edad, estuvo investigando e incorporando diferentes métodos de curación que promovían el proceso de curación de una persona… En lugar de seguir un tratamiento técnico o protocolo, descubrió que era más efectivo integrar diferentes técnicas que habían demostrado que funcionaban juntas efizcamente… En lugar de solamente tratar los síntomas físicos de una enfermedad, el tratamiento holístico reconoce el considerable efecto de nuestro estado mental y espiritual en nuestro cuerpo. Se basa en la idea de que cualquier síntoma físico de una enfermedad no es más que un signo de desequilibrio en nuestro sistema (mente,cuerpo y alma)… Todo empieza a tener sentido. Esto sobre todo explica por qué tenemos una alta tasa de reincidencia del cáncer. La manera en que la medicina ortodoxa trata el cáncer es mediante la supresión del cáncer a través de la quimioterapia o la extracción con cirugía (el síntoma físico) y sin tomar en cuenta la enfermedad en sí.

Luego el maestro de Reiki le dio una lista de lo que debe y no debe hacer. Ella blogueó todo lo que recuerda:

  • Me dijo que los únicos tejidos que podía usar eran el algodón y el hilo ya que los otros tejidos eran tratados químicamente y las toxinas podrían pasar a mi cuerpo.
  • Me dijo que solo debería mantener amistad con gente positiva y sacar de mi vida a toda la gente negativa para evitar las frecuencias o vibras negativas que pudieran afectar mi salud.
  • Me recomendó mucho que me vistiera de color blanco. El color negro está prohibido.
  • Me dijo que debería dejar de ir a fiestas y evitar la música a alto volumen, pues también se cree que debilita el nivel de energía del cuerpo y por consecuencia afecta mi salud.
  • No debo consumir ningún tipo de azúcar, cafeína o proteína. Tengo que convertirme en vegetariana.
  • Solo puedo consumir alimentos alcalinos lo que significa que no puedo comer tomates ni naranjas.
  • No puedo consumir trigo blanco o productos lácteos (excepto el queso cottage).

Heba Mitkees [en]: La lista es interminable en realidad. La idea del tratamiento era volver mi cuerpo alcalino para superar la enfermedad. Me dijo que el cáncer vive en un ambiente altamente ácido y desoxigenado;
Junto con este sistema nutricional, me dijo que tengo que verlo cerca de 4 o 5 veces a la semana para las sesiones de energía. No me molesté en preguntar cómo eran estas sesiones ni para qué eran.

En ese momento, ella aún se sometía a un tratamiento ortodoxo donde recibía quimioterapia paralelamente. Pero un día su doctor no estuvo contento con los resultados de la prueba de sangre habitual que ella solía hacerse antes de su sesión de quimioterapia aquí y el recuento de glóbulos blancos [en] que se hacía allá. Así que decidió someterla a un día más de tratamiento con una droga llamada Neupogen. Cuando se hizo otra prueba de sangre, los resultados la dejaron en shock.

Heba Mitkees [en]: Me hice una prueba de sangre y los resultados fueron espeluznantes. Mi recuento de glóbulos blancos era de 27,700 esta vez. Parecía ser leucemia. Inmediatamente llamé al doctor M. para preguntarle acerca del grave conteo.

Me dijo que era un efecto del Neupogen y que era normal, pero eso no tenía sentido para mí. El Neupogen influye en el aumento de glóbulos blancos, pero ¿y si se siguen manteniendo esos niveles altos  ? ¿Qué pasaría luego?

Comencé a investigar acerca de la quimioterapia y lo que le hace a cuerpo. ¡Todo lo que leí fue espantoso! Algo dentro de mí me dijo que la quimioterapia me iba matar. Me sentí muy mal luego de todo lo que había leído. Solo entonces, entendí la verdadera causa de la muerte de mi padre.

El libro que le dio una amiga de su madre y la investigación que hizo en Internet, la llevaron a pensar en mejores opciones de tratamiento.

Heba Mitkees [en]: ‘Knockout‘ [en], un libro maravilloso escrito por Suzanne Somers. En este libro, ella entrevista a doctores que están curando el cáncer. La mayoría de los doctores entrevistados no usa ningún tipo de quimioterapia o químicos. ¡Están curando el cáncer sin usar la quimioterapia! El libro también desenmascara a la Agencia de Drogas y Alimentos (FDA) y la industria farmacéutica quienes trabajan juntos para generar miles de millones de dólares al año, especialmente en «el negocio del cáncer».
También leí que el Tamoxifen, una de las drogas usadas para prevenir la reaparición del cáncer de mama, incrementa el riesgo a desarrollar cáncer uterino en un 30%.

Enfrentó a su oncólogo con sus hallazgos.

Heba Mitkees [en]: Le pregunté al  doctor M. acerca de esta aterradora información; me dijo que «desafortunadamente» tenía que tomarlo en mi próximo ciclo de quimioterapia.
¡No lo iba a hacer!
El pensó que era desafortunado, pero ¿por qué yo TENÍA que tomarlo?

No le gustó su doctor de Reiki al principio, pero luego escribió por qué no se sentía cómoda. También describió la lucha que tuvo en esta estapa entre las dos escuelas de medicina.

Heba Mitkees [en]: El Dr. Fahmy me abrió los ojos y me hizo ver todo lo que necesitaba ver. Descubrir todas las cosas aterradoras y negativas de la medicina ortodoxa fue para mí muy difícil de lidiar y comprender. Lo culpé de mi propia confusión y lucha personal.
En algún momento, estuve indecisa entre el cariño y lealtad que le tenía al doctor M. y la firme creencia de que la quimioterapia no era una cura y que tenía que parar. No quería que él se molestara.
Solo fui capaz de tomar esa decisión cuando me puse en primer lugar.
No recibo quimioterapia desde el 18 de abril de 2011. Puedo sentir que mis tumores se reducen y ¡aún sigo viva ! :)
Mi cabello no ha empezado a crecer aún, pero ¡mis cejas y pestañas sí!

La última entrada que publicó fue en junio y parecía estar cómoda con su decisión.

Heba Mitkees [en]: Aunque tengo una fe sólida en mi actual tratamiento, no puedo aconsejar a las personas que sigan mi camino. Es demasiada responsabilidad de mi parte hacer un llamado antes de que este 100% curada.
Sin embargo, esto no significa que estoy cuestionando la efectividad de la medicina alternativa. Por el contrario, estoy segura que tomé la decisión correcta y que pronto haré esta llamada.
Esta decisión debe ser tomada estando muy bien informado y esa es la razón exacta por la que recomiendo encarecidamente a las personas hacer sus propias investigaciones y luego decidir como lo hice yo.

No publicó ninguna entrada más en su blog, pero tuiteaba de vez en cuando. Su último tuiteo fue el 23 de noviembre y murió cerca de un mes después.

@MizMitkees: En #Amman… ¡Me hubiera gustado estar en #Tahrir ahora! #noscaf

A pesar de que ella ya no va publicar nada en su cuenta de Twitter otra vez, luego de escribir esta entrada decidí seguir a Heba Mitkees (@MizMitkees) en Twitter.

¡Se acabó la batería! Adios

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