La tuitósfera israelí reaccionó con fuerza ante la decisión [en] del Comité Ministerial de Legislación de la Knesset de aprobar dos proyectos de ley que impondrían fuertes impuestos a las donaciones extranjeras a las Organizaciones No Gubernamentales de Derechos Humanos (ONG) y que limitarían drásticamente la cantidad de los fondos que se permite recibir a estas organizaciones.
El primer ministro, Benjamin Netanyahu, apoyó esta legislación y, de acuerdo con el sistema parlamentario israelí, una vez que la coalición apruebe el proyecto de ley, será muy probable que se apruebe en el pleno, donde la coalición ocupa la mayoría de los escaños. En las próximas semanas se votarán en el pleno estos dos proyectos de ley. Si se aprobara la ley, las ONG apelarían a la Corte Suprema, pidiendo su revocación.
El fiscal general israelí y el ministro de Justicia han advertido [he] al comité que la ley es inconstitucional (se opone a las Leyes Fundamentales de Israel) y es «muy probable» que sea revocada por la Corte Suprema.
Hagai El-Ad, director ejecutivo de la Asociación Israelí por los Derechos Civiles, una de las organizaciones a las que se recortaría la financiación como consecuencia de estos proyectos de ley, escribió [en] que los proyectos de ley no reflejan los deseos del pueblo israelí que ha pasado todo el verano protestando por la justicia social:
El verano ha terminado, la Knesset ha vuelto a sus actividades. Apenas han pasado dos semanas. ¿Ha optado la Knesset por dedicar su tiempo a lo que ha preocupado al pueblo todo el verano o prefiere seguir con sus negocios antidemocráticos habituales?
Hasta ahora la respuesta es clara y es una bofetada a la opinión pública. ¿Legislación social? La coalición votó en contra. ¿Legislación antidemocrática? La coalición sigue trabajando por este tema como si nunca hubiera existido este verano.
Ziv Pug también señaló la falta de conexión entre las protestas por la justicia social en Israel y las acciones del Gobierno, como demuestra la lista de proyectos de ley que la Knesset ha rechazado desde que reanudó sus actividades:
Ran Cohen, director ejecutivo de Médicos por los Derechos Humanos, otra ONG que vería limitada su financiación, dijo en Twitter:
Otros discutieron las posibles consecuencias de los proyectos de ley sobre la democracia en Israel.
El blogger Haim Har-Zahav escribió:
Avishai Burla escribió:
El blogger Noam R. escribió:
Una foto ampliamente compartida en Facebook, publicada por We Won't Shut Up, una campaña lanzada por ONG de izquierdas, felicita a Israel:
¡Felicidades al Gobierno de Israel!
¡Por unirse al club exclusivo de países que limitan la financiación extranjera a las ONG formado por: Arabia Saudita, Iraq, Afganistán, Sierra Leona, Bielorrusia y China!
Otros señalaron la hipocresía de esta legislación, citando el hecho que la campaña electoral de Netanyahu se financió principalmente gracias a las donaciones extranjeras y que el periódico que le apoya, Yisrael Hayom, está subvencionado por el magnate de casinos estadounidenses Sheldon Adelson.
Una cuenta falsa de Yisrael Hayom, el periódico pro Netanyahu, publicó:
Daniel K se dirigió a Estados Unidos:
@dkapuchino: Hey, @barackobama @ronpaul Israel acaba de votar para prohibir las donaciones extranjeras a las ONG políticas. ¿Incluye eso también la financiación de EE UU a las FDI (Fuerzas de Defensa de Israel)?
El blogger Itamar Shaltiel respondió: