Brasil: El verdadero valor de las entradas a mitad de precio

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Luego de la confirmación de varios espectáculos y actividades en Brasil, como Rock in Rio, el Festival SWU y el Cirque du Soleil, el público ha disfrutado de una gran variedad de actuaciones culturales y artísticas. Sin embargo, debido a los abusivos precios de las entradas, la gran mayoría de la población no ha podido comprarlas.

Desacato a la ley de entradas

Aun cuando hay una ley federal para entradas a mitad de precio -dado que la mayor parte del público solamente puede pagar la mitad del precio total- los espectáculos cobran precios todavía más altos. Según la ley, los estudiantes y los mayores de 60 años pagan la mitad de precio en todo el país. Algunos estados tienen sus propias leyes, como en Paraná, donde los donantes de sangre pagan solamente la mitad del valor total, y en São Paulo, donde los profesores del sistema educativo público y los discapacitades también disfrutan de ese beneficio.

Linkin Park Concert at Festival SWU in 2010. Photo by Alexandre H. Kitamura (CC BY-NC-SA 2.0)

Concierto de Linkin Park en el Festival SWU de 2010. Foto de Alexandre H. Kitamura (CC BY-NC-SA 2.0).

Desde la creación de este incentivo cultural provisional en 2001, ha habido un considerable aumento de estudiantes que asisten a actividades culturales y artísticas. La FENEEC (Federación Nacional dae Empresas Exhibidoras Cinematográficas) por ejemplo, dice que la venta de entradas a mitad de precio pasó de 40% antes de 2001, al actual 70%. Si el objetivo era promocionar actividades culturales entre estudiantes, la ley se puede considerar exitosa. Sin embargo, muchos ven en eso una manera de pagar menos. Según Marcelo Moreiro, autor del blog Combate Rock:

A medida foi elaborada com a melhor das intenções, como uma forma de facilitar o acesso à cultura aos estudantes carentes e estimulá-los a procurar os espetáculos e ir a museus, por exemplo.

El espíritu de la ley es válido, pero se ha corrompido. La medida se elaboró con la mejor de las intenciones, como una manera de facilitar el acceso a la cultura entre estudiantes necesitados y estimularlos a buscar espectáculos y que vayan a museos, por ejemplo.

En su blog personal Dr. Money, Marcelo Guterman, ingeniero y Máster en Economía y Finanzas, analiza el valor de las entradas a mitad de precio sobre el ingreso total generado por la venta de entradas. Toda organización de actividades culturales y artística debe tener en cuenta la fuerte presencia de estudiantes. Como consecuencia, los organizadores terminan aumentando el valor total porque saben que la mayoría del público solamente pagará la mitad; y los que pierden son los que deben pagar el precio completo. Además, como es extremadamente fácil conseguir una identificación falsa de estudiante, muchos empezaron a tener una con el único propósito de pagar la mitad de precio, como Guterman concluye diciendo:

O não-estudante subsidia o estudante. E é essa justamente a idéia da lei, cheia de boas intenções. Mas ocorre que o serumano é cheio das artimanhas e, com o advento da lei, o número de estudantes com carteirinha passou a ser bem maior do que aquele que efetivamente esquenta os bancos escolares.

El que no es estudiante subsidia al estudiante. Y esa es precisamente la idea detrás de la ley, llena de buenas intenciones. Pero resulta que el ser humano está lleno de artimañas, y con la creación de la ley, la cantidad de estudiantes con tarjetas de identificación pasó a ser mayor que el de los que efectivamente calienta asientos escolares.
Main stage at Rock in Rio 2011 still in construction. Photo by Mel Toledo (CC BY-NC-SA 2.0)

Escenario principal de Rock in Rio 2011 todavía en construcción. Foto de Mel Toledo (CC BY-NC-SA 2.0).

Inevitablemente, no habrá ningún espectáculo privado sin un ingreso asegurado. La ley de la entrada a mitad de precio fue una fácil solución encontrada por el gobierno para promocionar la cultura porque son los propios ciudadanos los que desembolsan la diferencia. Aunque hay leyes de incentivo a través de inversiones fiscales, la mayoría de las actividades dependen solamente de inversiones privadas – y cerca de la mitad del precio de las entradas corresponde a impuestos. Los precios de las entradas en Brasil están entre los más altos del mundo. Mônica Herculano cuenta en un artículo escrito para Catarse Musical, la página de la profesora de técnica vocal y periodista Mariana Paes:

Ainda assim, os brasileiros sofrem com os preços dos ingressos, muito mais altos que em outros lugares do mundo. Show da cantora Katy Perry em Los Angeles em agosto, por exemplo, custa de US$ 35 a US$ 50 (de R$ 55 a R$ 80). Em São Paulo, em setembro, o mesmo show sai de R$ 200 a R$ 450, mais taxa de conveniência (20% do ingresso) e entrega (R$ 18 em domicílio; R$ 3 na bilheteria).

Aun así, los brasileños sufren con los precios de las entradas, más altos que en otros países del mundo. Por ejemplo, el concierto de Katy Perry en Los Ángeles en agosto, costó entre US$ 35 y US$ 50 (de R$ 55 a R$ 80). En São Paulo, en setiembre, el mismo concierto estuvo entre R$ 200 a R$ 450, más impuestos (20% del precio total) y entrega (R$ 18 por entrega a domicilio; R$ 3 por recojo en la boletería).
«Ingresso justo, Show para Todos» (Fair Ticket, Concert for All) . Image shared at the site Ingresso Justo.

«Ingreso justo, Show para Todos». Imagen compartida en el sitio Ingresso Justo.

Aunque algunos culpan a los excesivos impuestos, otros afirman que los costos de producción en Brasil son ciertamente más altos que en otros países. Independientemente, que se haya restado importancia a las entradas a mitad de precio, ciertamente ha contribuido a la elevación del precio total general. El sitio Ingresso Justo fue creado con la precisa intención de protestar en contra de esos precios abusivos. A través de la difusión de una petición, quieren lograr reajustar el valor total, puesto que:

O Brasil tem recebido cada vez mais grandes eventos que geram empregos e movimentam a economia. Queremos que a cultura seja acessível igualmente à todos independente de seu poder de consumo, classe social, cor ou sexo.

Brasil ha recibido ahora más que nunca estos espectáculos enormes, que generan trabajo e impulsan la economía. Queremos que la cultura sea igualmente accesible, independientemente de tu poder adquisitivo, clase social, color o sexo.

Iniciativas como esta llaman a discutir sobre el verdadero impacto de las entrada a mitad de precio y la difusión cultural entre la sociedad. Debe recordarse que en Brasil, solamente el 14% de la población asiste a educación superior. Fábio Volpe, escritor en NJovam, destaca que:

Do total de alunos das universidades federais, 67% pertencem a famílias com renda mensal inferior a R$ 2 600. (…) Vale lembrar que as universidades privadas são responsáveis por 74% das matrículas no país.

Del total de estudiantes de las universidades federales, el 67% pertenece a familias con un ingreso mensual menor a R$ 2600 [US$ 1000] (…). Las universidades privadas son responsables del 74% de todas las matrículas del país.

Teóricamente, esta ley beneficiaría a parte de un público que ya tiene ciertas condiciones financieras para garantizar un acceso básico a la cultura. La gran mayoría de las clases sociales más bajas no tienen una representación expresiva en instituciones de educación superior, y por lo tanto no se beneficiarían con esta medida. Alesson Lasomorate de Metal Planaltina DF agrega que:

E alunos de pós-graduação, já formados, empregados, quem gastam 20 mil reais por ano em um MBA, também têm direito a desconto de 50%.

Estudiantes de postgrado, ya graduados, trabajando, que gastan 20 mil reales [12 mil dólares] por año para terminar una Maestría en Administración, también tienen derecho a un descuento del 50%.

Y mientras todos siguen pensando solamente en sus bolsillos, todos los ciudadanos desembolsan la pérdida.

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